sábado, 23 de noviembre de 2024
Entrevista Irreverente a Luis Miguel Domínguez, naturalista y presidente de la Asociación Lobo Marley 29/06/2014junio 9th, 2017

Aunque nació en Madrid, sus raíces son puramente toledanas, ya que su madre, «mi querida Eugenia» es de Los Navalmorales, donde Luis Miguel Domínguez Mencía, protagonista de la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es, creció y, quizás lo más importante, se convenció de que él quería ser, por encima de todo, naturalista. Gracias al mítico Félix Rodríguez de la Fuente conoció, como muchos españoles de la época, al lobo, ese animal que le ha vuelto loco, en el sentido más pasional del término, durante toda su vida.
Hasta el punto de que ha vivido por y para el lobo, lo ha filmado en numerosos documentales, lo ha querido, cuidado, admirado… Y ha fundado la Asociación Lobo Marley, que así se llama por un lobo que tenía el pelo largo y lo mataron en 2012 en el Principado de Asturias, en el Parque Nacional de Picos de Europa, «lobo que había sido capturado para un estudio y al que unos cazadores le pegaron cuatro tiros. Le llamaban Marley por ese pelo que tenía, en honor a Bob Marley. Y yo me indigné infinitamente y fundé Lobo Marley como un símbolo».
Nuestro «lobo» particular tiene 51 años y cada vez que viene a Toledo no deja de pasarse por Pozo Amargo, la calle donde también vivió durante años su madre. Entres sus aficiones, «la percusión, quizás la única, y si no hubiera sido lo que soy habría sido percusionista». Además de perderse de vez en cuando por cualquier parte del mundo, principalmente en la Amazonia, «la sala de máquinas del planeta, ahí se cuece todo, las nuebes que dejarán lluvia esta tarde en Castilla-La Mancha se fabricaron allí…».
Pero, por encima de todo, el lobo…
Domínguez ha realizado infinidad de documentales de naturaleza para televisión y se ha relacionado con la Tierra de muy diversas formas. Su currículo es tan amplio que…
Entren en la Entrevista Irreverente, les aseguro que se meten en la mismísima boca del lobo…

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¡Que viene el lobo! Lo hemos escuchado muchas, muchas, muchas veces… Y siempre en sentido negativo.

Siempre en sentido negativo porque somos un ser acomplejado y miedoso. Si fuéramos un ser evolucionado y sensible nos daríamos cuenta de que ese ¡que viene el lobo! sería algo así como… ¡Jo, qué tesoro, qué bien, qué suerte tengo! Cuando un lobo asoma las orejas por una loma, por un monte, nos está demostrando que la vida ha vencido. Nos está diciendo: soy la proa del barco de la vida.

Oiga… ¿Por qué le dio por los lobos?

Si yo fuera brasileño me hubiera dado por los jaguares, si fuera tanzano por los leones… Pero soy de la Península Ibérica y me ha dado por la especie bandera, la especie que ejemplariza la autenticidad de este país. Creo que el lobo ibérico es fauna en estado puro, es un librepensador de nuestra fauna, es casi como un fugitivo, casi un antisistema, me estoy yendo hacia el territorio de los humanos, pero intento explicar por qué defiendo al lobo, que no es solo un animal, sino que representa un territorio, una cultura, un sentido de la libertad… Por cierto, si perdemos la batalla de la defensa del lobo vamos a perder la guerra de la defensa de la biodiversidad. Porque al hombre actual le molesta todo, no quiere en el campo ni cardos ni avispas, cuanto menos lobos. Si conseguimos salvar al lobo, incorporarlo a la nueva idea de España estaremos ganando la batalla de la defensa.

Usted ve un lobo por el monte y… ¿No le da miedo?

¡Para nada! Lo digo de corazón y no es por hacerme aquí el chulito ni nada.

¡Pues yo lo veo y me acojono!

No, no, no… Ja, ja, ja… Sí, un lobo llama la atención, un macho de lobo con una cabeza poderosa… Es un animal en el campo impresionante. Pero mucho más miedo le tengo a un perro abandonado en el campo. Los perros asilvestrados, que son muchos, son más peligrosos porque ellos conocen al hombre, han vivido con el hombre. Se pueden acercar a ti con una cierta tranquilidad y luego proceder a morderte. Todos los que somos gente de campo sabemos que es mucho más peligroso un perro de campo que un lobo. El lobo siempre te va a estar viendo, tú no lo vas a ver. Y si lo observas, cuando un lobo entra en el ángulo de tu cámara, siempre, no sabemos por qué, es un animal que entra con la cola entre las patas. Es un animal lleno de timidez. Precisamente su supervivencia es su timidez, su control de no entrar nunca en un terreno que no sea nunca fuera de las sombras.

Si tuviera un cazador enfrente, ¿qué le diría?

Que se lo haga mirar y que ya es tiempo de dejarlo. Yaaaaaa… Sinceramente, creo, nunca he sido un anticaza, pero el mundo de la caza, el que representa a los cazadores, no ha dado un paso adelante, al frente, se ha quedado atrás. Y concretamente en el tema del lobo. Estoy empeñado en decírselo. Nosotros, los conservacionistas de mi quinta, somos gente que hemos sido bastante comprensivos con el mundo de la caza. En cambio, de la caza no hemos recibido todavía la misma comprensión: hay cebos envenenados en el campo, hay una cosa terrible que son los cercados cinegéticos por todas partes para mantener el negocio de la caza mayor, y en materia de lobos siguen dale que te pego… ¡Joder, coño, ya vale! Todavía el golpe de pecho de mea culpa el cazador en España no lo ha dado.

Me da que… ¡Usted es más de campo que las amapolas!

Yo creo que… ¡Pues me gusta la comparación! Por lo menos soy una margarita, quizás la amapola es demasiado carmesí para mí. Ja, ja, ja…

¿Por qué el lobo siempre es el malo y las ovejitas son siempre las buenas?

Porque el Papa Francisco es el pastor de la sociedad, porque siempre… Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo… Indica que esos animalitos, que son la ovejas, y esa economía que es la ganadería ha estado en la orilla de lo bueno; claro, todo lo que va contra eso es lo chungo, ¿no? Realmente el lobo ni es mejor ni peor que ningún otro animal. Los animales no son buenos ni malos, los animales son y están, que no es poca cosa. Somos los humanos los que calificamos.

Ya que ha hecho alusión a él, este Papa es diferente a los anteriores, ¿no?

Sí, este Papa ha venido, como dirían los mexicanos, a romper la madre a la Iglesia. Sabe lo que dice y sabe cómo lo dice. Me gusta este Papa siendo agnóstico practicante como soy. El Papa Francisco estaría de acuerdo con mi… Soy agnóstico practicante ante la multitud de católicos no practicantes que hay. Y que yo alucino cómo se puede ser católico y no practicante.

¿Y cómo se puede ser agnóstico y practicante?

Pues porque los agnósticos tenemos tanto morro que no nos atrevemos a decir que somos ateos. Ja, ja, ja… Y tampoco nos atrevemos a decir que somos creyentes. Por lo que estamos obligados a ser practicantes en la búsqueda de la verdad. ¿Que cómo lo practico yo? Estando atento a la vida. A mí me gusta más escuchar que hablar. Y me gusta el ser humano, es mi animal favorito.

«El hombre es un lobo para el hombre», dijo Hobbes…

Sí, lo que pasa es que esa puñetera frase ya conlleva la estigmatización negativa del lobo. Yo creo que el hombre, por desgracia, es un hombre para el hombre, fíjate. Y el lobo es un lobo para el lobo, con eso dejamos la cosa en empate.

«Quien se fía del lobo entre sus dientes muere», dice el refrán.

Pero te voy a decir una cosa… Es un refrán que habla de una sociedad que tiene miedo al lobo. Pero fíjate, cuando dos lobos se pelean, el vencido ofrece su cuello al vencedor. ¡Nunca el vencedor le muerde al vencido y le rompe el cuello! ¡Nunca! Simplemente el vencido le pone el cuello, el vencedor marca y ahí se acaba todo.

¿Le mata?

No, ¡nunca! Le marca y ahí se acaba. Yo te pregunto: ¿cuántos hombres ofrecen su cuello a otros hombres y son acribillados? Es un hecho que no debemos olvidar.

¿Cuándo perdió el lobo su dignidad?

Cuando fue tratado como un despojo, cuando fue colgado, disecada su cabeza, en el salón de algún Blesa. Ahí fue donde el lobo perdió su dignidad.

Usted ha hecho muchos documentales, ha recorrido mundo…

No he parado. Me gusta vivir, soy un vividor. Yo hago televisión artesana, hecha a mano, televisión damasquinada, casi como el que hace un platito… Así hago yo los documentales, que son una sinfonía en su conjunto. Vas metiendo tu voz, la música, ese juego de colores, de imágenes, de sonido… Que al final tiene vida propia.

Creció, como tantos y tantos españoles, con Félix Rodríguez de la Fuente… ¡Y su famoso programa del lobo!

¡Claro! Yo venía a Los Navalmorales (Toledo), el pueblo de mi madre, y pasaba allí todos los veranos. Yo era muy, muy del pueblo y ahí me hice naturalista. Allí crecí como persona, en el río Pusa, y Félix siempre me «acompañaba». Félix era un faro que iluminaba la niñez, la adolesdencia de un chaval que tenía muy claro desde el principio, no sé por qué, lo que quería hacer, dónde quería llegar… Pero me hacía falta la luz de una persona ilustrada con un mensaje de altura, como hacía Felix. Eso me enamoró, me envenenó… ¡Hasta hoy! Muchas veces pienso: ¡Félix, en la que me has metido!

Bueno, le han comparado con él incluso.

Sí, mucha gente lo hace… Es muy bonito, sí puedo decir que soy fiel al mensaje de Félix Rodríguez de la Fuente. Sin ñoñería, no es un rollo ñoño, no, no… Me siento muy orgulloso de seguir sus postulados. Me siento reconocido por la gente que cuando voy por la calle me trata como si fuera de la familia. Supongo que el conde Lecquio o… Porque a veces la gente se te acerca y te dice: ¡Usted sale en la tele! Me ponen muy nervioso, porque en la tele sale también Belén Esteban… No es cuestión de salir en la tele, sino que el mensaje llegue a la gente. Me siento muy querido y recompensado con el cariño de las personas, aunque en estos momentos, como le pasa a muchos otros españoles, en lo económico, laboral… ¡No te sientes reconocido, el sistema nos deja fuera! ¿Cuántas personas hay que valen un huevo y están en la cuneta? El sistema es una máquina de picar carne.

Me recuerda el día que le detuvieron en Estados Unidos…

¡Qué desagradable fue! Fruto de un sistema racista, donde además las garantías procesales están completamente olvidadas. Mi hijo estudiaba y vivía en aquel momento en Estados Unidos y fue por culpa de un vecino norteamericano que dijo que estábamos haciendo ruido en nuestra casa. A partir de ahí la Policía vino y… Era 2008 y estábamos mis padres, personas las dos de setenta y pico años, la novia de mi hijo, mi hijo y yo, ¡fíjate qué ruido estábamos haciendo! Pero la Policía, en vez de preguntar, se lanzó a detener al morenito, que era yo. Me llevaron a prisión y pasé 48 horas en una cárcel muy fea, de Conway, en Arkansas, en un proceso muy complicado donde además se me acusaba de usurpar la identidad del sherif del condado de Conway porque teníamos una estrella de plástico, de estas de souvenir, encima de la mesa de la cocina… ¡Una cosa muy loca! El caso es que había que coger a Domínguez y putearlo…

¿En qué acabó la «aventura»?

Lo más importante es que después de un año entero en un proceso muy complicado, a mí me habían dejado libre con cargos, ¡me pedían seis años y medio de cárcel, una movida impresionante!, gané el proceso y se me dio la opción de ir contra el estado de Arkansas y demandarlo. Pero quedé desfondado, sin un duro… ¿Cómo me metía en un proceso así? ¡Ganas me han quedado! Me humillaron, fue muy desagradable, lo aguanté bien, con un espíritu periodístico además que me permite recordar perfectamente los detalles, una cosa muy desagradable en un país que es un gran país pero que tiene unos defectos de forma y de fondo en materia jurídica, por ejemplo en materia de presunción de inocencia… ¡Insoportable!

¿De qué le acusaron?

De usurpación de identidad por la estrellita de plástico del sherif, lo que es para morirte de la risa. ¡Surrealista total!

48 horas en la cárcel, ¿cómo fue el trato?

Denigrante. Te meten con presos comunes, yo estuve en una celda con nueve personas que seguramente más de un lector tuyo, si se cruzara con ellos por una calle, no volvía a dormir en tres años, por el talante que tenían y la vida que habían llevado hasta llegar a esa cárcel. Claro, yo entré por otra vía, porque había venido la Policía y me había secuestrado y te meten ahí… ¡Y ahí te tienes que defender! Yo me defendí bien, fue muy desagradable todo, pero me defendí de situaciones feas durante esas 48 horas muy desagradables.

¿Ha vuelto a Estados Unidos?

¡No he vuelto! Después de aquello no he vuelto… Tengo la apostasía de La Haya, la sentencia que dice que yo no tengo tal… ¡Pero no te voy a negar! Curiosamente, uno puede llegar a un aeropuerto, teclear un ordenador y encontrarse con una movida… ¡Aunque yo tengo mi documentación de que no he hecho nada! Pero… De todas formas, yo viviría en Nueva York, me parece una ciudad maravillosa.

¿Qué es eso de las ganaderías antilobos?

La ganadería, en términos generales, desde mi punto de vista no existe. Existen unos sindicatos agrarios que de alguna manera han secuestrado la idea del ganado y de la ganadería. Se han empeñado en marcar un terreno de juego imposible, que es o la ganadería o el lobo, los dos imposible convivir. Esto lo plantean muy claramente COAG, Asaja o UPA. Dicen, oiga, si hay lobos no puede haber ganadería. ¡Y yo me niego a eso porque eso no es fiel a la historia! Durante siglos la ganadería y el lobo han convivido, siempre ha existido, entre otras cosas por sistemas de prevención contra el lobo, que han hecho más grande e incluso más bonita la ganadería. En el campo prevenir es curar. Hay ganaderías que dicen: o mi queso o el lobo. Ahí el consumidor, en pleno siglo XXI, puede decir: oiga, si resulta que comprarle su queso tiene que suponer la muerte del lobo ibérico, pues yo no le compro su queso.

Entonces…

Pues Lobo Marley, que es la entidad que yo presido, se acaba de inventar una cosa que es el sello Lobo Marley, que presentamos el 21 de junio en Madarcos, un pueblecito de la comunidad de Madrid, y es para los quesos cuyos sistemas de producción admiten al lobo en su territorio. Basta con decir: soy ganadero y el lobo no es mi gran problema, mi problema es el precio del gasóil, la cota de leche… Pero no el lobo.

¿Entiende los monumentales enfados de los ganaderos cuyo ganado ha sido atacado por los lobos?

Sí, por supuesto, totalmente. Yo entiendo al ganadero cuyo ganado ha sido atacado por el lobo exactamente igual que al taxista al que se le rompe la caja de cambios de su coche. ¿Cuál es la diferencia? El taxista no puede acudir a nadie para que se lo arregle, entiende que dentro de los cientos de miles de kilómetros que hace en su vida esas cosas pueden pasar dos o tres veces. Un ganadero, en cambio, no acaba de entender que dentro de su profesión, si vive en tierra de lobos, una o dos veces en su vida, ¡porque no ocurre más veces!, puede tener una lobada (ataque del lobo al ganado). Pero te voy a decir una cosa: decir lobo no es necesariamente decir ataque al ganado. El lobo, y esto hay que desmitificarlo, no ha nacido para comer ovejas y cabras; el lobo es un animal que está preparado para cazar presas silvestres: jabalíes, ciervos y, sobre todo, corzos. Cuando ataca al ganado es por una circunstancia excepcional.

¿En Castilla-La Mancha cuidamos a los lobos?

Castilla-La Mancha está obligada a cuidar al lobo, porque Bruselas dice que al sur del Duero el lobo es especie en peligro de extinción y, por lo tanto, en Castilla-La Mancha es una especie protegida. Lo que debe hacer el Gobierno de Castilla-La Mancha, y esto es importantísimo, es no dejar que se incendie la mecha para que se cabreen los ganaderos. Lo que tiene que hacer es, inmediatamente, indemnizar a los ganaderos, porque todo lo que no sea en favor del ganadero al final acaba revertiendo sobre el lobo. El lobo acaba pagando el pato, por eso lo que nosotros queremos es la paz en el territorio del lobo, que todo el mundo sea feliz, hay sitio para todos.

Los agentes medioambientales, que cuidan nuestros bosques y montes, son solo señores que pasean a diario por el campo o…

Son fundamentales, son los ojos del ciudadano… Son también el corazón y el cerebro. Hay un relevo generacional, es gente muy bien preparada, con una gran sensibilidad en material ambiental, con una formación acojonante y me atrevo a decir que los agentes medioambientales son una pieza fundamental para cuidar de nuestro patrimonio natural, son los vigías de nuestro territorio. Confío mucho en ese cuerpo y lo único que pido es que el Gobierno cuide de ellos, tienen que sentirse parte de la maquinaria de la comunidad autónoma.

Anécdotas tendrá miles de sus viajes…

En Masai Mara (Kenia)… Yo viví un año en Tanzania, en 1985, yo era un chaval, ¡viví en la estepa masai yo solo! Sí, sí… Yo, solo, me perdí allí como un loco porque iba buscando la vida y los pueblos nómadas… Regresé y volví a Masai Mara hace tres años. Yo era guía de viajes y una noche, solo en mi tienda de campaña alejada del resto, yo a mi rollo, y una noche un león macho al que habían zurrado, cojeaba de una pata, ese león estaba muy cabreado… Y se plantó en el campamento. Me metí en la tienda y vimos que venía rugiendo… Cerramos todo y me quedé quietecito. Esa noche me acosté con la espada masai y la desenfundé porque estaba mosqueado, ese león me mosqueaba… Hubo un momento en el que noté su respiración del bicho alrededor de la tienda y… ¡En ese momento mi puto iPhone sonó! ¡Sonó porque me llamó mi chica! ¡Cariño, estoy aquí, en Tirso de Molina, en las fiestas de la Paloma! Esas cosas locas que de repente coge cobertura el iPhone en mitad de Masai Mara… ¡El león no se percató y yo salvé el pellejo!

¡No me diga que esa noche no tuvo miedo!

¡Tuve miedo, esa noche tuve miedo! Los leones son grandes predadores que se mueven por estímulos.

¿Casaría a dos personas del mismo sexo?

Los juntaría, no los casaría. A ver, me explico… ¡Porque yo no me he casado! Bueno, sí, yo me casé una vez, me divorcié y ya no me quiero volver a casar. Entonces, lo que no quieras para ti no lo quieras para nadie. ¿Me entiendes? Pero sí, si el tema es que dos personas del mismo sexo… ¡Claro que sí, que se amen, que sean felices!

¿Messi o Cristiano Ronaldo?

¡Joder! ¡Messi! No soy futbolero, pero no me gusta que Cristiano Ronaldo esté todo el día quejándose, pierde el balón y se queja como un niño pequeño.

¿Tiene algún parado en su familia o entre sus amigos? ¿Ha podido hacer algo por ellos?

Claro que los tengo. He dado mucho cariño y techo.

Si fuera juez, policía, banquero, abogado, cerrajero, funcionario de Justicia… ¿Intervendría en un desahucio u objetaría?

Yooooo… ¡Yo me liaba a porrazos con el juez! ¡Lo digo de corazón, es un tema que me toca el alma! ¡Para nada! Esa idea del funcionario que dice «esto me lo ha ordenado mi jefe», eso nos está llevando al hoyo… Eso de que son órdenes de… ¡De órdenes de, nada! Antisistema de principio a fin, eso es lo que necesitamos.

¿Cuál ha sido su mayor locura por amor?

Ufff… ¡Es que he hecho muchas! Mi mayor locura por amor… ¡Qué fuerte, qué pregunta más hijaputa! Quedarme en pelotas y varios años después seguir en pelotas. ¡Seguir en pelotas frente a ella, el corazón abierto de par en par! ¡Soy un suicida del amor!

¿Cuántos idiomas habla?

Pues hablo… ¡Soy un desastre total! Mira, hablo español, hablo portugués y hablo kiswahili, inglés un desastre y algo de francés. Soy un pavo incapaz de comunicarme en inglés y en kiswahili me puedo apañar.

Si mañana le tocara la lotería…

Montaría una reserva ganadera de razas amenazadas, de ganado en peligro de extinción. La montaría en un sitio que representara a todo el estado español y para que la visitaran millones de personas.

Si fuera presidente del Gobierno de España, lo primero que haría sería…

Generaría un plan para que la gente retornara al campo español, un plan para que los jóvenes no tuvieran que irse a lavar culos a Alemania. Y daría casa y hectáreas de terreno a las personas que quisieran retornar al campo.

¿Existen los extraterrestres?

Yo creo que hay vida más allá de esta cosa bonita que es el planeta Tierra, pero yo no los he visto. ¡Íker Jiménez menos todavía! Ponlo ahí. ¡Íker Jiménez no ha visto un extraterrestre! ¡Porque todas las fotografías de putos ovnis son todas una mamarrachada! Jóder, a estas alturas, que está todo el mundo con un iPhone y tal… ¿Por qué cojones no me dan algo nítido? ¡No, no…! Pero… ¿Que puede existir la vida extraterrestre? Como naturalista te digo… Tengo datos reales que hablan de pueblos indígenas no contactados en el planeta Tierra. En Brasil. Que no saben quién ha sido Beethoven ni Bach… Si eso pasa en este planeta, ¡qué cojones va a pasar por ahí! ¡Pues claro que habrá vida extraterrestre, por qué no! Pero…

¿Por cuál de estas situaciones pasaría para ganarse la vida? Uno, hacer un desnudo integral para una revista; dos, posar para el calendario Pirelli en el caso de que Pirelli tuviera uno para hombres; o tres, atender un teléfono erótico.

La primera y la tercera. De Pirelli paso y además creo que lo del teléfono erótico… ¡Lo haría de puta madre! ¡Puedo asegurar que lo íbamos a pasar muy bien tanto el emisor como el receptor! Ja, ja, ja…

¿Actuaría en una película porno?

Si hiciera feliz a alguien, y eso de la felicidad es muy complejo, sí, claro que actuaría. ¡Por supuesto que sí! Sin problema. Yo soy un consumidor de porno. A mí me parece que el porno está desprestigiado por una sociedad infantiloide que cree que todo es igual. Y no todo el porno es igual. Dentro del porno, que es un maravilloso universo, hay magníficos directores y magníficas calidades de trabajos.

¿Monarquía o República?

¿No existe otra posiblidad? Pues Monarquía no y República… ¡Pero nueva! Porque la gente defiende una República que no conoció. Sí tengo claro, con todo mi cariño, que Monarquía no.

¿Se ha pegado con alguien alguna vez?

Jolín, no, nunca me he pegado con nadie. Un desastre. Entre otras cosas porque de niño siempre sangraba mucho por la nariz y tenía la sensación de que en cualquier momento me daban y…

¿Ha recibido propuestas sexuales de una persona de su mismo sexo?

Sí. Me dio mucha pena cogerle de la manita, mirarle a los ojos y decirle que me encantan las tías. Lo pasé muy mal… Durante tres noches seguidas dormí mal pensando en esa persona, que el pobrecito lo pasó mal.

¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?

Pues, fíjate, un lugar no sé si raro pero fue una situación muy graciosa, fue en los molinos de viento de Consuegra (Toledo). Arriba del todo, en plena acción sexual, oscuridad total, ¡maravilloso!, y en una de las puertas de un molino, ¡pim, pam, pim, pam…!, de repente veo que mi sombra empieza a proyectarse sobre el molino, la de mi chica también, ¡y es que estamos encima de las luces que iluminan los molinos! Cuando cae la noche los molinos se empiezan a iluminar y nos quedamos en total… La sombra era muy graciosa y nosotros ¡pim, pam! Y todo el pueblo abajo, desde donde se ve el cerro, imagino que diciendo: «¡Coño!». ¡Ésa fue muy buena…! Ja, ja, ja…

¿Pararon cuando vieron sus propias sombras en pleno ¡pim, pam, pim, pam!?

¡Qué va! ¡Seguimos! Siempre hay un puntito exhibicionista que da la pimienta y la sal a la vida. ¡Sí!

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