La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Seseña (Toledo) someterá a información pública el nuevo proyecto de reparcelación del Plan de Actuación Urbanística (PAU) de El Quiñón, que posibilitará continuar con el desarrollo de esta urbanización, que tiene 5.096 viviendas de las 13.508 previstas. La pasada semana la Junta de Gobierno Local acordó enviar a la Diputación de Toledo el proyecto de reparcelación para su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), según ha explicado el alcalde de Seseña, Carlos Velázquez.
Con su publicación, se abrirá un periodo de alegaciones y se llevará al pleno del Ayuntamiento para su aprobación definitiva, ha avanzado Velázquez, que ha precisado que no es obligatorio llevarlo a pleno, incluso podría aprobarse mediante un decreto de la Alcaldía, pero se hará de esta forma ya que así se aprobó el primer proyecto de reparcelación en 2004.
Este proyecto fue anulado en 2008 por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM), tras el recurso de uno de los propietarios de los terrenos, que no estuvo de acuerdo con la adjudicación como agente urbanizador a la empresa Onde 2000, del promotor Francisco Hernando «El Pocero» de las parcelas resultantes en las primeras fases de construcción.
El primer proyecto de reparcelación fue aprobado definitivamente por el pleno del Ayuntamiento el 26 de enero de 2004, y posteriormente anulado por sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) en noviembre de 2008.
El nuevo proyecto recoge las subsanaciones señaladas en la sentencia judicial de anulación del primer proyecto y está afectada por factores relacionados con la ejecución de la urbanización interior pendiente (aproximadamente 5 %) y de la integración y ejecución de los sistemas generales pendientes (aproximadamente 60 %), ha informado en una nota de prensa el Ayuntamiento de Seseña.
Especialmente atiende al desvío de la línea de alta tensión que atraviesa el sector de El Quiñón, cuyo titular es la compañía Red Eléctrica de España, S.A.
VELÁZQUEZ: «UNA MARAÑA URBANÍSTICA IMPORTANTE»
Velázquez ha destacado que el proyecto de reparcelación era una de las cuestiones que más bloqueaban el desarrollo de El Quiñón, en torno al que hay una «maraña urbanística importante».
La resolución de esta cuestión permitirá avanzar en el desarrollo del este barrio «que está sin finalizar y habrá que acabarlo», ha señalado Velázquez, aunque ha matizado «no puede hacerse a cualquier precio».
El alcalde ha comentado que desde 2009 y fundamentalmente en los últimos años «se ha trabajado de manera muy intensa para poner de acuerdo a todos los propietarios y que puedan formalizar un proyecto de reparcelación que podamos aprobar por el Ayuntamiento y que no haya problemas por parte de nadie y que de solución a la problemática actual».
EL QUIÑÓN NO ES ENTERO DE ONDE 2000
En ese sentido, Velázquez ha aclarado que contrariamente a lo que suele comentarse el PAU de El Quiñón no es entero de Onde 2000, es el agente urbanizador mayoritario porque tiene en torno al 80 % de los terrenos, pero hay más propietarios, que ahora fundamentalmente son entidades financieras.
Velázquez ha confiado en que la aprobación del proyecto de reparcelación abra la puerta «al desbloqueo» del desarrollo del barrio, aunque ha advertido: «Obviamente no se va a construir una sola vivienda hasta que no esté una vía de servicio construida, hasta que no esté la línea de alta tensión retranqueada».
En este contexto, ha destacado que hace diez días se ha resuelto otra cuestión importante como es la del abastecimiento de agua al barrio.
El pleno aprobó finalizar las obras de abastecimiento de agua desde los depósitos de Esquivias hasta los depósitos de Seseña para garantizar cantidad y calidad de agua suficiente para el Quiñón y para el resto del municipio, ha recordado el alcalde.
Por otra parte, ha apuntado que mañana se cumplen cinco años de la recepción parcial de la urbanización de El Quiñón por parte del Ayuntamiento de Seseña.
El alcalde ha recordado que el 11 de agosto de 2011, dos meses después de que accediera a la Alcaldía, se recepcionó parcialmente la urbanización del barrio «y se normalizó la vida de los vecinos, ya que en aquel momento vivían 3.500 personas empadronadas y era lo que más preocupaba».