Un total de 40.200 personas domiciliadas en Castilla-La Mancha han encontrado un trabajo en otra comunidad autónoma en el segundo trimestre de 2013, según se desprende del Observatorio de las Ocupaciones. En este estudio, Castilla-La Mancha arroja un saldo negativo en el número de contrataciones de -10.429 en este segundo trimestre, tal y como ha lamentado el sindicado CCOO de Castilla-La Mancha en un comunicado.
La secretaria de Empleo y Migraciones de CCOO en Castilla-La Mancha, Lola Santillana, ha concretado que entre el 1 de abril y el 30 de junio, 40.200 personas domiciliadas en Castilla-La Mancha fueron contratados para trabajar en otras comunidades autónomas, mientras que 29.771 personas de fuera de la región fueron contratadas para trabajar en Castilla-La Mancha.
Este ha sido el tercer trimestre consecutivo en el que el saldo entre los contratos que entran y salen es negativo y comparado con el trimestre anterior este saldo ha crecido en un 25,97 por 100.
El número de personas que sale fuera de Castilla-La Mancha para encontrar un trabajo se ha incrementado en un 26,37 por 100, hasta los 8.389 empleados, en los últimos tres meses.
Por provincias sólo hay dos que tienen un saldo positivo, que son Cuenca, con 2.459 trabajadores, y Albacete, con 581.
El resto arrojan un saldo negativo, es decir, es mayor el número de personas que abandonan esa provincia para trabajar en el segundo trimestre del año.
«Se confirma que en Castilla-La Mancha no hay ninguna tendencia clara de mejora de empleo y que cada vez es mayor el número de personas que tienen que abandonar nuestra comunidad para encontrar un puesto de trabajo», ha comentado Santillana.
Ante estos datos, CCOO ha exigido la puesta en marcha de medidas efectivas para frenar esta «fuga de trabajadores» que lo único que consigue, a juicio del sindicato, es convertir a Castilla-La Mancha en una región poco competitiva y abocada a una «desertificación laboral» paulatina.