sábado, 23 de noviembre de 2024
Entrevista Irreverente a Eugenio Vicente, director de Comunicación de las Cortes de Castilla-La Mancha 15/03/2012junio 13th, 2017

¡Este tío es un auténtico crack! Pues no va y me cuenta que conoció y tuvo al lado a gente como Charlize Theron, Nicole Kidman, Salma Hayek, Robert de Niro, Al Pacino o Daniel Craig… Fue en la época en la que trabajó como director del área de Comunicación de Kinépolis, una de las multinacionales del cine que organizaba estrenos en Madrid y que, como es lógico, traía a las máximas estrellas del celuloide. ¡Y ahí estaba Eugenio Julio Vicente Vázquez! ¿Qué me dicen?
Pero antes de codearse con las figuras, este periodista de 39 años y natural de Escalona (Toledo), comenzó su carrera periodística con una beca en la agencia EFE en Madrid. De ahí a EFE CLM en Toledo y a La Tribuna de Toledo, periódico que llegó a dirigir. Hasta que le echaron, como él mismo dice textualmente, «y me mandaron a Madrid como delegado de Promecal. Estuve en el Congreso y en el Senado montando una agencia del grupo, pero a los pocos meses me despidieron». Pero ahí comenzó una nueva carrera para él…
«Entré en el gabinete de Comunicación del Fórum de las Culturas de Barcelona y traíamos a Madrid a impartir charlas coloquios a gente como Muhamed Yunus, creador de los microcréditos; o a Mijail Gorbachov». Más tarde fue jefe de prensa de Ficar (Feria Internacional de la Caza y las Armas); y de ahí a Kinépolis. Ya les he contado al principio su relación cinematográfica, pero es que además patrocinaron un equipo de motos, donde corrían Pol Espargaró y Joan Olivé, «y me recorrí todo el mundo». Vaya, vaya…
Durante estos años aprovechó también para realizar un master en dirección de márketing y gestión comercial e incluso llegó a ser director de área en España de una multinacional gestora de centros comerciales…
Así es Eugenio Vicente, el hijo de un panadero que repartía pan antes de venir a trabajar a Toledo como periodista. Que «emigró» a Madrid pero que ha vuelto. Porque desde el 1 de septiembre de 2011, justo con el comienzo de la legislatura, es el director de Comunicación en las Cortes de Castilla-La Mancha. Casado con Sara y con un hijo, Héctor, le encanta jugar al pádel, viajar y leer. ¡Ah! Por favor, no dejen de leer la travesura que cometió con el cuatro latas de su padre… ¡No tiene desperdicio! Como él, un crack.

¿Hay muchos fantasmas en las Cortes de Castilla-La Mancha? Se lo pregunto porque el edificio fue cárcel, parque de Bomberos, cuartel de la Guardia Civil… E incluso hay gente que trabaja aquí que dice que haberlos, haylos…


Ja, ja, ja… No tengo… Vamos, yo he oído lo mismo que tú. Esa leyenda de que sí había fantasmas y tal. Pero lo que te puedo decir es que yo no los he visto.

Y en los días de Pleno… ¿No aparecen?

Ja, ja, ja… ¡Igual cuando nos vamos salen! No, no, no… ¡No los he visto!

¿Quién es el diputado más cachondo?

Hombre, pues mira… Yo diría que… Los hay, no sé si cachondos, pero… Quizás por el PP puede que sea a lo mejor Cesárea Arnedo, que además es secretaria primera de la Mesa; y por el PSOE me atrevería a decir que… ¡Pepe Molina!

¿A falta de pan buenas son las tortas?

Ja, ja, ja… ¡Qué cabrón! Yo siempre digo que al pan, pan y al vino, vino. Ja, ja, ja… Y donde esté un buen pan sobra lo demás. El pan es pieza fundamental en una mesa.

¿Me recuerda cuando repartía pan en Escalona antes de venir a Toledo y seguir trabajando en lo suyo, que es el periodismo?

Son circunstancias de la vida. Como bien dices, desciendo de una familia humilde y trabajadora. Mis padres y abuelos eran panaderos. Aparte de los veranos y fines de semana cuando estudiaba, al empezar a trabajar seguía haciendo lo mismo. Empecé en Toledo en EFE y antes de venir a Toledo por las mañanas cogía la furgonetilla y me iba a repartir el pan por los pueblos vecinos. Sobre las nueve terminaba y cogía el coche y me venía a hacer lo que tú haces.

En la actualidad, en los Plenos de las Cortes, ¿usted qué repartiría: panes o tortas?

¡Yo panes! Ja, ja, ja…

¿Periodismo de trinchera o periodismo de gabinete?

Los dos tienen… El periodismo por encima de todo, sea de trinchera, de gabinete, de guerrilla o como queramos llamarlo. Me he divertido y he aprendido mucho en los dos.

Vicente Tirado, su jefe y presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, en un lado de la mesa, usted en el otro y un buen cocido en el centro. ¿Quién come más garbanzos: Tirado o usted?

Ja, ja, ja… Hombre, yo creo que a partes iguales. Nos gusta el buen comer, pero ahora, te tengo que decir, que estamos a régimen. Nos hemos propuesto… Ja, ja, ja… Ponernos a régimen y estamos en ello. Pero a la hora de comer garbanzos… ¡Hombre, el presidente es el presidente!

¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿A régimen Tirado y usted?????!!!!!

Sí, hombre, sí. Aunque en realidad, ¡a mí no sé si me sobra alguno, porque me encuentro fenomenal! Pero… Ja, ja, ja… Si me sobraran… Con 15 kilitos menos estaría bien.

¿Tirado también con 15 kilitos menos?

¡Yo creo que a Vicente no le sobra ni uno! Yo se lo digo, pero bueno. Ja, ja, ja…

¿A quién votó en las últimas elecciones generales?

Yo soy del Real Madrid, creyente y del Partido Popular.

¿En las Cortes regionales trabajan cuatro y los demás miran o eso es un mito?

Creo que es un mito. El trabajo de las Cortes es uno de los esfuerzos que quizás, como director de Comunicación, debo aportar, que se conozca más el trabajo diario de todos los diputados. Que un político o un diputado trabaja muy poco… Te puedo asegurar que eso es totalmente incierto. La dedicación de un político profesional es incluso más de 24 horas al día. Al menos por lo que yo veo en este Parlamento.

¿Un secreto confesable de Vicente Tirado?

Pues hombre, sí, sí… ¡Pero no te sabría decir!

Creo que el último regalo que le hicieron a usted en las Cortes fue un tanga con trompa de elefante…

Ja, ja, ja… ¡Pues sí! Pero bueno, resultó curioso y agradable. Fue una anécdota divertida, sin más.

Cuando se fue de Toledo hace unos años y dejó el periodismo de trinchera… ¿Se fue o le echaron?

Me echaron. Pero yo miro al futuro y dejo atrás el pasado. He vivido experiencias muy positivas y he aprendido estos años que he estado fuera de Toledo.

¿Está de acuerdo con la pena de muerte?

No.

¿Milita en algún partido político, ONG, asociación o similar?

No.

¿Prohibiría la prostitución?

No, lo que haría sería regularla.

¿Cuál fue su primer sueldo y en qué se lo gastó?

50.000 pesetas mensuales con una beca en prácticas en la agencia EFE. No sé en qué me las gasté… ¡A lo mejor en gasolina para ir y venir a mi pueblo! Ja, ja, ja…

¿Qué personaje histórico le gustaría ser?

Pues a lo mejor, fíjate, William Wallace, el de «Braveheart», un tío que luchó por los intereses de su tierra.

¿Con qué duerme? Si duerme con algo, claro.

Pues mira, no, solo duermo con una camiseta en invierno y con nada de ropa en verano. ¡Hace mucho calor!

¿Qué libro está leyendo?

«El cementerio de Praga», de Umberto Eco. Una novela histórica políticamente incorrecta, diría yo, e irreverente como tu entrevista.

¿En qué película le hubiera gustado actuar?

¡En «Braveheart»! Como Mel Gibson. O en «El club de los poetas muertos» como el profesor Robin Williams.

Pero entre el William Wallace de Mel Gibson y usted hay una gran diferencia… ¡En la cabellera!

Ja, ja, ja… ¡No pasa nada, los injertos están de moda!

Cuando va al fútbol, ¿insulta al árbitro o a los rivales?

Nunca jamás. Quizás porque haya sido jugador de fútbol federado en mis tiempos mozos. Jugaba de lateral derecho. ¿Que si era leñero? No, no… Lo justo. Yo tenía un entrenador que decía: o la pelota o el tío, pero los dos juntos…

¿Su mayor travesura?

¡He hecho muchas! Quizás una curiosa fue cuando le quité a mi padre el cuatro latas (un Renault 4), con el que repartíamos el pan, una noche de invierno en mi pueblo que no había marcha ni nada y nos fuimos cuatro amigos a hacer rally por el río. Con tan mala suerte que se nos mojó el delco, tuvimos que subir empujando el coche por una pendiente bastante pronunciada desde el río hasta lo que es el casco del pueblo, que es la cuesta del castillo… Lo curioso es que cuando fuimos a coger la furgoneta un vecino que estaba cerca, sin nosotros saberlo, estaba oyendo lo que decíamos: «¿La cogemos o no la cogemos?». Pero no reconoció mi voz. Y lo que pasó fue que la cogimos, nos fuimos y este vecino se alertó, llamó a mi padre y le dijo: «¡Eugenio, que te acaban de robar la furgoneta!». Ja, ja, ja… Ahora me río pero… Entonces mi padre bajó a ver si estaba la furgoneta que, evidentemente, no estaba, y lo que hizo fue poner una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil. Cuando yo llegué a casa después de toda la película y vi a mi padre preocupado le pregunté: «¿Qué pasa, papá?». Y me dice: «Cállate, joder, que nos han quitado la furgoneta». Yo le digo: «¡No fastidies, si la acabo de dejar yo ahora mismo!». ¡Uffff…! Tuve que llamar al cuartel, pedir disculpas y…

¿Y la reacción de su padre?

¡Bueno…! Te lo puedes imaginar. Una bronca monumental, pero luego entendió que fue una chiquillada y ya está.

¿Qué programas del corazón ve?

Cero. Ninguno. ¡Hombre…! Ver no veo ninguno, pero algún fin de semana por la noche cuando acaba el pàrtido de fútbol… ¡Es imposible no pasar por «Sálvame»! Ja, ja, ja…

¿Cuál es la mayor multa que le han puesto y por qué?

Pues mira, hace poco, antes de incorporarme a las Cortes. En agosto del año pasado, en Madrid, no sé si fueron 300 euros y seis puntos por exceso de velocidad. Tuve que salir volando por un imprevisto en casa y me cogió un radar. Y nada, asumí el mea culpa y… Iba a 160 kilómetros por hora en la carretera de Extremadura por Cuatro Vientos, donde tienes que ir a 90 creo. Un disparate, pero bueno…

Defínase: ¿de derechas, de izquierdas o de centro?

Posiblemente de centro derecha.

¿Cree que el tamaño importa?

Ja, ja, ja… ¡Joder con la preguntita! Y yo te digo: después de tantas veces como has hecho esta pregunta… ¿Todavía no lo sabes?

Ja, ja, ja… Lo sepa o no, la pregunta se la hago yo a usted.

Ja, ja, ja… ¡Yo creo que sí! No sé… Hay un dicho que dice: «Burro grande ande o no ande». ¿No?

¿El juego del parchís es cosa de hombres? Se lo digo porque ya sabe aquello de que se comen una y cuentan 20…

No… El juego del parchís es cosa de toda la familia. Un juego familiar, como los «Juegos Reunidos Geyper».

¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?

Yo creo que… ¡Yo creo que no hay sitios raros! Depende del momento.

¡Usted es un pájaro!

Bueno… Yo creo que no hay sitios raros. No… No… ¡No hay sitios raros! Ja, ja, ja…

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