El rector honorario de la Universidad de Castilla-La Mancha Luis Arroyo Zapatero ha sido elegido miembro correspondiente de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de París, una institución fundada en 1832 que forma parte del Instituto de Francia.
Luis Arroyo ha sido elegido para formar parte de la sección de Ciencias Morales y Sociología de la Academia, según ha informado a Efe el propio rector honorario.
Arroyo se ocupará de cuestiones relacionadas especialmente con la globalización y sus aspectos políticos, culturales y jurídicos, así como de la armonización jurídica internacional.
Esta academia tiene como fin proporcionar información confiable y consejos razonados sobre debates y temas que afectan el futuro de la sociedad.
Su campo de competencia cubre todo lo que se relaciona con lo humano, en su dimensión individual o colectiva.
Tomará posesión el 4 de noviembre
El profesor Arroyo Zapatero tomará posesión de su sillón el próximo 4 noviembre y pasará así a formar parte de la institución que entre sus miembros solo cuenta dos españoles.
Además del catedrático de la UCLM, la Academia de Ciencias Morales y Políticas de París ha elegido también como nuevos miembros a Jean Vitaux, médico y presidente de la Academia de Gastronomía de Francia; Maurice Quenet, historiador del Derecho y antiguo rector de París VII y de Niza; y Philippe Petit, profesor de Filosofía Política en Princeton.
Luis Arroyo Zapatero fue rector de la Universidad de Castilla-La Mancha entre los años 1988 y 2003.
Catedrático de Derecho Penal, es director del Instituto de Derecho Penal Europeo e Internacional de la UCLM, presidente de la Société Internationale de DefénseSociale, con sede en Milán desde 2003; vocal del Consejo Científico del Instituto Max-Planck de Derecho Penal Internacional de Friburgo en Alemania de 2007 a 2017 y vicepresidente de éste desde 2010.
En declaraciones a Efe, Luis Arroyo ha asegurado que esta propuesta de formar parte de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de París le ha sorprendido especialmente, ya que su vinculación siempre ha estado más ligada al mundo germánico.
En este sentido, ha apuntado que la decisión de contar con él se ha debido principalmente a su trayectoria científica como penalista y criminólogo.
Y ha subrayado que se han valorado sus trabajos en campos como «la globalización del crimen y la armonización internacional de las normas penales».