Lleva el periodismo en las venas, porque en aquellos tiempos, quizás los de maricastaña, o no, con 17 añitos, se decidió un buen día a enviar una carta al periódico La Voz de Talavera en la que explicaba que la plaza de los Tinajones, en la ciudad de la cerámica, se inundaba cada vez que llovía.
Y, miren ustedes por donde, «me la publicaron, lo que me animó». Lógico para Agustín Yanel Núñez, quien en esos momentos trabajaba en un almacén de medicamentos, de perfumería y de droguería.
Pasó el tiempo y, como no podía ser de otra forma, estudió Periodismo. Por eso se fue a Madrid, «donde además trabajaba, compaginándolo con la carrera, en la imprenta Altamira, entonces la más grande de España». Pero hasta ese momento…
Este cacereño de Madrigal de la Vera había llegado con pocos años a vivir en las proximidades de Talavera, en pleno campo, debido a que sus padres decidieron emigrar. Pero como Yanel tenía que recorrer varios kilómetros todos los días en bicicleta para ir al colegio hicieron de nuevo la mudanza, esta vez ya a la ciudad de la cerámica, donde él vuelve todavía hoy a menudo.
Regresemos a Madrid. Un buen día decidió presentarse, animado por unos amigos, a unas pruebas en la agencia Europa Press. Algo verían en él, porque de los casi 70 que se presentaron Yanel fue uno de los tres elegidos.
«Con el tiempo y siendo, más o menos, un especialista en la información judicial, me fui a la agencia EFE. Un día me llamó Pedro J. Ramírez para que me fuera a Diario 16 y aunque a mí no me gustaba demasiado este periódico…».
No hizo falta que tomara una decisión, puesto que a la semana de realizarle la oferta «a Pedro J. le echaron; pero vamos, que no me hubiera ido». Otra cosa diferente fue cuando el recién destituido director fundó El Mundo, «me volvió a llamar y me pareció un proyecto tan interesante que lo acepté».
Allí cubrió algunos de los más importantes acontecimientos judiciales que han tenido lugar en la historia de España, como el primer macrojuicio contra el narcotráfico celebrado en la Casa de Campo, el caso GAL… En sus últimos años en El Mundo realizó crónica parlamentaria desde el Congreso. Además de ser durante unos cuantos años presidente del Comité de Empresa.
A Yanel le gustan la música, el cine, la naturaleza, estar con los amigos, viajar…
Lean, es uno de los periodistas españoles con más pedigrí…
¿No echa de menos los tirantes (me refiero a Pedro J., claro)?
Ja, ja, ja… No me ha dado tiempo todavía a echar nada de menos porque estoy dedicado a labores domésticas durante los últimos meses.
¿Por qué le dio por hacer información de Tribunales cuando comenzó en esto del periodismo?
No me dio, yo empecé en la agencia Europa Press cogiendo por teléfono las crónicas de los corresponsales, como hacía todo el mundo. A los seis meses el compañero que hacía información local, Álex Grijelmo, que luego fue presidente de la agencia EFE, se marchó a El País y el director me dijo que yo iba a hacer información local. Y pocos meses depués José Yoldi, que hacía Tribunales, se marchó también a El País, y el director me dijo que yo iba a hacer Tribunales. Yo no tenía ni idea y aprendí como otros muchos.
Si no me equivoco, y creo que no, llegó a tener hilo directo con el juez Baltasar Garzón…
Sí, sí… Le veíamos muchos días los periodistas que cubríamos Tribunales.
¿Cómo era entonces de cerca? Porque unos hablan de él como si fuera un ogro y otros dicen que fue poco menos que “el salvador de la patria”.
Era un hombre muy trabajador, le gustaba aparecer en los medios, aunque quizás no tanto como dicen sus enemigos, hizo cosas que no había hecho hasta entonces ningún juez, como por ejemplo dirigir una gran operación contra el narcotráfico desde un helicóptero en Galicia sobrevolando la zona de los narcotraficantes… Al principio era bastante inexperto y cometió fallos en la instrucción de algunos casos, pero fue aprendiendo con el paso del tiempo.
¿Qué es lo más duro que le ha tocado cubrir como periodista?
Sin duda, la muerte en directo de un comisario de Policía retirado que vino desde Alicante y testificó. Gracias a él se pudo llevar adelante la investigación judicial sobre el caso Lasa y Zabala, dos jóvenes vascos que huyeron a Francia y fueron detenidos y torturados y para ocultar los cadáveres los enterraron en cal viva… Pues ese comisario, nada más terminar de testificar, y su testimonio fue fundamental para la condena, murió delante de los periodistas en la sala de juicio.
Y le impactó, como es lógico.
Fue impactante para todos. Hasta que el Tribunal se dio cuenta, ya habían desalojado al público, estábamos los periodistas y el juez nos dijo que saliéramos, pero vimos cómo la forense le intentaba reanimar y él se murió allí en el suelo.
¿Qué recuerdos le quedan del caso GAL, que cubrió día a día como periodista?
Que el terrorismo de Estado no se puede permitir nunca.
También recuerdo que contó cómo a Lola Flores le pilló Hacienda por defraudar…
Sí, con algún periodista más. Para mí era informar porque era un personaje popular y había defraudado a Hacienda una cantidad importante de dinero.
Un exalcalde de Jerez, Pedro Pacheco, hizo famosa la frase: “La Justicia es un cachondeo”. ¿Lo comparte?
Yo creo que no. La Justicia funciona, el Estado de Derecho funciona, pero… Cuando no te dan la razón, protestas. Por eso la Justicia siempre va a ser discutida, porque el que pierde siempre dice que la Justicia ha actuado mal.
¿Hay Justicia para ricos y Justicia para pobres?
Indudablemente, el rico siempre tiene más posibilidades de defenderse que el pobre. Con mejores abogados, con triquiñuelas incluso…
Si le hubiera llamado El País en la época que estaba en El Mundo, ¿qué hubiera hecho?
Se da la casualidad de que soy de los pocos periodistas de España a quien El País le ha llamado dos veces. Pero bueno… Estaba en la agencia EFE cuando me llamaron por primera vez y no me fui porque me gustaba mucho el periodismo de agencia; y luego me llamaron cuando llevaba poco tiempo en El Mundo y el proyecto de El Mundo era muy interesante al principio.
¿Ser presidente del Comité de Empresa de El Mundo le convirtió en uno de los periodistas más “poderosos” de España?
En absoluto, para nada. Soy un periodista más que, además de dedicar muchas horas al trabajo como los demás periodistas, tenía que sacar más horas para dedicarlas a la labor del Comité de Empresa.
¿Alguna bronca con Pedro J. que se pueda contar?
Bueno, con Pedro J. todo el mundo tiene broncas en el día a día. Las normales entre un director que exige mucho y los redactores que somos humanos y nos equivocamos.
¿Hay muchos periodistas que se creen políticos?
Hay muchos periodistas que les gusta que los políticos hagan lo que ellos digan. Y eso no puede ser. El periodista debe dedicarse sólo a informar y a opinar.
¿Y muchos políticos que se creen periodistas y que quieren que los periodistas hagan lo que ellos les digan?
Por supuesto. En las relaciones necesarias y diarias entre los políticos y la prensa hay políticos que no entienden que la obligación del periodista es criticarlos a diario.
¿La información que cubrió y que más recuerda por algo especial?
Fueron muchísimas. Por ejemplo, el juicio de la colza en un pabellón especial de la Casa de Campo, que fue espectacular. Pero hay otros muchísimos juicios…
¿Un periodista puede ser amigo de un político y viceversa o no?
Yoooooo… Con los amigos comparto comidas, cenas, viajes y otro tipo de vivencias. Con los políticos yo, por lo menos, no. Es probable que un amigo se meta en política y no vas a decirle que deja de ser tu amigo, pero lo normal es que haya buenas, malas o regulares relaciones, pero no de amistad.
¿El periodismo es una profesión de miserias?
Sí, cada vez más. Existe mucho ego, nos consideramos superiores a los demás ciudadanos, no aceptamos muchas veces nuestros errores y nos consideramos mucho más importantes de lo que realmente somos. Hablo en general. Yo intento no ser así.
¿Está de acuerdo con la pena de muerte?
En absoluto, estoy totalmente en contra.
¿Milita en algún partido político, ONG o asociación? ¿Milita en algo?
Soy secretario general del Sindicato de Periodistas de Madrid y secretario de Comunicación de la Federación de Sindicatos de Periodistas.
Sin trabajo ni prestación, ¿qué estaría dispuesto a hacer para comer?
Aparte de estrujarme el cerebro para ver qué se me ocurría, haría cualquier cosa que fuera legal.
¿Prohibiría la prostitución?
Llevaría a cabo medidas para erradicarla y para que las prostitutas pudieran reinsertarse y rehabilitarse socialmente. Porque ellas en realidad son las víctimas. Obligaría a perseguir ferozmente las mafias que se dedican a comerciar con las prostitutas como si fueran cualquier mercancía e incluso a sancionar a quienes se aprovecharan, como clientes, de ese negocio.
¿Cuál fue su primer sueldo y en qué se lo gastó?
No recuerdo cuánto, pero supongo que fue pequeño porque fue hace muchos años, pero se lo daría a mis padres porque ellos no tenían un duro y hacían muchos sacrificios para que yo pudiera estudiar. Fue en una ferretería en Talavera (Toledo), donde trabajé unos meses hasta que me fui a Almacenes Pereda, una droguería que ya lamentablemente ha cerrado.
¿Qué personaje histórico le gustaría ser?
Podría decir muchos, pero yo prefiero pensar más en el presente y en el futuro que en el pasado.
¿Con qué duerme? Si duerme con algo, claro.
Con pijama, sea verano o invierno.
¿Qué libro está leyendo?
“Memorias del Alzheimer”, del periodista Pedro Simón. Un libro magnífico que acaba de publicar.
¿En qué película le hubiera gustado actuar?
Cuando estudiaba en el instituto en Talavera participé en una obra de teatro y me di cuenta de que no tenía dotes de actor, por lo tanto… No me acuerdo del nombre de la obra, pero yo hacía el papel de “Tío Veneno”. Luego tuve mucha relación con gente del teatro en Talavera porque me gustaba mucho, pero no para actuar.
Cuando va o ve fútbol, ¿insulta al árbitro o a los rivales?
No, no… No voy al fútbol, pero cuando lo veo no los insulto. Y si fuera, desde luego, tampoco los insultaría.
¿Su mayor travesura?
Pues no recuerdo ninguna, pero supongo que de pequeño haría unas cuantas. Vivíamos en el campo, nos subíamos en los árboles, alguna vez se rompería alguna rama y…
¿Qué programas del corazón ve?
No los veo salvo cuando estoy cambiando de canal, de pronto veo algo que me llama la atención y me quedo viéndolo unos minutos.
¿Cuál es la mayor multa que le han puesto y por qué?
Una vez me multó Hacienda. Presenté un escrito fuera de plazo, pero luego tuvieron que darme el dinero que Hacienda me debía a mí con un plus porque ellos tardaron más tiempo del debido en ingresármelo.
Defínase: ¿de derechas, de izquierdas o de centro?
Pues yo creo que cualquiera que lea mis columnas de opinión en www.encastillalamancha.es sacará sus propias conclusiones. Y así trabajarán la mente, que siempre viene bien.
¿Cree que el tamaño importa?
El tamaño importa en casi todo y casi siempre. Por ejemplo, importa el tamaño de los recortes que están aplicando Rajoy y Cospedal; importa el tamaño de la cifra de parados, que está llegando a seis millones y es escandalosa…
Pero me refiero al tamaño del miembro viril.
Ja, ja, ja… ¡Eso se lo tendrás que preguntar a las parejas de las personas a las que entrevistas!
¿El juego del parchís es cosa de hombres? Se lo digo porque generalmente se comen una y cuentan 20…
Yo creo que los juegos no tienen sexo. Los hombres y las mujeres suelen jugar al parchís, pero es cierto que los hombres somos muy dados a esas cosas.
¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?
Yoooo… Siempre he dicho que hay que respetar la vida privada de la gente aunque sean personajes conocidos y yo, que soy un personaje que no soy conocido, ¿cómo voy a hablar de mi vida privada?
¿Pero ha habido lugares raros o no?
Insisto, ¡cómo voy a hablar de mi vida privada si no soy una estrella ni del cine ni del rock…! Ja, ja, ja…
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