La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Castilla-La Mancha ha lamentado que el Gobierno central siga adelante con el decreto de destilación obligatoria, una medida que, a su juicio, «se ha cebado principalmente con esta región».
En un comunicado, la organización agraria ha criticado el decreto de destilación obligatoria, cuyo simple anuncio -explica- ha provocado un «hundimiento estrepitoso» de los precios del mercado al entenderse «que se iba a regalar el vino».
UPA recuerda que había insistido en una necesaria «destilación de crisis» con ayudas económicas, para asegurar al sector productor unas rentas que garantizan como mínimo los costes de producción.
Además, ha acusado al Gobierno regional por su actitud de «seguidismo» en vez de «defender los intereses de esta tierra» como reclamaron los viticultores el pasado 29 de julio en la manifestación que se celebró frente a la Consejería de Agricultura en contra de la destilación obligatoria.
El secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, ha subrayado que los precios que actualmente se están pagando por la uva no cubren los costes de producción «y están arruinando a miles de familias de la región».
El Real Decreto tiene como intención obligar a destilar hasta cuatro millones de hectolitros de vino para reducir sus excedentes, pero «ya ha provocado graves consecuencias desde su anuncio, la más grave es el desplome del precio del vino», ha indicado Morcillo.
El dirigente agrario ha precisado que, detrás del vino, hay 100.000 viticultores, 70.000 familias que dependen directa o indirectamente del viñedo, 38.000 puestos de trabajo fijos y 9 millones de jornales cada año.
El cultivo de la vid genera un 60 por ciento de la mano de obra del conjunto de la agricultura en esta región y es el motor económico del sector más importante de la comunidad autónoma, unas características que, en su opinión, deberían haber bastado para que el Ministerio y la Consejería «hubieran mostrado más sensibilidad».