María llena eres de Gracia… Bien podríamos comenzar así el adelanto de la Entrevista Irreverente de esta semana, por aquello de que encaja a la perfección. De hecho, la primera pregunta es si no está cansada, y sólo lo suponíamos, de que hicieran… Pues eso, «gracia» con su apellido.
¡Pero humor que no falte! ¡Ni gracia, claro! Ella es periodista y le gustan los deportes, en especial el fútbol. ¡Hubiera sido futbolista si no le llega a dar por el micrófono! Recién salidita de las Escuelas Pías, donde ya le castigaban por «piar» más de la cuenta, María Gracia es una mañica que ha aterrizado en Castilla-La Mancha para presentar la edición de mediodía de «La Cancha» en la televisión autonómica junto a Rubén Martín, el todoterreno «copero» que hoy está aquí, mañana allí y pasado ni él sabe dónde.
No le «pone» mucho a María este entrenador del Real Madrid que da titulares un día sí y otro también, Mou se llama, y sigue echando de menos al gran Zidane, la elegancia convertida en fútbol (dicho por un atlético y todo).
Pero… ¡Hablemos de otras cosas de María que no sean fútbol!
Por ejemplo, ¿sabían que también trabaja en Canal Plus y que pasa mucho, pero que mucho frío cuando llega el crudo invierno? No en vano, siempre duerme con pijama (vamos, por si a alguno de quienes lean estas líneas les interesa la cuestión, cosa que no dudo) porque, ¡atención a la respuesta!, «el pijama de invierno que sea lo más gordo posible porque soy muy friolera, ¡sobre todo los pies y el culete!»
¡¡¡El culete!!!
Oé, oé, oé, oé…
Oiga, pues derrocha simpatía un minuto sí y otro también, le encantaría haber sido Agustina de Aragón y… ¿Cuál ha sido su mayor travesura? Respuesta: «¡Buah… He sido siempre un rollo de tía!»
¿Se lo creen?
De ahí que cuando llegamos a una de las preguntas catapún chimpún de la Irreverente, entrevista que podrán leer mañana jueves íntegra, esa que dice si se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo…
Pues… ¡Qué quieren que les diga, oiga! ¡Pero si mete por medio al estratosférico Félix Baumgartner, ese buen hombre que se fue hasta un poco antes de llegar a las estrellas para luedo saltar como si tal cosa!
Ya sé que se quedan con las ganas de saber dónde y por qué, pero esperen un poco y no sean impacientes, que mañana lo «destaparemos». Igual que si cree que el tamaño importa. «¡Creo que…!». O al menos eso dice ella.
¡Pero María! ¡Qué «Gracia» tiene!
Olé y olé.