Atención, que este señor que ven en la fotografía será uno de los que a partir del 1 de enero de 2013 no cobrará nómina como diputado en las Cortes de Castilla-La Mancha después de que su jefa de filas, la presidenta María Dolores de Cospedal, anunciara en el Debate sobre el Estado de la Región que verdes las han segado y que el político que quiera ejercer como tal ha de ganarse primero un sueldo fuera del convento de San Gil.
Atención, porque el señor que ven en la fotografía, tan joven él, es también alcalde de su pueblo, Seseña (Toledo), allí donde el famoso El Pocero dejó sembrada su semilla inmobiliaria por los siglos de los siglos y, ¡ojo al dato!, en la actualidad no cobra como alcalde por aquello de las incompatibilidades.
Entonces, a partir de ahora… ¡Las cosas que tiene la política! «Tendré que elaborar los mecanismos necesarios para cobrar un sueldo», afirma. O, lo que es lo mismo, «tendré que cobrar de otro sitio, en este caso del Ayuntamiento de Seseña, lógicamente».
Atención, porque estamos hablando de Carlos Velázquez. O Charly, sin más, para los más amigos. Y esto es el adelanto de la Entrevista Irreverente que publicaremos mañana jueves, íntegra, en encastillalamancha.es.
Pues eso, pongamos la atención adecuada. Ja, ja, ja…
¿SERÁ YA UN AMIGO MÁS DE EL POCERO, AL QUE NUNCA LLAMA POR SU APODO?
Es curioso, pero nunca se refiere a Francisco Hernando como le conoce toda España, por El Pocero, sino que habla del representante legal de la empresa «tal». ¿Son ya amigos? ¿Hubiera permitido la construcción de El Quiñón, famosa urbanización ya en el mundo entero, de haber sido alcalde entonces? ¡Ufff…!
Entiende que los funcionarios estén cabreados, «pero la gente votó al PP para hacer lo que tuviera que hacer». Es más, «los funcionarios tienen derecho a estar cabreados, pero lo que tienen que hacer es un esfuerzo y ser conscientes de que tienen una situación de privilegio con respecto a otros empleados que no están en la cosa pública, sino en el sector privado. Entiendo su cabreo, pero seguro que tendrá su recompensa».
Es de esos aficionados que todavía le quedan al Real Madrid, que a estas alturas no sé si son muchos o pocos, y está a favor de Mourinho y sus cosas; y su primer sueldo lo ganó como integrante de la Banda juvenil de Música de Toledo, «yo con 16 ó 17 años era un buen partido porque tenía una buena hucha, mi madre me enseñó a ahorrar».
EL DÍA QUE, COMO CAMARERO, SE LE CAYÓ LA CABEZA DE LA LUBINA DEL PLATO Y CON EL PIE…
Pero, atención, ahí donde le ven, «el» Charly trabajó un par de años como camarero, de «extra» en un conocido restaurante de la capital regional sirviendo en bodas, comuniones, bautizos… ¡Y el día que se le cayó al suelo la cabeza de la lubina del plato, no se dieron cuenta los clientes y con el pie la metió debajo de la mesa! Ja, ja, ja… «¡Qué mal lo pasé!».
Admira a Juan Pablo II y a Tomás Moro; duerme siempre con un pijama de verano, haga frío o calor; le encantaron «El señor de los anillos», «Mamma Mía» o cualquiera de las barrabasadas que ha hecho Quentin Tarantino; y cuando ve al FC Barcelona… ¡Dejémoslo en que se enfada mucho y no le da por insultar!
Fue un trasto cuando de pequeño iba al colegio de monjas y «se nos caían» las bombas fétidas, aunque a cambio a él le «caían» collejas y chupitos (entiendan por chupitos pequeñas palmaditas en la frente).
¿Que si el tamaño importa? «Depende del lugar de dónde se mire». Insistimos y él erre que erre, «que depende, César, que depende…». ¡Pero Charly, que van a pensar que la tienes pequeña! Don erre que erre: «¡Que digan lo que quieran! Ja, ja, ja…».
Y el sexo y los lugares raros. ¡Aquí todo depende! Mañana, mañana… Cuando encastillalamancha.es publique, de forma íntegra, la Entrevista Irreverente. Pero mientras…