Castilla-La Mancha va a crear 60 aulas comarcales para garantizar la escolarización de 2 a 3 años en las zonas que sufren despoblación extrema. Estarán integradas en los colegios y tendrán personal propio, en concreto un técnico que será supervisado por un maestro del centro.
Así lo ha explicado en rueda de prensa el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, que ha presentado en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno esta novedad junto con la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosana Rodríguez, quien a su vez ha detallado la «Estrategia 0-3 años», por la que se crearán 3.317 plazas en toda la región y, de ellas, 1.200 corresponden a estas aulas de escolarización infantil de 2 a 3 años en zonas despobladas.
«Somos muy conscientes de la incapacidad técnica que tienen los ayuntamientos en estos territorios para crear escuelas infantiles», ha dicho el vicepresidente, y por ello se crearán estas 60 aulas para «garantizar» la prestación de servicios en estas zonas, en cumplimiento con las medidas extraordinarias que el Gobierno regional está poniendo en marcha en las zonas afectadas por la despoblación y que incorpora la ley de esta temática aprobada recientemente.
«Lo que planteamos es un modelo extraordinario para las zonas afectadas por la despoblación. Uno de los ámbitos en los que hacemos especial hincapié es en el educativo», ha indicado Guijarro.
Las 60 clases, que se llamarán Aulas 2.3, se crearán en el próximo curso, a pesar de que la estrategia presentada hoy tiene horizonte en 2022. En total se contralarán a 60 técnicos, uno por aula, según marca la ley, ha dicho la consejera.
Requisitos
La implementaciones de estas nuevas aulas tendrá algunos requisitos. Uno de ellos es que haya un mínimo de 4 niños de esa edad. El aula será comarcal y el centro educativo tendrá que tener espacio disponible.
Además, en la zona no debe haber ningún recurso educativo infantil, puesto que el propósito de estas aulas es dar servicio en zonas donde no existe, no interferir en las zonas donde sí los hay.
«No queremos limitar la demanda de los centros ya existentes», ha dicho Guijarro.