La directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (Mineco), Ana Puy, ha asegurado hoy que el porcentaje de mujeres investigadoras en Castilla-La Mancha iguala la media nacional.
Puy, que ha presentado hoy en el Campus de Ciudad Real el informe ‘Científicas en Cifras 2015’, ha señalado que en Castilla-La Mancha el porcentaje de mujeres investigadoras es del 38,5, una cifra muy similar a la media nacional.
Acompañada por el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Miguel Ángel Collado, Puy ha indicado que el porcentaje de mujeres investigadoras en España es del 39 por 100, un dato que aunque supera en seis puntos a la media europea, apenas ha variado unas décimas en la última década.
De esta forma se ha pronunciado Puy, que ha participado en las actividades programadas por la UCLM para celebrar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con las que quiere así reivindicar la labor de las investigadoras.
La representante ministerial ha explicado que la presencia de científicas a nivel nacional en universidades y centros públicos de investigación supera el 40 por 100 y baja en el sector industrial hasta el 31 por 100, cifra esta muy por encima de la europea que es del 20 por 100.
Igualmente en la región, en el sector empresarial la presencia de féminas es dos puntos superior a la media española y en la Administración Pública y en universidades la «cifra es un poco más baja».
Por otro lado, Ana Puy se ha referido a la evolución de la carrera académica con cada vez una mayor presencia de las mujeres entre el alumnado universitario, si bien cuanta más alta es la escala y el rango del puesto en la carrera científica menor es el porcentaje.
Así, mientras que el número de mujeres que obtienen el doctorado en España, el primer paso para iniciar la profesión académica, se iguala al de los hombres y ronda el 50 por 100, al alcanzar el escalafón más alto, la cátedra, esa cifra es muy dispar y se sitúa en solo el 2 por 100 en las universidad públicas y en el 29 por 100 entre las privadas, por lo que aquí, ha dicho, «el techo de cristal es mayor».
Instantes previos a la presentación del informe, Puy ha advertido a los medios de comunicación que es el momento «oportuno» para que las universidades y los organismos públicos de investigación pongan en marcha políticas de igualdad y acciones concretas.
Sin obviar las dificultades que supone compaginar la carrera científica con la familiar, Puy ha considerado que «es un mito que las mujeres rechacen puestos de máxima responsabilidad en las instituciones científicas» y sí una realidad que «cada vez se las invita más a participar en cargos, pero menos a hacerlo en ponencias o congresos y, eso, puede llegar a mermar su carrera investigadora».
En esta línea, ha reflexionado que la clave «no está tanto en atraer mujeres, por ejemplo en áreas científicas que están más infrarrepresentadas, sino que una vez dentro no existan barreras y que las oportunidades reales de participación sean las mismas» para hombres y mujeres.
Al respecto, ha abogado por políticas activas de conciliación y puso como ejemplo a las de la propia Universidad regional.