«La pornografía que se consume está pensada para el placer del hombre, con mujeres sumisas y cosificadas». Por todos lados, en todas las estructuras y en cada una de las manifestaciones culturales, nuevas o antiguas. Ahí vive el machismo y desde ahí crece y se reproduce. El machismo está en el origen y el fin de la violencia de género que mata a las mujeres con cifras escalofriantes o que las hace víctimas de agresiones sexuales que se ven como costumbres, como «lo normal». El machismo es el origen y el fin de discriminaciones en todos lados: la casa, el trabajo o la sociedad. Combatirlo desde todos los frentes, ya sea ayudando a sus víctimas o sensibilizando a la sociedad es tarea fundamental del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, que dirige Araceli Martínez, con la que hemos mantenido una entrevista en encastillalamancha.es.
En una comunidad eminentemente rural, donde los estereotipos machistas cunden más y son más difíciles de desarraigar y en la que el comienzo de año ha sido «una auténtica masacre» de mujeres asesinadas por sus parejas, Araceli Martínez alerta de que hay que mantener la guardia alta, con la implicación de todos y sabiendo que el peligro afecta también a los más jóvenes. Las redes sociales que utilizan, las películas que ven, la música que escuchan o los videojuegos que les enganchan reproducen parámetros sexistas que acabarán desencadenando violencia sobre las mujeres y perpetuando la desigualdad. Así de claro lo tiene y lo avisa la directora del Instituto de la Mujer, quien, además, se lamenta de la parálisis que para medidas en todos estos frentes va a suponer el rechazo de los Presupuestos regionales, tras votarlos en contra y por sorpresa Podemos.
Todas las áreas del Gobierno están evaluando “daños” por el rechazo de los Presupuestos de 2017 tras votarlos Podemos en contra. ¿Cómo afecta al Instituto de la Mujer?
Para el Instituto de la Mujer tiene graves repercusiones, porque con el nuevo Presupuesto avanzábamos en más recursos económicos y, por lo tanto, en más líneas de actuación contra la violencia de género, la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres y seguir dando pasos a favor de la implementación del principio de transversalidad. Solo por poner algunos ejemplos. Es una irresponsabilidad del Grupo Podemos, que ha puesto por delante intereses de carácter partidario o personal, no lo sé, de lo que afecta a los ciudadanos de CLM. Nuestro área afecta al 50 por 100 de la población, desde luego no es un espacio menor de repercusión.
¿Cuáles van a ser los programas más afectados?
Por ejemplo un programa novedoso para la atención especializada a víctimas de agresiones sexuales para complementar la campaña “Sin un sí, es un no”, líneas de subvenciones para intervención social y educativa para la prevención de la violencia de género y la promoción de la igualdad, subvenciones para la visualización del colectivo LGTBI y la lucha contras las discriminaciones. Pensemos que, por ejemplo, las mujeres no heterosexuales sufren una doble discriminación; o las mujeres transexuales. Queríamos llevar adelante con la Universidad una cátedra de género para realizar estudios focalizados en igualdad… Subvenciones dirigidas a mujeres con discapacidad, que son víctimas de una doble o una múltiple discriminación… Está en peligro la realización del Plan Estratégico de Igualdad, porque el anterior ya ha vencido, queríamos recuperar la escuela de pensamiento feminista…
[ze_summary text=»Ahora que empezamos a cambiar el rumbo del barco, todo se ve suspendido por la irresponsabilidad de Podemos»]Ahora que empezamos a cambiar el rumbo del barco, todo se ve suspendido por la irresponsabilidad de Podemos[/ze_summary]
¿Han empezado a llamar y mostrar preocupación los colectivos afectados?
Sí. Piensa que durante cuatro años del PP apenas ha habido convocatoria de subvenciones, estaba todo congelado cuando no disminuido y ahora, que empezamos a cambiar el rumbo del barco, todo eso se ve suspendido. Por ejemplo, en relación a la subvención que concedemos para el funcionamiento de la Red de Centros de la Mujer y Recursos de Acogida, que son 84 centros y 14 recursos de acogida, ahora mismo está congelada. El año pasado, con un importante incremento presupuestario, recogimos una demanda para que las educadoras sociales que trabajan en recursos de acogida tuvieran esa consideración profesional, porque la inmensa mayoría estaban contratadas como cuidadoras. Este año, con el presupuesto prorrogado no podremos contratar a más. Lo que está sucediendo es grave. Todas esas medidas que se mueven en el campo de lo simbólico, de la sensibilización, de la prevención ahora mismo no podemos avanzar con respecto a lo que hicimos en 2016, que ya dimos la vuelta al calcetín del Instituto de la Mujer e implementamos muchas medidas novedosas.
Hay gente que aún no tiene claro que tenga que haber un Instituto de la Mujer… Piensan que eso es una discriminación en sí misma. ¿Cómo les convencerías, con cifras, por ejemplo de la cantidad de mujeres que reciben ayuda?
Decir que no es necesario un organismo de igualdad es aceptar que la desigualdad no existe y podemos constatar en la vida cotidiana que eso no es así. Las feministas siempre decimos que ojalá que no tuviéramos que conmemorar nada de igualdad, pero desgraciadamente las brechas de género y las discriminaciones existen. Y en Castilla-La Mancha, qué podemos decir después de un comienzo de año que ha supuesto una auténtica masacre en cuanto al número de mujeres asesinadas y algunos de sus hijos e hijas. La violencia de género no es sino la manifestación más cruel, más dramática, más repugnante de las desigualdades que todavía existen entre mujeres y hombres. Es auténtico machismo.
Más de 6.000 llamadas en el teléfono contra la violencia de género 900 100 114
¿A cuántas mujeres están llegando?
La violencia de género requiere una acción multinivel por parte de todos los poderes públicos: judicial, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado… Desde el Instituto de la Mujer proporcionamos recursos de asistencia y protección a las víctimas de la violencia de genero y, por otra parte, y era lo que se había dejado de hacer últimamente, la prevención y la sensibilización. A lo largo del año pasado recibimos más de 6.000 llamadas relacionadas con la violencia de género a través de la línea 900 100 114, que es de carácter gratuito y está atendida por profesionales, no solo para mujeres víctimas de violencia de género, si no para otros profesionales que llaman para plantear dudas o pedir consejo de cómo proceder ante determinadas situaciones. En cuanto al número de atenciones en los recursos de acogida, entre las mujeres residentes y las nuevas usuarias, ronda las 300 personas.
Me gustaría, además, poner de manifiesto otra cuestión, que es la naturalización de la violencia de género entre las personas más jóvenes, porque también es un indicador. Cuando hablamos de desigualdades solemos poner el foco sobre la violencia de género porque es el problema más grave, pero también tenemos que pensar en otras discriminaciones que todavía se mantienen: pensemos en las brechas salariales, la precariedad laboral, que es mucho más intensa entre las mujeres, los famosos techos de cristal… Y debemos hablar sobre corresponsabilidad, porque hasta ahora la falta de conciliación se ceba sobre las mujeres, lo que se traduce en una sobrecarga de trabajo dentro y fuera de la casa y solo nos puede liberar de esa carga una verdadera corresponsabilidad de los varones en las tareas de la casa, de cuidados…
“¿Cuántas veces una mujer ha llegado a los centros de la mujer pensando que lo que las ocurría era lo normal?”
Si el machismo retrocede, ¿por qué cada vez hay más casos de violencia de género, incluso de muertes? ¿Coincide con los estudios que concluyen que zonas rurales, como Castilla-La Mancha, la violencia de género es mayor?
Todos los estudios nos muestran que en las zonas rurales los estereotipos sexistas están más arraigados y esto tiene una repercusión directa no solamente sobre la violencia de género, si no sobre todas las formas de desigualdad. Efectivamente, en una comunidad como la nuestra tenemos que incidir también en el ámbito rural para generar oportunidades para las mujeres. Creando más igualdad estamos haciendo la mejor labor preventiva contra la violencia de género. En este sentido, en el Instituto de la Mujer estamos convencidas de que tenemos que desarrollar medidas de discriminación positiva para las mujeres en el medio rural.
¿Cuántas veces una mujer ha llegado a los centros de la mujer pensando que lo que las ocurría era lo normal? Que los malos tratos físicos, psíquicos, económicos era lo normal… Y descubren que no es normal. Esa infelicidad, esa angustia provocadas por el control era precisamente eso, violencia de género. De los 84 centros de la mujer, una parte muy importante están ubicados en el medio rural. Y, por ejemplo, en Noruega ha llamado la atención un aspecto de nuestros centros, porque no son exclusivamente unidades de atención a las víctimas de la violencia de género, son unidades para promover la atención en todos los ámbitos, desde el punto de vista social, jurídico, psicológico y laboral.
¿Sigue habiendo mujeres que confiesan eso de “al principio me pegaba lo normal…”?
Sigue existiendo. Recuerdo un caso de una madre y una hija, víctimas de la violencia de género, que habían interiorizado que los malos tratos eran lo normal de la sumisión de las mujeres a los hombres. Tuvo que ocurrir una situación verdaderamente grave, muy, muy seria, para que la hija reaccionara y con ello la madre y se dieran cuenta de que lo que había ocurrido era el estallido final de muchos años de malos tratos y de acciones violentas. Y entre las personas jóvenes, los signos de la violencia de género tienden a normalizarse, sobre todo la violencia de control, que es la que más se lleva a cabo por parte de los chicos jóvenes hacia las chicas jóvenes.
Hay encuestas en las que las chicas jóvenes confiesan que les parece normal que su novio les lea los mensajes del móvil, les digan que llevan demasiado escote…
Sí. Se confunde con el amor, con los mitos del amor romántico. Estos mitos de que el amor todo lo puede, de que la persona que te ama jamás te va a hacer daño, de que si te está controlando es porque te quiere locamente y no puede vivir sin ti… Los celos… La violencia se disfraza de un falso amor.
“A través de las redes sociales también se produce violencia de género y, además, muy devastadora”
¿La escuela no es aún suficiente antídoto para acabar con esos falsos mitos?
Desde comienzos de año estamos trabajando con la Consejería de Educación en la elaboración de contenidos para una asignatura que nos permita abordar objetivos contra la violencia de género. Es fundamental la implicación de toda la comunidad educativa, del profesorado, de las familias y, por supuesto, del propio alumnado, en hablar y discernir qué es la violencia de género y porqué se está perpetuando.
Pero aún siendo fundamental el ámbito educativo, tenemos que ver que los agentes socializadores no solo son estos y es muy importante la sociedad de hoy en día, de la información y el conocimiento. Cómo nos manejamos a través de las redes sociales, dónde también se produce violencia de género y, además, muy devastadora. ¿Qué influencia tienen sobre nosotros las series, las películas, los dibujos animados? Esos instrumentos de entretenimiento e incluso de socialización legitiman los mitos del amor romántico e incluso formas de violencia de género, donde las mujeres son sumisas a los hombres. Pensemos, por ejemplo, cuál es la pornografía que se consume habitualmente, qué papel juegan las mujeres… Es una pornografía pensada para el placer el hombre, donde las mujeres son absolutamente cosificadas y ofrecen un modelo de relaciones sexuales que no es real… ¡Pienso!… Ja, ja, ja…
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