Toledana de 44 años, estuvo seis viviendo en Alemania porque su padre se fue a trabajar de soldador. «Entonces yo era una extranjera en Alemania, pero cuando venía a Toledo era alemana, por lo que mis padres se plantearon que eso no podía ser y me enviaron a Toledo antes de que ellos regresaran, con mis abuelos».
Se define como una auténtica revolucionaria y es concejal de Ganemos en el Ayuntamiento de Toledo. Delegada de Participación Ciudadana y de Transparencia, ha sido durante los últimos cuatro años una de las caras más visibles y «guerreras» de la Asamblea en Defensa de la Sanidad Pública, a la que se incorporó «a los tres o cuatro meses de que se pusiera en marcha, con luchas muy duras porque somos profesionales que trabajábamos dentro de la Sanidad. De hecho, me llegaron a amenazar con abrirme un expediente, pero no pudieron».
Ella es Helena Galán y lo que leen es la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es.
Entre sus aficiones, la natación, «me encanta nadar, me relaja muchísimo, me tranquiliza; además de mis amigos de toda la vida, de los que me siento muy orgullosa porque en esta etapa en la que he luchado mucho ellos siempre han estado ahí, nunca me han fallado».
A los 14 años ya corría detrás de los caballos de la Policía en Madrid sin que lo supieran sus padres, de pequeña afanaba una pieza de fruta cada día hasta que se enteró su abuela, cuando fue a ver a la Pilarica a Zaragoza…
¡La que se armó!
Pero mejor pasen y lean…
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Lleva la Concejalía de Transparencia en el Ayuntamiento de Toledo. ¿Hace falta transparencia en la política?
Sí. Sin dudarlo. Hace falta transparencia total. La transparencia no es solo saber qué cobra un concejal ni saber sus bienes, es mucho más. Parte de que unos presupuestos deben ser transparentes, cualquier ciudadano puede verlos y saber lo que está viendo. Por ejemplo, yo la web que más conozco es la del Sescam (Servicio de Salud de Castilla-La Mancha) por temas de trabajo y, sinceramente, para llegar a algo era una pestaña, otra, otra, otra…
Daba vueltas en el laberinto…
Sí, sí… Llegué a la conclusión de que estaba creado para que la persona que quisiera ver algo llegara un momento en el que dijera: ya lo preguntaré. No estaba creada para el usuario, ni siquiera para el trabajador. ¡Simplemente ver los cursos que ofertaba el Sescam era un laberinto!
Entonces quiere que todo sea transparente.
Incluso queremos que las agendas de los concejales sean públicas. De hecho, vamos a empezar a hacerlo en la página de Ganemos y luego trasladarlo a la página del ayuntamiento, queremos que se sepa la agenda de todos los concejales. Pero primero tenemos que empezar por nosotros, por Ganemos, que nuestra agenda sea pública.
Usted iba como número 4 en la candidatura de Ganemos Toledo. ¿Esperaba que iba a salir elegida concejala?
Pues mira, ehhhhh… Al principio esperábamos tener más concejales. Cuando se hicieron las Primarias yo sí esperaba más, pero cuando se rompe con Podemos todos nos desilusionamos, dijimos que madre mía, cómo lo íbamos a hacer… Yo ahí veía que teníamos tres concejales seguro… La duda era si salía yo o no. Pero al principio esperábamos, mínimo, siete u ocho concejales.
¡¡¡¿¿¿Mínimo???!!!
Sí. Teníamos claro que era una situación… La gente estaba muy harta del PP y del PSOE, buscaba una alternativa y la idea era aglutinar a toda esa gente indignada.
¿Conocía a la alcaldesa, Milagros Tolón?
No.
¿Hay feeling entre ustedes?
Sí, sí, sí… Tenemos una relación totalmente cordial. Yo soy de las personas que dejo tiempo y tengo que conocer a la gente. Yo creo que ella tenía al principio menos feeling conmigo, se pensaba que yo era de otra manera; ja, ja, ja… Ha mejorado su opinión.
¿Qué es lo primero que cambiaría en la ciudad de Toledo?
Los ciudadanos tienen que actuar, que participar… Si yo pago impuestos, eso se debe quedar en la ciudad. Y los ciudadanos tienen que decidir y participar en qué nos lo tenemos que gastar. No vale decir eso de se me ha ocurrido hacer esto…
¿Eso significa que el toledano participa poco?
¡No participa nada! Toledo participa mucho en bares, en reuniones con amigos… La culpa es de quien no les ha dado la oportunidad.
Pues usted es también la concejala de Participación Ciudadana. ¿Qué va a hacer para cambiar esa dinámica?
Lo primero que voy a hacer es cambiar el reglamento de las Juntas de Distrito. Hay que intentar que su opinión cuente, que su opinión llegue a los Plenos y que ellos vean reflejado lo que dicen en las actas de los Plenos. Que se sientan escuchados y que vean que sus opiniones también valen, que sus palabras no se las lleve el viento.
¿Le gustaría, algún día, ser alcaldesa de Toledo?
Ufffff… ¡No! ¡Es una responsabilidad muy grande! Yo vengo de la parte social y mi cambio ha sido… A lo mejor me haces esta pregunta dentro de cuatro años y te digo que sí quiero ser alcaldesa, pero ahora mismo no. Creo que se necesita más experiencia, más recorrido, saber un poco torear, que todavía no he aprendido…
¿Se ha llevado en la vida muchos revolcones por no saber torear?
Decepciones. Muchas. Ahora también me las llevo. Hay mucha gente que no ha entendido este cambio.
¿Hay gente que no ha entendido su paso a la política?
Sí.
¿Ya hay gente que le dice que Helena Galán es casta?
Sí. Gente que yo consideraba… Simplemente por haberme cambiado al otro bando. Lo que pasa es que, sinceramente, cuando a mí me preguntaban por qué me iba las decía que llevaba cuatro años luchando contra un muro, otro, otro, otro… Llegó un momento en el que dije que tenía que entrar en política para intentar cambiar las cosas desde dentro, porque desde fuera es imposible. Y ahora todo el mundo me dice que yo ya he dejado de ser independiente, imagino que el tiempo me dará la razón.
Y ese concepto que ahora tienen de usted le ha disgustado…
Sí, sobre todo en casos que… Aunque los que realmente han estado conmigo, los que siempre me han defendido a capa y espada, siguen conmigo. El culpable de que yo entrara en política ha sido el PP, cuando los concejales se levantaron y se fueron del Pleno el día que yo tomé la palabra como ciudadana. Ese día fue cuando me dije: esto hay que cambiarlo. No puede llegar al Pleno un ciudadano de a pie y por decirle a un concejal que lo está haciendo mal, una persona que cobra un dinero público y que se le ha votado, se levante y se vaya. Lo único que hice fue enseñarle las fotos de pacientes en un pasillo al señor Fernando Sanz. Le pregunté que qué tal había pasado las vacaciones y él me contestó que bien. Yo le dije que me alegraba mucho, pero te voy a explicar cómo lo hemos pasado los que nos hemos quedado aquí. En la siguiente intervención Claudia Alonso dijo que yo le había insultado (a Sanz), pero demostré por activa y por pasiva que no había insultado a nadie.
Se levantaron los concejales del PP y se fueron…
¡Se levantaron todos!
Y ahora, que ha vuelto a coincidir con Claudia Alonso, ya como concejalas las dos…
No hay trato. Ella lo intenta, pero yo tengo… No sé si es defecto o es virtud, entiendo que todo el mundo es responsable de sus palabras y de sus actos, entonces cuando se levantaron en el Pleno yo me quedé perpleja porque no lo entendía… ¡Y aquí no ha pasado nada! No, no… Yo no la digo ni hola.
¿Eso no es ser rencorosa?
No, no soy rencorosa. Tiene que pedir perdón públicamente porque su justificación fue que yo había insultado a Sanz, pero tengo dos videos que demuestran que jamás le insulté.
Entonces, a ver que yo me entere… ¿Helena Galán ya es casta o no?
¡No, no, no, no, no…! ¡En serio! Si hay que poner pancartas o carteles soy la primera. No, no me considero casta, creo que no voy a ser casta. Ja, ja, ja…
¿Tardó mucho en decidir si se presentaba?
Sí. Tuve muchas dudas. Tengo un problema que creo que es un poco serio: tengo mucho celo de mi vida privada, que puedan utilizarla. No tengo nada que ocultar, ¡no tengo ni casa! Además, me da mucho miedo mi hijo, de 14 años, cuando vea lo que dicen de su madre.
Usted ha sido una de las personas más críticas durante los últimos cuatro años con el modelo sanitario que impuso el PP. Entonces… ¿Qué ha hecho bien el PP en Sanidad?
¡Nada! ¡Nada! ¡Nada!
¿Y lo peor que hizo?
Engañar a los ciudadanos.
Usted es enfermera y vio a los pacientes a los pasillos de Urgencias… Ese hospital se cae a trozos…
Sí. Pero la parte del techo que se cayó fue en una parte de nueva construcción. Y el PP creó la famosa UPI.
¿La UPI?
La famosa Unidad de Pre Ingresos, que dicho así suena muy bonito. No, era ocultar en los sótanos del hospital a una serie de pacientes que no es que no tuviesen camas, es que teníamos tres plantas cerradas. Entonces, al lado de Rehabilitación había una zona ancha, ésa es la UPI, y eso era sinceramente… Si ves las fotos son tremendas. Ves cómo en un lateral de una pared se ve una cama y lo siguiente es un cúmulo de cajas de suero al lado, que era el almacén. Eso era un cuadrado donde se ponían las camas, donde la única intimidad era un biombo… Mientras, había tres plantas cerradas.
¿Qué es lo peor que ha visto en el hospital Virgen de la Salud, en Toledo?
El pasillo de Urgencias, el pasillo de los horrores. Yo lo llamé el pasillo de los horrores por todo lo que se vivía allí, pacientes sufriendo y un profesional llorando de impotencia. Acabar tu turno y decir: ¡es que no me tengo que ir! Tengo compañeras que salían a las 10 de la noche y que a las 11 llamaban para ver si habían cursado una analítica… Y vuelves a trabajar al día siguiente.
¿Eso se va a arreglar con el nuevo Gobierno de Castilla-La Mancha?
Espero, exigo y deseo que eso se arregle. Y si no, la Asamblea en Defensa de la Sanidad Pública va a estar ahí. Hay que darles 90 días de plazo, pero sí le pido al nuevo Gobierno que la Sanidad sea primordial.
¿Cuándo cree que va a estar en funcionamiento el nuevo hospital de Toledo?
Imagino que va a ir por fases, no puede ser de otra manera, e imagino que para 2017 posiblemente esté.
Vaya revolucionaria que está hecha…
Mi lucha revolucionaria comienza en el primer sindicato de estudiantes que se crea en el instituto El Greco, en Toledo, con las manifestaciones en contra de la bendita Logse, yo era menor de edad totalmente, y decidimos un día irnos a Atocha, a Madrid. Nos cogimos el tren y nos fuimos a la manifestación. A la vuelta la sensación cuando vi a los caballos de la Policía metidos en los andenes de Atocha… Venían los caballos desbocados, bueno, no sé si los desbocados eran los caballos o los policías. Recuerdo que ni siquiera había dicho a mis padres que ese día me iba a Madrid… Sí, sí… Ahí empecé mi vida revolucionaria, mi madre siempre me ha dicho que yo era muy valiente. Pero nunca he tenido problemas con la Policía, siempre he sido muy comedida.
¿Quién fue su primer amor y a qué edad?
Ja, ja, ja… Mi primer amor fue un amigo de toda la vida y yo era muy jovencita, tendría 13 ó 14 años, el típico amor que… Vivíamos supercerca, nos llevábamos bien, era mayor que yo y recuerdo que cuando él ya tenía el carné… Yo esperaba a que llegara, reconocía su coche… Ja, ja, ja…
¿Quién le ha dado calabazas amorosas?
Sí, sí, sí, sí, sí… Me han dado más de una calabaza.
¿Usted hubiera dado la orden de matar a Bin Laden?
No. Nadie puede dar la orden de matar a nadie.
¿Alguna fobia confesable?
No, ninguna. Quizás, quizás… Pero no es fobia, es sensación de ahogo. Y no es que yo crea en la reencarnación y en esas cosas, pero a veces me gustaría saber por qué tengo esa sensación de… He sido socorrista toda la vida, nado muy bien y cuando veo los reportajes en televisión del Polo Norte o Sur, me da igual, el típico submarinista que va por debajo del hielo… Empiezo a agobiarme y pienso por dónde sale… Hay veces que me digo que yo en otra vida tuve que morir ahí porque… Ja, ja, ja…
¿Es partidaria de que las parejas de homosexuales adopten niños?
Sí, claro.
¿Alguna anécdota en algún viaje?
Ohhhhhhh… Recuerdo… ¡Ésta va a ser muy revolucionaria! Recuerdo que nos llevaron a un viaje a Zaragoza y quizás porque vivo en Toledo cada vez que veo una catedral fuera digo… Que no tienen nada que ver con la de Toledo. Entonces me pasó con la Pilarica, yo me imaginaba una virgen tremenda y llegué con mi colegio, que era de monjas, y no se me ocurrió otra cosa que decir: «Buahhhh… ¡Pues vaya mierda de virgen!». Delante de las monjas. Lo que me llevó a que me tuve que confesar, tuve que repetir lo que acababa de decir a un sacerdote maño… Pero fue eso, solo comparar y que se me escapó, ¡¡¡nunca pensé que estaba sor Isabel detrás!!!, ja, ja, ja… Estudiaba en La Milagrosa y yo tendría unos 13 años.
¿Qué le mandó rezar el cura?
Me mandó pedir perdón a todo el mundo, incluidas mis compañeras, por el comentario, y sí… Recuerdo que tuve que rezar tres Avemarías y cuatro Padrenuestros. Los recé con sor Isabel al lado, ella en alto y yo en bajo.
Por curiosidad, ¿es usted creyente?
No. Lo del colegio de monjas fue una imposición paterna.
¿Algo desconocido de Helena Galán que nos sorprendería?
Nooooo… Que fuese capaz de hacerlo todo sí. Me tiraría en paracaídas…
Sea sincera, ¿qué piensa de los periodistas?
¿Sinceramente? Entiendo que tenéis una labor muy complicada. Y entiendo que quizás, por comparaciones con otras épocas, creo que os habéis como muy clasificado. Os habéis vuelto muy clasistas. Yo he echado de menos en mi lucha esos periodistas valientes. El apoyo lo he tenido, pero ese periodista valiente, el hasta aquí hemos llegado, hay que plantarse, esto no puede ser…
¿Cuál fue su primer sueldo?
Uuuuuuuuu… Mi primer sueldo fue muy bueno, porque mi primer contrato le firmó mi padre. Yo era menor de edad, fue de socorrista, en Santa Cruz de Retamar. Fui muy valiente, yo me quería ir a un pueblo, quería alquilar una casa… Fui muy valiente al principio, claro, porque al final llamé a mi madre: «Mamá, te echo de menos, vente conmigo…». Ja, ja, ja… Pasamos el verano allí. Yo decía que mi primer sueldo era para mí, era para mí, era para mí… Mi madre dijo: perfecto, nadie va a tocar nada. Hasta que llegó el día 15 de ese mes y le dije a mi madre que necesitaba… Me dijo que mi sueldo se había acabado y me quedaban 15 días hasta cobrar de nuevo. Primera lección que aprendí, hasta el punto de que el día 1 del mes siguiente le dije a mi madre que tomara mi sueldo y que me lo administrara.
¿Alguna vez ha cobrado en B?
Jamás.
¿Tiene algún tatuaje o piercing?
Sí. Un delfín en el pecho. Un delfín porque es mi animal preferido. ¿Por qué en el pecho? Porque está al lado del corazón.
En caso de necesidad, ¿qué estaría dispuesta a hacer? Uno, robar para comer; dos, prostituirse para comer; o tres, engañar a Hacienda.
Robar para comer. Además, yo soy de las que no lo consideraría un robo. Es una necesidad, cuando un padre se ve en la necesidad de que su hijo tiene que comer y no tienes nada… Yo robaría para comer.
¿Con quién le gustaría echarse un bailecito?
Hummmmmm… Me encantaría bailar con George Clooney. Ehhhhh… Porque, fíjate, es el prototipo de hombre que me gusta en todos los aspectos.
¿Pena de muerte sí o no?
No.
¿Ha robado alguna vez?
Sí. Ja, ja, ja… Yendo a casa de mi abuela había una frutería donde ella iba todos los días a comprar fruta. Yo tendría seis o siete años, no más, y recuerdo los cestos puestos, yo llegaba, pasaba por allí, cogía una pieza y me la comía por el camino. Lo curioso de todo es que yo en casa de mis abuelos jamás comía fruta. A no ser que me comiera la manzana roja que le gustaba a mi abuelo. Hasta que un día el frutero le dijo a mi abuela que me llevaba una pieza cada día: una fresa, una guinda… Ella se hacía cruces y decía que eso era imposible, ponía la mano en el fuego por mí. Llegué y me preguntó, le dije que sí y me dijo que me iba a matar. Para mí llevarme una pieza de fruta cada día era como un juego, nunca pensé que le estaba robando.
Y a usted, ¿le han robado alguna vez?
Sí. Me robaron en la plaza de Zocodover, en los soportales. Iba hacia la entonces CCM, había un grupo de drogadictos, recuerdo que me habían regalado un anillo. Recuerdo la cara de él, que me dijo que le diera el anillo, pero le contesté que le daba la cartera, que ese anillo era mío y que yo mataba por ese anillo, que él mismo decidiera… Fue un atraco, vamos, le di la cartera, menos mal que no le di el sobre de Hacienda que llevaba ese día y en el que llevaba unos talones, era el último día para presentar la Declaración de la Renta. Denuncié y fue curioso, porque salió él de Comisaría antes que yo. Estuve declarando y cuando salí él ya estaba fuera.
¿El famoso que más le atrae físicamente?
Ja, ja, ja… Esto es por mi sobrino. Mi oro en paño es Míchel, el que fue entrenador del Real Madrid. Era mi oro en paño. Recuerdo que tenía una carpeta cuando estudiaba que tenía forrada de Míchel y recuerdo que mi sobrino llegó y me preguntó: ¿Tía, quién es éste? Le respondí: ¡Oro en paño! Ja, ja, ja…
¿Qué nos puede contar de la primera vez que hizo el amor?
Esto lo va a leer mi hijo… ¡Pues miedo! ¡Miedo a lo desconocido! Miedo a la famosa frase «te puedes quedar embarazada y…». Ja, ja, ja…