La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, cree que «entra dentro de la sensatez» del profesorado, «posibilitar» que se pueda descansar del uso de la mascarilla -obligatoria en los centros educativos a partir de los 6 años- en un momento determinado de apertura de ventanas.
La mascarilla, sí o sí
«Pero es importante mantener las normas. Con ellas (las mascarillas) podemos decir que el ambiente en la escuela será seguro», advierte en una entrevista que publica este domingo El País.
La ministra reitera que el riesgo cero no existe en ningún ámbito social, pero se está construyendo un entorno seguro para garantizar el curso y el aprendizaje de todos los alumnos, «que es lo esencial», a la vez que subraya que los beneficios de la escuela son muy superiores a los riesgos que puedan encontrarse en el camino.
Celaá apela a la responsabilidad colectiva, porque si se controla la estanqueidad de un grupo de convivencia, «pero a la salida del colegio los niños se juntan con los de otros grupos, el efecto será muy limitado».
Respecto a cómo van a recuperar los alumnos los contenidos que no aprendieron el curso pasado, Celaá incide en la importancia de que la escuela reciba a los alumnos «con un acompañamiento emocional» porque cada uno «viene con una vivencia diferente que le ha hecho madurar como nunca en tan poco tiempo», además de recuperar competencias cognitivas que se han perdido, sobre todo entre los más pequeños.
Lo van a explicar en el Parlamento
Por otro lado, a punto de empezar septiembre, cuando vuelven a clase primero los escolares y después los universitarios, Isabel Celaá y el ministro de Universidades, Manuel Castells, explicarán mañana lunes las últimas medidas adoptadas para un inicio de curso con garantías higiénico sanitarias.
Celaá comparece en el Congreso, a petición propia y de varios partidos de la oposición, para dar cuenta a los grupos parlamentarios de los acuerdos adoptados la semana pasada con el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas.
Mascarilla a partir de los 6 años, clases presenciales al menos hasta segundo de Secundaria, lavado de manos en el centro educativo un mínimo de cinco veces al día y el cierre de los colegios solo en casos de contagios incontrolados son algunas de las medidas que Celaá explicará en la Cámara baja.
Desde el PP y Ciudadanos se ha criticado en los últimos días que no haya un plan homogéneo y común para toda España ante un inicio de curso que inquieta a toda la comunidad educativa.
Por su lado, Castells se reúne con las autonomías en la comisión delegada de la Conferencia General de Política Universitaria.
El objetivo es asegurar una buena coordinación en el inicio del curso universitario 2020-21. Además, el 3 de septiembre comparecerá junto con el presidente de la CRUE para detallar el nuevo curso.
En las últimas semanas, desde parte de la oposición se ha achacado a Castells el ser un ministro «desaparecido» ante el nuevo curso y el PP ha pedido en el Congreso su comparecencia.
Universidades se defiende señalando que el mes de junio ya se publicó el documento marco de recomendaciones sanitarias y educativas, con el que han estado trabajando las universidades durante el período estival para sus planes de actuación.
Cada universidad ha podido así elaborar su propio protocolo de actuación para el próximo curso, respetando las indicaciones sanitarias y educativas de cada comunidad.
Como regla general se está priorizando la actividad presencial, pero compatibilizándola con la docencia «online», siempre con dependencia de la evolución de la pandemia.