Sonrisa permanente y una enamorada de su trabajo, sea cual sea. Ahora se dedica en cuerpo y alma a Unicef Castilla-La Mancha, de la que es presidenta, y todavía no entiende el trato que se les ha dado a los refugiados en Europa.
Ha trabajado entre cerdos, loncha pacá loncha pallá aunque no sepa ni cómo se corta un jamón, vaya ejemplo en la familia, ja, ja, ja…, pero su voluntad de hierro la hizo enamorarse, como le enseñó su padre, de la parte buena de todos sus trabajos.
Están leyendo el adelanto de la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es. Nuestra protagonista es Asunción Díaz del Río, quien además imparte clases en la Universidad regional e incluso están en plena faena de montar una pequeña empresa en el Congo.
Sigan y sabrán que…
Ha trabajado entre cerdos, ha revisado corrales, se ha metido en el fango, «es que era un trabajo muy bonito», se crió entre jamones aunque ella no tenga ni idea de cómo cortar una loncha… Ja, ja, ja… Muy, pero que muy «echá palante» que es Asunción Díaz del Río, presidenta de Unicef Castilla-La Mancha, además de profesora asociada en la Universidad regional y otras cosas más… ¡Pero si incluso hizo cirugía en pequeños animales en una clínica de experimentación en Alemania donde se ponían marcapasos y ahora está empeñada en montar una pequeña empresa en la República Democrática del Congo!
Pero por la sonrisa de una niña o un niño ella…
Por cierto, que lo que están leyendo es el adelanto de la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es que, completa, podrán leer mañana viernes.
No entiende el trato que en Europa estamos dando a los refugiados, de hecho, «a veces siento vergüenza por ser europea, no solo por los tratamientos que están recibiendo los niños en los países de camino, sino porque llegan a Europa y siguen sufriendo muchísimas agresiones de todo tipo». Todavía recuerda la historia de esa madre de familia que tuvo que cruzar fronteras hasta llegar a su destino y a sus hijos les aplicó la bendita receta de «La vida es bella», montarse una realidad paralela como juego para que ellos no descubrieran ni vivieran el aterrador drama que les esperaba durante el camino…
Asunción es contundente cuando habla y ha vivido mil y una peripecias. Como aquel día que estaba en el interior de un banco, jovencita que era, y entraron cuatro hombres armados hasta los… ¡Todos al suelo! Ufff…
Muy amiga de sus amigos, le encanta que su casa siempre esté llena de gente, cuanta más mejor, y no tiene ningún reparo en contar la historia del matrimonio de sus padres, cuando sus abuelos maternos se opusieron a la boda de su hija con Manuel Díaz (quien luego montaría Navidul, un emporio del jamón) porque… «Mi madre era de una familia de ganaderos, de gente de pueblo pero con dinerete, y mi padre era hijo de un hombre alcohólico, de una mujer que sacó a sus seis hijos adelante, una familia complicada… Mi padre no era un novio querido para los padres de mi madre. Pero todo hay que verlo en su contexto y la evolución». Porque luego la historia cambió de tal forma que…
Mañana conocerán el final…
Ahhhhh… Que no se me olvide… Fue muy noviera, dio muchas más calabazas de las que le dieron a ella, nunca daría la orden de matar a nadie, siente pánico por los murciélagos, un día iba por el desierto de Arizona y vio a lo lejos…
¿Y de la primera vez que hizo el amor? ¡¡¡Pero Asunnnnnnn…!!!
Mañana más…