Nadie diría que este hombre sereno, comedido, meticuloso y cortés se mezclaba un día entre las filas de «la demencia»… Ya saben la enardecida afición del Estudiantes, equipo de sus amores, al que pertenece sentimentalmente desde sus tiempos de estudiante en el Ramiro de Maeztu y al que sigue ligado como socio del club. Es Juan Ramón Brigidano, juez decano de Toledo y titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la capital, el único de la provincia con funciones de juzgado de lo Mercantil, un mal lugar para ver la realidad en tiempos de crisis, cuando los despidos son por cientos y las quiebras se llevan por delante las obras completas de empresarios de toda la vida.
Brigidano es uno de esos servidores de la Justicia a los que le rechina que los suyos se mezclen con el estrellato o la política. Y lo deja claro, junto a otros asuntos sobre los que opina prudentemente, pero sin morderse la lengua, en la entrevista que mantuvo con encastillalamancha.es.
Juez desde 1990, su primer destino fue Tenerife. Siguió Jaén. Y, de momento, Toledo, donde tomó posesión como titular de Juzgado de Primera Instancia e Instrucción en enero de 1999. Decano de los jueces de la provincia desde 2002, puesto para el que ha sido reelegido en dos ocasiones más, también es miembro electo de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha y está en posesión de la Cruz de San Raimundo de Peñafort, de la Cruz al Mérito Policial y de la Medalla del Colegio de Abogados de Toledo. Profesor de la UCLM, ha dado clases y cursos a policías, guardias civiles y funcionarios a lo largo de los años.
Defiende que los jueces son gente normal, preocupada por los problemas de su tiempo, que siente como cualquiera los dramas que caen en sus manos y se aleja de aquellos que adoptan una actitud distante con la sociedad a la que imparten Justicia.
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“SE HA NOTADO QUE LOS JUECES HACEMOS ALGO MÁS QUE JUZGAR Y HACER EJECUTAR LO JUZGADO”
Tengo la sensación, no sé si la comparte, de que los jueces viven una especie de “momento dulce”. Por un lado, ha mejorado la valoración que los ciudadanos hacen de ustedes y, además, España tiene en sus manos los casos que más alarma social producen, como los desahucios y los asuntos de corrupción política.
Momento dulce, no; pero es verdad que hemos subido en la consideración de los ciudadanos en la medida que la sociedad ha entendido que somos parte de un poder, pero un poder con sensibilidad. Aunque siempre se ha ejercido esa sensibilidad, ha sido invisible y desde hace un tiempo para acá, a raíz de algunas conclusiones de los congresos de decanos y de algunas informaciones que han salido a pie del calor social, en el tema de las hipotecas o los desahucios, se ha notado que los jueces hacemos algo más que juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. El momento dulce llegará cuando eso sea un servicio público que dé una respuesta rápida y de calidad.
“EN NÚMERO DE JUECES POR HABITANTE ESTAMOS EN DATOS TERERMUNDISTAS”
¿Dan abasto con la tarea?
Ahí vamos…
Porque llevan años denunciando una asfixiante falta de medios. Y supongo que no han sido ajenos al efecto de los recortes públicos.
La justicia está recortada de siempre, incluso en la época de bonanza ya lo estaba. Con lo cual, los recortes en la justicia se notan menos en la medida en que los medios siempre han sido escasos para dar una respuesta a todo lo que nos venía. Se han acentuado porque la crisis da lugar a un aumento exponencial en algunos asuntos muy sensibles, como despidos, concursos y algunas reclamaciones civiles como desahucios hipotecarios. El problema es que estamos en datos tercermundistas en cuanto a número de jueces por habitante. Se han hecho una serie de medidas, refuerzos, que pueden paliar, pero no arreglar el asunto. La realidad es que dónde haya un juzgado debería haber tres. Y donde hay un juzgado que hace primera instancia, mercantil y violencia sobre la mujer, pues no se da una respuesta rápida, porque hay que hacer una especialización que, al menos en Toledo, no existe.
Pues uno de los preceptos para que la justicia sea tal es que sea rápida…
Efectivamente. Lo que se hace es seleccionar. Como no se puede dar una respuesta digamos normal a todos los asuntos, lo más sensible y lo más urgente se extrae del resto, que lleva una respuesta más dilatada.
“NO COMPARTO QUE EN ESPAÑA LA JUSTICIA SE PARE ANTE LOS PODEROSOS”
Le voy a decir algunas de las frases típicas y tópicas que se dicen sobre la Justicia en España. Y me gustaría que las comentara.
He escuchado a algunos policías, e incluso a algunos jueces, decir que ante determinados poderosos de la política o la economía la Justicia, en España, se para.
No lo comparto.
¿No es más fácil conseguir justicia si eres rico que si eres pobre?
Es más fácil en la medida que están mejor asesorados. Se trata de tener razón y mostrarla, pero ante una situación de igualdad, es decir, el poderoso asesorado y el débil asesorado, no es verdad.
¿No son impresionables los jueces por los poderosos?
En absoluto.
Por lo menos de una manera generalizada…
En absoluto.
Pero, ¿existe la presión?
No, es una presión argumental.
Quiero decir que si se descuelga el teléfono para que ante determinados casos o personas los jueces sientan la presión del poder y se piensen mucho lo que hacen.
Ah… Vamos a ver…
Por ejemplo, en la prensa las presiones existen.
Lo sé, lo sé… Soy consciente de que uno puede sentirse presionado en la medida que resuelve un asunto que pueda afectar a cientos de trabajadores respecto de un asunto que carezca de trabajadores, porque hay una sensibilidad detrás; puede sentir una presión subjetiva, porque hay que resolver y lo que resuelve es importante, pero no de cara a sentir que la resolución gusta o no gusta a ese poder.
“COMPARTO QUE SE PUEDA TENER LA PERCEPCIÓN DE QUE ENTRAN POR UNA PUERTA Y SALEN POR OTRA, NO ES CULPA DE LOS JUECES”
Otro tópico. Los cogemos, entran por una puerta y los jueces los sueltan por otra. Esa es una queja muy común de los Cuerpos de Seguridad.
Los jueces los sueltan por otra puerta, o por la misma; esa es la duda, si es otra puerta o es la misma. La cuestión es que es posible que una reincidencia policial sin ser una reincidencia policial; es decir, sin antecedentes por penas inferiores a dos años, si el fiscal no pide prisión, el juez no lo puede hacer. No es ningún tópico. Efectivamente, entran por una puerta y salen por otra, pero porque no se ha podido convocar para prisión porque no existe un argumento, por muchas veces que le hayan detenido policialmente, sin antecedentes, para poderle ingresar en prisión por un asunto no demasiado grave. Comparto, ¿eh?. Comparto que se tenga esa percepción y no es extraño.
Lo que no comparte es que se culpe al juez de ello.
Eso es.
Entonces, en su opinión, ¿tiene más que ver la actuación de las Fuerzas de Seguridad o de la Fiscalía?
No. Los fiscales tampoco pueden acusar o pedir una pena de prisión a quien normalmente va a ser condenado a una pena privativa de libertad inferior a dos años y, por lo tanto, se va a suspender. Los argumentos legales para ingresar a una persona en prisión preventiva es que cuando se dicte la sentencia vaya a ingresar en prisión; si no, es que tampoco podemos hablar de eso. Tenemos los medios que tenemos y el fiscal no puede adelantar una condena de alguien que va a quedar libre.
Un último tópico. Con las mismas leyes se dictan sentencias distintas; por ejemplo, sucede en los casos de desahucios.
Sí, es correcto. Con la misma ley en un sitio se dice que el crédito tiene una caracterización determinada; otro, otra… Pero para eso está el Tribunal Supremo. Hay que entender que los jueces no son máquinas, si lo fueran bastaría con un programador que los programase de una determinada manera… Pero, como los jueces no son máquinas, ese principio de independencia hace que lo vean de una manera en un sitio y de otra en otro. Por eso la propia estructura constitucional, judicial y legal hace que haya uno órgano, que es el Tribunal Supremo, que deba decidir una unificación.
También se puede acudir al espíritu de la ley, cuando la letra no resuelve el caso.
Claro. Hay gente que lo interpreta de una manera y otros de otra, pero eso forma parte de la normalidad.
Los jueces de Toledo fueron pioneros en la interpretación de la ley que permite desahucios para evitar poner a las familias en la calle.
Efectivamente.
¿Tuvieron que vencer muchos obstáculos?
No. El problema que teníamos es que llegaban preguntas de los jueces sobre qué hacemos: ejecutamos, no ejecutamos… Llegaba a ser un problema e intentamos que al menos siete jueces no dieran siete respuestas. Hicimos una Junta para salir del impasse y, de hecho, a los pocos días de la celebración de esa vino ya una regulación legal que aclaraba lo que había que hacer y que no se distinguía mucho de lo que nosotros, de forma interina, pretendíamos hacer y siempre diciendo que esto es interino y conscientes de que así era, porque iba a salir una resolución.
¿De qué se quejan los jueces? ¿Qué le piden al juez decano, sobre todo?
Bueno, se quejan poco al juez decano. Digamos que las juntas de jueces que se hacen para unificar criterios, para remitir peticiones de forma unánime, de lo que se quejan es de la carga de trabajo. Entonces, se articulan soluciones, incluso imaginativas, dado que no se crean juzgados desde hace un par de Presupuestos Generales del Estado, y se plantea vamos a pedir refuerzos, ya que salen jueces de la Escuela sin plaza, vamos a articular algo que permita agilizar la respuesta.
“SIN DUDA, LOS JUECES PUEDEN SENTIR FRUSTRACIÓN Y DESÁNIMO, SOBRE TODO EN LAS SITUACIONES EN LAS QUE LLEVAMOS AÑOS EJERCIENDO”
¿Ser juez es una profesión o una vocación?
Es una profesión, lo que pasa es que no cabe duda de que no es una profesión normal. Puede ser que los periodistas también se lleven el trabajo a su casa, pero el juez, sí… Si entendemos una profesión como un trabajo de ocho horas, no es así; porque te abarca mucho más de ocho horas, incluso en períodos donde uno está teóricamente ocioso, puedes estar enganchado a algún tipo de procedimiento. Por lo tanto, tiene algo que vocacional, sí.
Por lo tanto, en las circunstancias actuales, una vocación que puede verse afectada por la frustración y el desánimo.
Sin duda alguna. Muy acentuado. Frustración y desánimo, sobre todo en las situaciones en las que llevamos años ejerciendo.
En estos momentos, ¿cómo está la moral de los jueces?
Bueno… Hemos tenido momentos álgidos, y ustedes lo saben, de reivindicaciones que hemos hecho públicas… De salidas a la calle, incluso. Ahora mismo, dado que hay algunas soluciones legislativas sobre la mesa, como tribunales de instancia, instrucciones del fiscal, ley de demarcación, que supone cosas tan relevantes como la desaparición de partidos judiciales… Estamos todos esperando a ver cuál es la decisión, trabajamos en estas malas condiciones, pero estamos esperando, porque eso nos afectaría de una forma directa. Por ejemplo, si a la capital de provincia, que es Toledo, vienen juzgados de toda la provincia, la posibilidad de dividir jurisdicciones es muy evidente. Pero eso aleja la administración de justicia del ciudadano, que es lo que dicen los alcaldes de los pueblos. Pues en esa tensión, que es la que tiene que resolver el legislador, es en la que nos encontramos, estamos un poco esperando…
“LOS JUECES SIEMPRE HEMOS RECLAMADO LA DESPOLITIZACIÓN DE LA JUSTICIA, LOS VOCALES LOS TIENEN QUE NOMBRAR LOS JUECES Y NO LOS PARTIDOS”
¿Espera que el ministro de Justicia haga caso a los jueces en sus reivindicaciones?
Los jueces siempre hemos planteado una reclamación de despolitización de la Justicia y no cabe otra despolitización de la Justicia que el nombramiento de los vocales por parte de los jueces y no de los partidos políticos, porque si no empezamos a tener espejos, en los que el arco parlamentario se refleja en el Consejo General del Poder Judicial y eso es algo que creo que se debe evitar. Ésa es la principal, tiene que haber una terapia de la gente que diga, perdone, pero somos independientes de cualquiera que esté en el poder. Eso no se ha conseguido, porque el Consejo General del Poder Judicial ha sido nombrado por quien ha sido nombrado, con lo cual habrá gente muy válida pero hay problema de inicio. Por otro lado, ahora la Administración de Justicia tiene recortes, por lo que no sé hasta qué punto se puede desarrollar una administración ágil. Están paralizados proyectos que ya había en Toledo como el Instituto de Medicina Legal, reformas de la Audiencia y otras instalaciones están paradas. Aquí tenemos una zona de reserva que podía servir para crear más juzgados, pero claro, ante la indefinición, pues no sé qué decir… No sé si esperar o no esperar… Estamos en esa fase, que nos dicen que antes de final de año… Veremos.
¿Está politizada la Justicia?
Debo decir que esto tiene dos formas de verse. Si es verdad lo que la gente cree, es verdad que la Justicia está politizada. Y la Justicia está politizada, precisamente por lo que ven de órganos que no son necesariamente judiciales, como el Tribunal Constitucional, el Consejero General, que tampoco administra justicia y la imagen que da es de politización, en la medida en que se reproducen conductas de los partidos políticos. Son órganos que nombran, por ejemplo, los que van a juzgar aforados y eso es una relación demasiado sensible. Ahora, desde el otro punto de vista, que la idea política del juez pueda influir de cara a sus resoluciones, esa ya digo que no.
“EL 99 POR 100 DE LOS ASUNTOS JUDICIALES NO TIENEN NINGÚN COMPONENTE POLÍTICO”
¿Le nombre el partido que le nombre y aunque le nombre pensando tenerlo a su favor si sale algún caso que le afecte? Me refiero a los que son elegidos a propuesta del parlamento.
Pero la cuestión es, por ejemplo, Toledo. ¿Qué tenemos en Toledo? Desahucios, hipotecas, reclamaciones de cantidad, las goteras del vecino… ¿Eso tiene componente político? No. ¿Un despido o un concurso de acreedores tienen componente político? No… Pues esos son el 99 por 100 de los asuntos. Puede tener una demanda en el derecho al honor de la presidenta, eso sí; pero eso es 0,0000… entre los miles de asuntos.
Quiere decir que en el día a día la politización ni siquiera ha lugar…
¡Para nada!. Pero la gente sí lo piensa y como lo piensa hay que decir, tiene usted razón en pensarlo, porque eso da lugar a politización.
“ME PARECE MAL, MUY MAL, QUE LOS MIEMBROS DEL CONSTITUCIONAL O EL SUPREMO MILITEN EN UN PARTIDO POLÍTICO”
Personalmente, le parece ¿bien o mal? que los miembros del Tribunal Constitucional o el Supremo militen en un partido político.
Mal, muy mal.
¿Alguna vez, desde cualquier instancia, han intentado torcer su voluntad como juez?
No. Le diría que las personas que más tratan de influir en nosotros es la gente más humilde, que viene por aquí con su asunto… Mire lo que le pasa a mi hija… Pero no tanto por influir como por acelerar el asunto, que se resuelva pronto.
“LOS JUECES SOMOS COMO TODO EL MUNDO, LE SORPRENDERÍA LO POCO QUE ESTAMOS EN LA TORRE DE MARFIL”
¿Los jueces son como todo el mundo?
¿En qué sentido nos referimos?
Me refiero a que existe la imagen del juez como la de una persona que se mezcla poco con el común de los mortales y que circunscribe sus relaciones a su círculo profesional.
No es el caso. Somos como todo el mundo. Llevamos a los niños a colegios, como todo el mundo; vamos a reuniones de padres, como todo el mundo; los fines de semana corremos los pabellones para ver si el chico gana o no gana; vamos a restaurantes mirando el menú del día, como todo el mundo… Esos círculos que dice, la gente se sorprendería de lo poco que estamos en la torre de marfil.
¿Es bueno que el juez salga de la torre de marfil o es mejor que se mantenga a distancia de los asuntos que juzga?
A la hora de decidir, hay que oír lo que dice todo el mundo, pero estar al margen. Pero a la hora de pasear por el parque, no.
“PONERTE ENCIMA DE LA MESA EL DESPIDO DE CIENTO Y POCO TRABAJADORES… A MÍ ME HA COSTADO… SON PERSONAS”
¿Cuál ha sido su decisión más difícil como juez?
Por dificultad, al inicio de los concursos de acreedores, los despidos masivos de trabajadores dentro de los grandes grupos de empresa que hemos tenido en la provincia de Toledo. Luego, digamos que se ha sido consciente de ese componente social y se ha llegado a más acuerdos, pero al principio ponerte encima de la mesa el despido de ciento y pico trabajadores, a mí me ha costado.
¿No se refiere a la dificultad técnica, sino al drama humano?
Sí. Porque son personas que con 40 años a ver dónde iban ya…
Y, ¿el mejor momento o el caso que le ha hecho más feliz por ser juez y poder cerrarlo?
Habría que pensarlo, pero muchas veces la gente te comenta y te da las gracias, aunque no suelen hacerlo, en casos que a lo mejor son poco relevantes, pero luego te dicen eso que usted hizo, pues hizo reflexionar… Algún tipo de agresiones familiares, que adoptas una decisión que se lo piensan y luego se reconduce la situación.
Alguna vez, porque la ley o las pruebas no permitían otra cosa, ¿ha visto ganar al malo, permítame la expresión?
Porque el “bueno” no ha demostrado la culpa del, digamos al “gris”… Porque aquí no hay blancos y negros normalmente.
“NO CAMBIARÍA NINGUNA DE MIS SENTENCIAS, LAS HUBIERA EXPLICADO MEJOR SI EN LUGAR DE 50 HUBIERA 5”
¿Cambiaría alguna de sus sentencias?
No en cuanto al resultado, sino porque ha habido épocas de auténtico desbordamiento y no se dan las explicaciones que el ciudadano se merece, porque había 50 sentencias que había que poner. Si en lugar de 50 hubiera 5, pues se darían muchas más explicaciones. Pero no diría sí dónde antes dije que no.
¿Usted está a favor o en contra de la doctrina Parot? ¿Qué hubiera votado?
Mi opinión es que hay que cumplir las penas.
Le voy a pedir que me dé una opinión personal, judicial o como quiera, sobre algunos casos que se juzgan en España y que están en boca de todos.
El caso Bárcenas. Del caso Bárcenas en general no puedo opinar. Del caso Bárcenas en Toledo sí debo decir que es un asunto que, dentro de nuestros medios, se ha hecho lo mejor posible y es una demanda del derecho de honor de una persona muy importante respecto de otra, también muy importante mediáticamente. La gente debería saber lo que lleva detrás un juicio de un caso como ese. Debo decir que el caso Bárcenas se va a tratar con el respeto más absoluto a las normas y que la gente se va a quedar muy satisfecha de lo que se diga.
¿Ha sido un juicio más? ¿O le han dado las partes más dolores de cabeza?
Muchos más. Las partes y los medios de comunicación. No es lo mismo un juicio con 50 medios acreditados, más la gente que quiera ver… Con una necesidad de una organización previa, la gente debería saber que se ha estado toda la semana preparando ese juicio y con unas personas aquí instalando cámaras. No es un juicio más, sí lo debo decir.
“FUE MUCHO MÁS DISPARATADO EN CUANTO A MEDIOS EL JUICIO DEL TEMA ORTIZ QUE EL DE BÁRCENAS”
¿Le pidió alguna de las partes alguna cosa extraña a la que tuviera que decir que no?
No, no… Pero debo decir otra cosa. Dentro de la importancia, que tiene mucha, fue mucho más disparatado en cuanto a medios el juicio de Telma Ortiz, que era como tres veces más periodistas.
¿Está satisfecho de cómo transcurrió todo?
Sí, estoy satisfecho en lo que a mí me concierne. Leer (lo publicado sobre el juicio) y no aparecer los juzgados para nada… Me produce gran satisfacción que pasemos inadvertidos.
¿El caso de los ERE en Andalucía le merece algún comentario?
No.
¿Los que se están juzgando en la Audiencia Nacional en relación con entidades financieras como Bankia, CCM, Caixa Catalunya, etc.?
(Niega con la cabeza).
Un juez, Elpidio José Silva, ha sido apartado por el Consejo y hay gente que piensa que la razón es que ha pisado un terreno muy resbaladizo al mandar a Miguel Blesa a la cárcel. ¿Me da su opinión?
No puedo.
¿Quién ha sido, en su opinión, el mejor ministro de Justicia de la democracia? Y, ¿el peor?
¿El mejor? Uffff… No sé que decirle. Llevamos una época de tal parálisis… Hubo un cambio muy relevante cuando se pasó del método escrito al método oral en la resolución de los procedimientos civiles. Ahora, respecto de la inversión de porcentaje de PIB para dar una respuesta rápida, dejan mucho que desear todos.
“NO ESTOY EN DESACUERDO EN QUE SE PUEDA DEJAR LA JUSTICIA POR LA POLÍTICA, LO QUE NO VEO ES LA VUELTA”
¿Está a favor de la puerta giratoria entre la judicatura y la política?
No, no estoy de acuerdo. No estaría en desacuerdo en una puerta de salida, un juez que tiene esa sensibilidad y cree que va a prestar su servicio mejor que con una toda; por supuesto. La cuestión es la vuelta.
No comparte que la puerta sea giratoria.
No la veo.
¿Tiene un criterio sobre si la privatización de ese servicio público que es la Sanidad es legal o ilegal?
No, ese es un tema que me desborda. Sobre el contencioso no soy capaz de decir nada.
¿Qué ramas de la justicia funcionan mejor?
El contencioso está completamente atascado por un aluvión que hubo hace años, lo que sucede es que las tasas han afectado directamente a la entrada de asuntos en materia contenciosa y es verdad que es la materia digamos más sensible a una rebaja. No van bien, porque están resolviendo procedimientos antiguos, pero con el tiempo puede haber algún tipo de actualización. La justicia penal es la más ágil, hay una intervención directa y es lo que yo creo que funciona de una forma más normal.
“¿JUECES ESTRELLA? NO ES MI ESTILO”
¿Qué sentimientos le sugieren los llamados jueces estrella?
Bueno… El juez que es estrella porque el asunto que tiene es muy mediático, me merece toro el respeto. El juez estrella que lo es por algo más, porque sale por ahí a explicar su caso, pues no es mi estilo.
LA PRENSA Y LA JUDICATURA
¿Cómo valora el papel de la prensa con la judicatura?
La prensa local, muy bien, muy bien; muy sensible y muy encima de cómo van las cosas, muy enterada. La prensa nacional, poco enterada. Están en los casos estrella, jueces estrella, politización y poco en los casos que son del día a día del ciudadano, de saber qué pasa si uno tiene la desgracia de ir a un juzgado.
Daría por bien empleado este mandato como juez decano, si al final de él hubiera conseguido ¿qué?
Muy fácil, división de jurisdicciones.
“LOS JUECES MERECEN UNA MEDALLA POR SU IMPLICACIÓN, POR VER LAS PERSONAS DETRÁS DE LOS PAPELES… Y UN TIRÓN DE OREJAS LOS QUE SON DISTANTES”
¿Por qué diría que los jueces merecen una medalla y por qué un tirón de orejas?
Medalla por su implicación, por ver las personas detrás de los papeles y preocuparnos de que las cosas funcionen, tener esa sensibilidad de sacar lo importante y no dejarlo en el montón. Muchos jueces son sensibles, se preocupan, protestan y dicen a la inspección que cree juzgados. Y un tirón de orejas a las personas que de alguna manera asumen esa función un poco distante, yo creo que hay que ser cercano.
Pero piensa que la mayoría de los jueces no son distantes ni indiferentes a los dramas que muchas veces les toca juzgar.
Creo que la mayoría no lo son, en absoluto. Y sienten esa impotencia en esa incapacidad para resolver pronto.
¿Qué España se ve desde la judicatura?
Los que estamos en órganos que tienen una relación directa con la crisis, estamos también en contacto con las desgracias, porque no se puede hablar de la crisis como de aspectos puramente económicos… En ese sentido parece un desmantelamiento. Y no sé si es significativo, pero parece que se ha parado el número de concursos que entraban, desde hace un mes.
¿Cómo se ve Castilla-La Mancha desde la judicatura?
Como un sitio donde había empresas que eran prácticamente un monocultivo de la construcción: puertas en Villacañas, tejidos en las zonas de Talavera y Sonseca, cerámica industrial en toda la zona de la Sagra… ¿Cómo se va a ver, si no se vende nada, no se hipoteca nada? Pues es un sitio muy sensible, aquí no tenemos una costa donde vengan extranjeros a reconducir la situación porque sea un sitio especialmente atractivo. Depende única y exclusivamente de ese sector y como está mal, pues se ve francamente mal, en la medida en que no se ponga sobre la mesa que va a haber capacidad económica para hacer infraestructuras, o que la gente pueda acceder a vivienda o que los bancos vuelvan a dar crédito. Como eso no se ve todavía, pues es una zona un poco sensible.
¿Qué se le ocurre si le pregunto por…?
María Dolores de Cospedal. La he saludado, es la presidenta de Castilla-La Mancha y como tal, me merece todo el respeto.
Emiliano García-Page. Le he tratado también y el alcalde de Toledo también me merece todo el respeto.
Vicente Tirado. También le he tratado, es una persona muy cercana y me pareció que tiene un trato muy cordial.
Leandro Esteban. También le he tratado, con familia que trabaja en los juzgados. Tiene un trato cordial.
Marcial Marín. No puedo opinar, porque no le he tratado.
Ignacio Echániz. Le he saludado fugazmente.
Arturo Romaní. No le he tratado.
Carmen Casero. No la he tratado.
Marisa Soriano. No la he tratado.
Marta García de la Calzada. No la he tratado.
Jesús Labrador. Le conozco por cuestiones de trabajo, también es una persona cercana.
Gonzalo Moliner. El presidente del Consejo General del Poder Judicial. No le conozco personalmente y de sus actuaciones dentro del Consejo debo destacar una cosa, porque sé que es una persona que ha sufrido críticas, pero en su Consejo se ha aprobado, por primera vez, la medición de cargas, que nos va a indicar si un juzgado tiene el triple o el cuádruple de lo que es normal. Por fin un Consejo ha aprobado eso.
Francisco Pérez de los Cobos. No le conozco.
“TENGO DE VICENTE ROUCO LA MEJOR DE LAS OPINIONES”
Vicente Rouco. A parte de ser el presidente del Tribunal Superior de Justicia de CLM, mi presidente, tengo un trato de amistad; entonces tengo la mejor de las opiniones.
Manuel Gutiérrez Sánchez-Caro. Igual, me une un trato de amistad.
Javier Gómez Bermúdez. No le conozco.
Pablo Ruz. No le conozco.
Baltasar Garzón. Tampoco.
“ME DARÍAN EL DISGUTO DEL SIGLO SI ME TUVIERA QUE IR FORZOSO A LOS DESTINOS DE LA AUDIENCIA NACIONAL”
¿Se cambiaría por alguno de estos jueces de la Audiencia Nacional, por su relevancia?
¡Por supuesto que no! En absoluto, me darían el disgusto del siglo si me tuviera que ir forzoso a alguno de esos destinos.
Javier Gómez de Liaño. Le conozco de referencias.
Juan Carlos Ortiz. Tengo buen trato con él y buena opinión.
Alfredo González Ruiz. Tengo buen trato, pero le conozco menos que al anterior.