Una mujer en un mundo en el que predominan los hombres y los hombretones. Es, nada más y nada menos, la presidenta de Asaja Toledo, así es que se pone los pantalones por la mañana y ¡hala!, a la tarea… Es Blanca Corroto y lo que leen es el adelanto de la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es que, completa, publicaremos mañana viernes.
Se pone el campo por montera y…
¿Quién ha sido el mejor consejero o la mejor consejera de Agricultura que ha tenido Castilla-La Mancha? «Pues aquí, en Asaja, siempre nos habéis oído decir que…». ¿Contesta? ¿O hace mutis por el foro? La protagonista es Blanca Corroto, presidenta de Asaja Toledo, quien se ha sometido esta semana a la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es que publicaremos completa el viernes y de la que están leyendo un adelanto.
Oiga, ¿echa de menos el Comité Ejecutivo de Fedeto? Porque les recuerdo que la echaron hace ya un tiempo y ella afirma que fue porque… Es de las poquísimas mujeres que ocupan un puesto directivo en Asaja en España y cuando se juntan con tantos hombres y hombretones a su alrededor cada vez que hay una reunión nacional… Ja, ja, ja…
Dice que es muy directa, muy franca, que las cosas las dice a la cara, que es como le gusta que se lo digan a ella, que nunca miente, pero que… ¡Que es casi más bruta que un arao! Pero solo en algunas ocasiones y en las formas de decir las cosas, porque del fondo no se arrepiente jamás. Lo dicho, dicho.
Y con los ecologistas, ¿qué tal se lleva? Pues ahora tienen un tema entre ceja y ceja por una ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) y les pide… «¡Un poquito de moderación, que estamos llegando a unos extremos…!».
Que un día, lo dice con la boca chica porque no quiere hablar mucho del asunto, pero lo dice, que un día le invitaron a entrar en política, por mucho que insistí no me dijo quién, pero que les dijo directamente que no, que verdes las han segado.
Aún recuerda el día que se emborrachó por primera y última vez, «¡me daba vueltas todo, qué mala me puse!»; sabe ordeñar cabras, porque lo aprendió de pequeñita, pero no ovejas, y la diferencia, ya se lo explico yo, está en el tamaño de las ubres; de los periodistas cree que como en botica los hay buenos y malos, que ella tiene alguna experiencia que todavía la escuece; y se marcaría un tango con… ¡Antonio Banderas! Bien pegaíto y muy agarrao, «¡y que me enseñara, claro, porque yo no sé bailarlo!»…
Ahhhh…
¿Quieren saber lo que me contó cuando le pregunté qué recuerda de la primera vez que hizo el amor?
¡Blancaaaaaa…! Ja, ja, ja…
Mañana más…