En realidad, si el arzobispo Braulio Rodríguez y los curas de la parroquia de nuestro protagonista de la Entrevista Irreverente leyeran estas preguntas y, sobre todo, las respuestas, dirían, según el propio Fernando Redondo Benito: «Hágase tu voluntad». Pues eso, que él lo tiene muy claro. Como cuando afirma en voz alta que «donde más pobreza hay, más felicidad existe. De hecho, el jesuita Ignacio Ellacuría (asesinado hace unos años en El Salvador) hablaba de la civilización de la pobreza, recalcando que es a lo que debíamos tender».
Misionero en ciernes y socialista de corazón, lo que no le impide estar entre sotanas casi a diario, el presidente del Centro Unesco de Castilla-La Mancha tiene 31 años, nació en Tembleque (Toledo) y además de estudiar en su día Aministración Pública se ha enfrascado ahora en el primer curso de Ciencias Religiosas en el Instituto Superior de Santa María, en la capital regional.
Cervantino convencido, la búsqueda del mito literario le ha llevado a viajar por medio mundo. Pero caló hondo en él México, «que me tiene enamorado», y en especial Guanajuato. «He hecho muchas actividades cervantinas sin ninguna subvención pública, lo puedo decir muy fuerte y muy claro».
Entre sus hobbies, la lectura, la fotografía y la música. Tocaba el saxo hace unos años en la Banda de Música de su pueblo y ahora quiere retomarlo. Una anécdota al respecto: «De pequeño me decían que cuando me preguntaran qué tocaba yo debía responder: el saxofón y lo que me dejan. Ja, ja, ja…». El lema de su vida sería el activismo cultural y social. Y, desde luego, no rehuye ningún tema: el aborto, las declaraciones del obispo de Alcalá, la Teología de la Liberación, la cacería de Su Majestad…
¡Un espíritu libre en un alma bendita! ¡Sí señor!
Cristiano absolutamente convencido y socialista absolutamente convencido. ¡Algunos no se lo van a creer!
Posiblemente algunos no se lo crean, pero es cierto que cuando te invitan a algunos actos, y recuerdo uno de profesionales cristianos… Cuando vas a un sitio y dices que eres cristiano giran la cabeza, te miran, sonríen… ¡Y se callan! Cuando vas a otro sitio y dices algo de las ideas socialistas hay silencio, sonríen, te miran… ¡Y te callan! Pero no es solo compatible, sino que radica la esencia misma de mi trabajo, de mi compromiso, de ese deseo que tengo de ser rebelde y de ser revolucionario.
¡Como el Ché Guevara!
No necesariamente. No encajo con… No busco ciertos perfiles revolucionarios… Muchas veces se ponen etiquetas de personajes históricos, pero ocultando mucho su historia. Y a mí me gusta mucho entrar en su historia, en la esencia, y desde la raíz misma dialogar y debatir. Por eso muchas veces las creencias hay que dejarlas en el lugar donde están las creencias. En Toledo hay políticos que saben de mi debate sobre la caridad, saben que no se pueden prostituir ciertas palabras.
¿Por ejemplo?
Caridad. Esa palabra ciertos partidos políticos la cojen como si fuera un menosprecio, situándola en la beneficencia. Y cuando te vas a la etimología ves que es amor y estar con el otro. Como la compasión, que es compadecer con el otro. Y yo estoy cansado de que se prostituyan ciertas palabras.
Una pregunta obvia en su caso: ¿por qué no es del PP?
Tengo buenos amigos en el PP. Ja, ja, ja… ¡Muy buenos amigos! Y es más lo que nos acerca que lo que nos aleja. De hecho hace un momento he visto en encastillalamancha.es unas declaraciones de Pepe Bono donde hablaba de que prefiere a Javier Arenas que a ciertos líderes de IU. Es mucho lo que nos acerca en el humanismo cristiano. ¿Por qué no del PP? Quizás porque es lo que he aprendido en la sacristía desde que era monaguillo. El otro día escuché a Page decir que hay personas ideológicamente poliédricas, que para la defensa del medio ambiente son de extrema izquierda, que para la defensa de otras cosas son más de centro… Y en ese movimiento poliédrico es donde estoy yo; es decir, buscar el diálogo, el consenso… Ahí me encuentro con todo el mundo y en el mismo sitio.
Usted hace las fotos al arzobispo Braulio Rodríguez. ¿Él sabe que usted es socialista?
Debe intuirlo. Ja, ja, ja… Por lo que ha visto de mi trabajo en el mundo de la solidaridad… Es verdad que colaboro con el «Padrenuestro» y esta Semana Santa he hecho reportajes. Es parte de mi labor como cristiano. En los medios de comunicación se puede y se debe evangelizar, hay que dar testimonio.
Pero habrá algún cura que en alguna ocasión le haya dicho: ¡Usted es socialista!
Sí. Muchos consiliarios, incluso a nivel nacional… Hay momentos que incluso han sido complicados, la fe con ciertas decisiones políticas en momentos particulares son difíciles. Y yo vivo la fe.
¿Teología de la Liberación o Iglesia pura y dura?
Iglesia universal, diocesana y local. Estoy dentro de la Iglesia.
¿Conoce curas «rojos?
Ésa es una definición un poco extraña, ¿no? Conozco curas… No voy a decir tanto como rojos pero sí obreros. Leí hace poco un artículo de alguien que decía que hay que recuperar el ejemplo profético de los curas obreros.
Entonces… ¿Conoce curas rojos?
Conozco curas obreros.
Cristiano absolutamente convencido, socialista absolutamente convencido… ¿Está de acuerdo con el aborto?
Yo soy de los que piensan que el aborto crea un debate algunas veces demasiado instrumentalizado y a veces demasiado mediatizado. ¿Hay que abogar por el derecho de la mujer? Por supuesto. Pero también por la vida humana. En todos sus extremos. Yo defiendo la dignidad humana en todos sus niveles. Los cristianos socialistas lo que decíamos era, primero, más información; segundo, más respeto a la vida.
Pero está a favor del aborto o no…
En los planteamientos… En la última reforma se creó crispación, creo que hay que valorar la vida humana aunque también respetando a la mujer. Es compatible y el aborto, tal y como se plantea desde ciertos extremos, no estoy de acuerdo.
En Semana Santa el obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig, dijo que la homosexualidad es una enfermedad que tiene cura; y…
Se equivocó… Se equivocó…
…Rápidamente el arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez-Sistach, defendió todo lo contrario, que no es ninguna enfermedad.
Estoy más de acuerdo con el arzobispo de Barcelona, ¡por supuesto! Yo creo que el de Alcalá se equivocó por la vinculación que hizo con la prostitución. Se ha columpiado absolutamente.
¿Hizo huelga el 29-M?
Hice… Ja, ja, ja… Hice un encuentro callejero con mis amigos de encastillalamancha.es. Ja, ja, ja… Ese día yo tenía que haber ido a una actividad a Talavera, previamente programada, pero no pude ir porque no tuve coche propio. Pero sí fui a la oficina por una cosa muy sencilla. Es verdad que hay cosas de la reforma que a mí no me gustan, pero no es menos cierto que tenía que entregar un informe final de un proyecto que representa a personas en otros países. Si tengo que mirar por mis derechos en estos momentos o por los derechos de personas de otros países que están más vulnerados que los nuestros, miraré siempre por los otros.
¿Está en contra de ciertos aspectos de la reforma laboral?
Todos los especialistas dicen que ninguna reforma laboral crea empleo. Pero veo que se pierden muchos derechos del trabajador. Me acerco a la carta del obispo de Ciudad Real.
¿Le hubiera gustado ser misionero?
Estoy en ello. Misionero laico seglar. Me estoy formando. No sé dónde, pero es momento de evangelizar fuera y dentro y de comprometerse. Donde sea. La vocación existe, la radicalidad de esa llamada también, ahora tengo que formarme, buscar el momento…
Vamos a entrar en polémica… ¿Qué le ha parecido lo que hizo Su Majestad? (La entrevista se realiza antes de que el Rey pidiera perdón públicamente).
Yo soy comendador de número de la Orden Real de Isabel la Católica por mis actividades cervantinas en México y en Argentina. Pero… Creo que se ha equivocado. Por lugar, por gesto, por forma… Éste es un momento de dar ejemplo, de dar testimonio.
¿La Iglesia peca?
¿A lo largo de la historia? Sí. Como todos. Como cualquier institución, comete errores. Somos humanos.
¿Está de acuerdo con la pena de muerte?
No. Rotundamente no.
¿Milita en alguna ONG o asociación?
En ONG y asociaciones la lista sería interminable. Milito y además no solo pago la cuota, sino que milito. Y militar significa participar.
Sin trabajo ni prestación, ¿qué estaría dispuesto a hacer para comer?
Si es para comer yo, pedir con dignidad. Por cierto, algo que está haciendo mucha gente ahora. Por fortuna están Cáritas y otras organizaciones cristianas. Y si no fuera para mí, lo que hiciera falta dentro de los límites de la ley. Si hiciera falta irse a por un melón o una sandía… ¡A lo mejor hay que salir corriendo con un saco! Luego ya pondré una nota diciendo: «Con todo el cariño». Ja, ja, ja…
¿Prohibiría la prostitución?
Las prohibiciones no me gustan. Sí perseguiría la vulneración de cualquier derecho humano. Y me preocupan dos cosas: que España empiece a ser el burdel de Europa y, en el ámbito de la economía, hay un proyecto que quieren dos ciudades como si fuera la panacea del mundo, Eurovegas, sin pensar en la ética y en los valores también me preocupa mucho.
¿Cuál fue su primer sueldo y en qué se lo gastó?
Sin cotización en la Seguridad Social… Como monaguillo y acabó en la hucha. Serían unas 50 pesetas en mi pueblo, en Tembleque (Toledo). Estuve de monaguillo hasta los 14 años.
¿Por qué Fernando Redondo no es cura?
Porque no ha llegado esa vocación.
¿Qué personaje histórico le gustaría ser?
¿Tiene que ser un personaje histórico? Si pudiera y a pesar de los sufrimientos que han tenido durante su vida, en mis abuelos. Mi abuelo Evaristo, que ya falleció; mi abuelo Fernando y mi abuela Trinidad. Por lo que me han transmitido. Lo que yo he aprendido de ellos, y de mis padres, por supuesto, es lo que forma parte de mí y lo que soy. A pesar de la Guerra que tuvieron que vivir, de cómo tuvieron que sacar a sus hijos… Es la vida por la que yo lucharía.
¿Con qué duerme? Si duerme con algo, claro.
Con pijama. Sí, sí, sí… Siempre, de invierno o de verano.
¿Qué libro está leyendo?
Estoy con «Juan de Mairena», de Machado, obra cumbre de la filosofía y, por cierto, muy vinculado al hombre y al lenguaje del pueblo. ¡A ver si aprenden estos políticos de unos y otros a transmitir y a hablar como…! Y he estado leyendo hace poco «Jesús de Nazaret», de Benedicto XVI, que te marca; «Estepa, el cardenal de la catequesis», de Juan Rubio. Y un libro que me encanta: «Yo no vengo a decir un discurso», de Gabriel García Márquez.
¿En qué película le hubiera gustado actuar?
¡Ya actué en una! Fui extra de una serie que se grabó en Tembleque sobre las revoluciones. Vestido de época, tenía nueve o diez años y lo único que tenía que hacer era jugar. Y por cierto, sin mezclarme con las niñas. ¡Por la época que era, en el siglo XIX!
Cuando va al fútbol, ¿insulta al árbitro o a los rivales?
No insulto, ¡bastante tienen! Ja, ja, ja… No soy de ningún equipo, pero sí me gusta pinchar a los madridistas.
¿Su mayor travesura?
Yo creo que mi vida en sí es una travesura. Y una sonrisa.
¿Qué programas del corazón ve?
¡Rotundamente, ninguno! Ni zapping.
Defínase: ¿de derechas, de izquierdas o de centro?
Lo he dicho antes: poliédrico. Y con un sentido, ese humanismo del que nunca me voy a separar.
¿Cree que el tamaño importa?
He estado comiendo con una amiga… Estábamos comiendo patatas fritas y me ha dicho: «Depende, ¡pero déjame a mí las pequeñas!». Ja, ja, ja… Y he reunido a mi comité de sabias via WhatsApp diciéndolas: «Queridas amigas, ¡necesito ayuda! ¿Qué tengo que decir?» Ja, ja, ja… Todas me decían: ¡Depende! Pero yo soy aristotélico en eso y una amiga, la periodista de RCM María José Acevedo ya dijo en esta misma Entrevista Irreverente que la virtud está en el justo medio. Y es así. En todo.
¿El juego del parchís es cosa de hombres? Se lo digo porque ya sabe aquello de que se comen una y cuentan 20…
¡Y las mujeres!
¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?
Pero… Te voy a dejar una pregunta casi retórica. Una propuesta. ¡Qué interesante sería hacer un mapa de caminos y de territorios de La Mancha! Qué interesante, ¿eh?
¡Que usted los conoce bien!
¡Puede…! ¡Puede…! Ja, ja, ja… ¡Territorios de La Mancha! Ja, ja, ja…
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