miércoles, 27 de noviembre de 2024
Premio Fedeto Empresario del Año 24/11/2012junio 13th, 2017

Decir de José Luis Paniagua que es un empresario dedicado a la fabricación, distribución y comercialización de productos de la rama sanitaria es completamente cierto, pero se queda muy corto para definir la trayectoria y la personalidad de un hombre hecho a sí mismo, que lleva trabajando desde los 10 años, huye todo lo que puede de la notoriedad y las entrevistas y se ha convertido en uno de los principales empresarios de la región en uno de los sectores más complejos y que más requieren de la investigación para sobrevivir.

Lo primero que llama la atención de José Luis García Paniagua son sus modales de caballero inglés: correctísimo en el trato, discreto, diplomático y bien intencionado en cada ocasión. Pero es solo la parte visible para quienes coincidan con uno de los empresarios más importantes que tiene la región y en un sector estratégico y candente, el sanitario, además de un hombre altruista y defensor de las organizaciones empresariales, a las que ha dedicado una buena parte de su tiempo.


Nunca le oirán presumir de sus negocios, mucho menos de sus éxitos ni darse importancia… Al contrario, suele ser el más callado, el que escucha más que habla en los corrillos donde otros, con mucho menos valor empresarial, se dan mucha más prisa en sobresalir para las fotos y el protagonismo social.

Sin embargo, este hombre prudente en su relación con los demás ha sido atrevido, innovador y firmemente sensato en los negocios, donde su participación es la prueba del nueve de que una empresa funciona y es rentable.

UN LINCE EN LOS NEGOCIOS Y UN HOMBRE PARA LA PAZ

Es lo que popularmente se podría llamar «un lince en los negocios». Tiene un olfato a prueba de bombas para saber lo que puede funcionar y lo que no, aunque no se trate de su gremio, huye de las aventuras y detecta fácilmente a los aventureros y a los charlatanes que se disfrazan de empresarios para pasar por lo que no son o sacar dinero a inversores imprudentes.

Poseedor de mucha y muy buena información sobre casi todo y casi todos, José Luis García Paniagua recibe esta noche el Premio de Fedeto al Empresario del Año, un galardón que merece y que recibe de una organización empresarial a la que ha entregado muchas horas durante décadas y en la que ha sido un hombre para la paz en épocas de conflictos.

Pocos saben, sin embargo, que lleva trabajando desde los 10 años, cuando trataba de ser niño en una España asolada por la postguerra y las necesidades familiares le empujaron hacia el campo, trillando de sol a sol. Desde entonces hasta ahora han pasado más de 60 años y sigue al pie del cañón, sin haber descubierto el encanto de unas largas vacaciones y mientras va pasando el testigo a sus vástagos.

ESCALÓN TRAS ESCALÓN, DEL TRAJE PAGADO A PLAZOS A LAS PATENTES SANITARIAS

Perserverancia, constancia, sacrificio o trabajo son las claves del éxito de cualquier empresa o empresario. Esa es la lección de su vida, que es la de quien empezó abajo y ha ido ascendiendo escalón tras escalón hasta desarrollar una sobresaliente tarea a bordo de sus empresas dedicadas a la fabricación, distribución y comercialización de productos de la rama sanitaria.

Nacido en Polán (Toledo) en 1938, además de trabajador del campo a corta edad, fue aprendiz de farmacia y comercial de laboratorio que consiguió ser número uno en ventas durante varios años antes de fundar su primera empresa.

Por lo tanto, ningún padecimiento le es ajeno en el camino del trabajo y el éxito, desde las jornadas maratonianas hasta los trajes pagados a plazo o los dobles trabajos para salir adelante.

Su primera empresa la creó en 1964, una red sanitaria de terapia respiratoria, proyecto innovador para la época, una constante que ha marcado toda su trayectoria en el sector sanitario, donde pronto se implicó en el desarrollo de nuevas terapias.

En 1977 crea Comercial Quirúrgica, su gran obra, dedicada a la venta y distribución de productos farmacéuticos y ortopédicos. Después vinieros otras, siempre buscando en la actividad empresarial un perfil social en el campo sanitario, mezclando investigación y tecnología como palancas para avanzar hasta llegar a uno de los productos de los que más orgulloso se encuentra, el colchón viscolástico, patentado por su empresa y que se ha convertido en una herramienta eficaz y exportada a todo el mundo en el tratamiento de las úlceras, lesión que pretende evitar o minimizar lo más posible.

«Conocer muy bien el mercado, estar muy atento a los cambios y actuar. La Investigación y el Desarrollo son claves. Y, por supuesto, hay que tener una fuerte orientación a los clientes, ofreciéndoles soluciones innovadoras y de calidad». He ahí la biblia empresarial de alguien que nunca ha dejado de ser un hombre altruista con la sociedad que le rodea ni con los empresarios.

De hecho, además de pertenecer durante décadas a los órganos de gobierno de la Federación Empresarial Toledana y a la Cámara de Comercio de esta provincia, es miembro de la Federación Española de Fabricantes de Tecnología Sanitaria y de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España.

Hoy, los suyos le dan el premio al mejor de todos ellos.

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