El Gobierno de Castilla-La Mancha prepara un programa, dentro de la Estrategia Regional contra la Despoblación, por el que financiará estudios de Formación Profesional y universitarios a los jóvenes de zonas despobladas que desarrollen su vida laboral posteriormente en su pueblo, con la condición de que su familia también se quede en el pueblo en el momento en el que los jóvenes emprendan estos estudios.
Así lo ha explicado el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, en la presentación de la Estrategia Regional contra la Despoblación, junto con los agentes sociales, donde ha dado algunos detalles sobre este programa de ayudas para facilitar los estudios no obligatorios, que tiene como propósito la fijación de la población en las zonas que sufren el despoblamiento y están en riesgo de hacerlo.
Muchas familias se marchan al comienzo de los estudios
Y es que uno de los problemas que ha detectado el Gobierno regional con respecto a la despoblación es que muchas familias se marchan de los pueblos cuando sus hijos comienzan a cursar estos estudios, principalmente lo hacen hacia las capitales de provincia.
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Por ello quieren idear un sistema por el cual los alumnos reciban ayudas con las que puedan sufragar los gastos que implica comenzar los estudios fuera de casa, unas ayudas que podría ser a fondo perdido si los jóvenes, tras finalizar los estudios, vuelven al pueblo o a cualquier otra zona despoblada de la región para desarrollar allí su vida profesional.
Esta iniciativa todavía está en un periodo de gestación y se hará de la mano de entidades bancarias que ayuden a la financiación. Posteriormente y «en función de las decisiones de los jóvenes», según ha recordado Guijarro, esos préstamos serían «reintegrables o no», puesto que sería el Gobierno regional quien se haría cargo de los mismos si los jóvenes ayudan a luchar contra la despoblación regresando a una zona afectada por este problema.