Comenzó escondiéndose para que no la viera nadie en las manifestaciones que organizaba la Asociación Bolo Bolo de Toledo, que engloba a gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, pero con el paso del tiempo… ¡Ha llegado a ser la presidenta! Ahí es nada. Y ahora se toma el cargo con absoluta normalidad, aunque lamenta que todavía sigan produciéndose situaciones discriminatorias hacia las personas que no son heterosexuales. Se llama Elena Arroyo y lo que leen es el adelanto de la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es que, íntegra, publicaremos mañana viernes.
Justo en la semana en la que se celebra la séptima edición de la Semana Cultural «Toledo Entiende», que comenzó el martes 24 y finaliza el sábado 28 bajo el lema «Visibilidad Bisexual». Cuenta Elena que a ella no le resulta difícil ser lesbiana en una ciudad de provincias como Toledo y que sí, sí, sí… «¡Me costó mucho salir del armario!». ¿Quieren saber cómo, cuándo y dónde…? «Fue a los 22 años, pedí ayuda a mi hermana e hicimos una pequeña prueba con mi madre y al final…».
Pues para conocer el final de la historia van a tener que esperar a mañana. Sí, sí…
¿Y cuando les llaman «bollera» a ellas y «maricones» a ellos? ¿Qué piensa de eso Elena? «Yo he escuchado conversaciones en el autobús que… ¡Te puedes horrorizar!». Ya puestos, ¿creen que la presidenta de Bolo Bolo casaría, o no, a dos personas del mismo sexo? ¿Y su mayor locura por amor, cuál creen que ha sido?
En la capital de la región, ¿hay todavía muchos tabúes o recelos con los homosexuales? «Pues Toledo cada vez entiende más, tenemos muchos apoyos. Ver a una pareja de chicas o de chicos por la calle de la mano, besándose… Ya la gente no se fija, no se queda mirando, ¡pero siempre hay alguna excepción!».
Por cierto, que hay algo que le da mucha vergüenza y que no haría nunca, pero para otra cosa, ya que no la queda más remedio que elegir, no tendría muchos problemas. Mañana sabrán lo que es…