Talavera albergará una de las posadas que forman parte del plan de dinaminazción turística de la provincia en el que está trabajando la Diputación de Toledo con iniciativas en varias áreas. Aún no están decididos ni el número total, ni los destinos, que se van ultimando en estas fechas.
Una de las excepciones es el caso de Talavera, que ya está decidido que acogerá uno de estos alojamientos promovido por la Diputación, así como el albergue turístico ya anunciado para Santa María de Melque, en San Martín de Montalbán.
Según ha explicado el presidente de la Diputación, Arturo García Tizón, a encastillalamancha.es, podrían encargase los primeros proyectos de obra antes de finalizar el verano. Mientras, se avanza en nuevas rutas, ampliación de las existentes y la promoción de marcas de calidad, como la de excelencia turística o la de «Toledo».
Una de las novedades más importantes de esta iniciativa afecta a la Jara, comarca vecina de la ciudad de la cerámica.
En este sentido, se pretende potenciar la ruta turística de La Jara, que incluye municipios como Navalmoralejo, donde se encuentra el yacimiento arqueológico de Ciudad de Vascos; Azután, que alberga el dolmen del mismo nombre; o Aldeanueva de Barbarroya, uno de los pueblos de la Vía Verde de la Jara ideal para el senderismo y los deportes al aire libre.
La idea clave para esta ruta es potenciar el conocimiento de Ciudad de Vascos como foco de atracción de visitantes, si bien solo a través de visitas guiadas y acondicionando previamente la zona para evitar daños. Se trata de una de las joyas arqueológicas de la provincia más desconocidas en comparación con su valor. Situada en el término de Navalmoralejo, en la confluencia entre el río Huso y el arroyo de la Mora, Ciudad de Vascos alberga los restos de una fortificación árabe del siglo IX, levantada a su vez sobre restos de anteriores pueblos que se remontan hasta la época del Imperio de Roma.
En Azután, su dolmen es un espectacular ejemplo de arquitectura megalítica con más de 5.000 años de historia. Es la villa más antigua de La Jara toledana y cuenta con un pantano artificial en la desembocadura del río Huso.
Iniciativas como ésta van dirigidas a generar actividad económica en zonas que han perdido su personalidad agrícola o en las que decaído con la crisis la actividad industrial que realizaban, como ha pasado con sectores como la cerámica o la madera.