Pues, efectivamente, se escondió cuando apareció por primera vez en una manifestación en Toledo en la que reivindicaban los derechos de los gays, las lesbianas, los transexuales y los bisexuales porque… Pero vamos, que le duró poco, ya que al final ha terminado siendo la presidenta de todos ellos en Bolo Bolo, la asociación que trata de recorrer un camino que, aunque parezca mentira, todavía es largo…
Elena Arroyo López tiene 32 años y es «toledana y del Polígono», como ella misma afirma; y entre sus aficiones están jugar con sus sobrinos, la lectura y tomar algo con sus amigas. Y lo que están leyendo es la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es.
Entró en Bolo Bolo en 2010 pero es presidenta desde 2013 y su junta directiva, porque le gusta hablar de equipo y no de individualidades, está formada también por Maribel Blanco como vicepresidenta; Juan José Sánchez como secretario general; Lucas Borreguero como tesorero; y Ana Isabel Rodríguez y Julita García como vocales.
El sábado 28 termina «Toledo entiende», una semana cultural con la que han querido dar un paso más en sus históricas reivindicaciones. Por ello luchan, por frenar la discriminación fundamentalmente…
Lean, lean…
<a href="» target=»_blank»>SI NO PUEDE VER LAS FOTOGRAFÍAS, PINCHE AQUÍ
¿Por qué se decidió a ser presidenta de Bolo Bolo?
Pues… Ya llevaba colaborando un tiempo, unos tres años más o menos, y la verdad es que siempre he estado metida en líos, como dice mi madre; ja, ja, ja… Era el siguiente paso que tenía que dar, ser socia de Bolo Bolo y un poco lo de presidenta fue surgiendo. Pero somos un equipo al fin y al cabo.
¿Cuántos socios hay en Bolo Bolo?
Pues seremos unos 20. Siempre faltan. Hay proyectos que no podemos llevar a cabo porque no terminamos de… Hay momentos en los que te sobrecargas de trabajo. Al principio te dejas llevar por la ilusión y crees que puedes llevarlo todo adelante, pero te das cuenta de que no siempre se necesita dinero, pero sí gente.
En el siglo XXI, ¿no suena un poco raro que todavía los gays, las lesbianas, los bisexuales y los transexuales tengan que salir a la calle a reivindicar sus derechos porque haya una parte de la sociedad que les rechazan?
¡Pues sí, así es! Parece que las leyes van por delante de la forma de pensar de ciertas personas. Hace una semana unos compañeros de la Federación estatal se fueron a Talavera de fin de semana, hicieron la reserva en un hotel por internet y cuando llegaron les dijeron que solo tenían camas de matrimonio. ¡Y estos chicos son un matrimonio! No les devolvieron el dinero de la reserva, no les sacaron la hoja de reclamaciones… No los quisieron alojar porque son dos chicos, pero han denunciado porque al no darles la hoja de reclamaciones tuvieron que llamar a la Policía.
Por fortuna, este tipo de caso imagino que son excepciones…
Sí, excepciones, pero pasa.
Creo que antes de ser presidenta de Bolo Bolo usted iba a las manifestaciones que hacía el colectivo en Toledo y se escondía…
Sí. Ja, ja, ja… Iba a las manifestaciones y me escondía detrás de… Conocía del instituto a Javier Fernández, el fundador de Bolo Bolo, y me decía que fuera. Y en una manifestación me escondí detrás de una columna porque no me atrevía a salir. En la Plaza del Ayuntamiento concretamente, lo vi desde una esquinita del Arco de Palacio. Quería observar cómo era y…
¡Y no ser observada!
Ja, ja, ja… Pero luego me asomé y me metí en la manifestación. A partir de ahí, lanzada. Con naturalidad.
Toledo, Castilla-La Mancha, España… ¿Entienden?
Pues Toledo cada vez entiende más, tenemos muchos apoyos. Pues eso, ver a una pareja de chicas o de chicos por la calle de la mano, besándonse… Ya la gente no se fija, no se queda mirando, ¡pero siempre hay alguna excepción!
¿Usted se ha sentido discriminada alguna vez?
Sí. En un hotel, cuando les dices que quieres una habitación con cama grande pero dan por hecho que cuando llegan dos chicas quieren dormir de en camas individuales. Les dices que quieres solo una cama y como que te miran raro. ¡Aunque al final te la dan!
Y al revés… ¿Hay mucha gente a la que todavía le cuesta decir que es homosexual?
Sí. Y gente que no cree que sea necesario decirlo. Yo creo que sí lo es, porque forma parte de… No a lo mejor decirlo ni proclamarlo a los cuatro vientos, pero como la gente da por hecho que eres heterosexual tienes que decir que no lo eres, por lo que en cierta forma estás saliendo del armario. Porque si yo digo: es que he roto con mi pareja. Y te dicen: ¿cuánto tiempo llevabas con él? Pues no era él, era ella… Así estoy saliendo del armario, se me supone una heterosexualidad que no es real. Yo he cambiado varias veces de trabajo y es como empezar otra vez de nuevo. Creas un clima agradable y cuando dices eso pues… Como que se corta el buen rollo, ¿sabes? No sé si es una sensación mía, pero… Me ha pasado. Se ha cambiado de tema muy sutilmente…
¿Hay mucho carca en esta sociedad todavía?
Sí. La heterosexualidad se supone siempre.
¿Es fácil ser lesbiana en una ciudad de provincias?
A mí no me resulta nada difícil.
¿Le costó salir del armario?
Uffffff… ¡Mucho! Mucho primero la autoconfirmación mía personal, eso me costó tiempo, porque no sabía dónde ubicarme al principio. Yo he crecido con eso de que a los chicos les gustan las chicas y a las chicas les gustan los chicos. Entonces, si a mí me gustaban las chicas. ¿Yo qué era? Pasé la época de vestir ropas anchas y, claro, una vez que te afirmas en tu forma de ser… Hasta los 22 años no tuve la conciencia de afrontarlo. Pero cada uno tiene su momento y su por qué. Pedí ayuda a mi hermana e hicimos una pequeña prueba con mi madre y al final… ¡Se enteraron! Como su reacción fue poco menos que ¡qué guay!, pues tiramos para adelante. Ja, ja, ja… Bien, bien, bien…
¿Cuál es el caso que más le ha dolido de alguien a quien conozca y a quien se le haya discriminado por no ser heterosexual?
Pues el de nuestra compañera Maribel Blanco, vicepresidenta de Bolo Bolo. Ella tenía su pareja, una mujer, y decidieron tener un niño. Lo tuvo la pareja, pero dejaron de convivir juntas y ahora no se le reconoce como hijo suyo. Entonces, lleva una lucha prácticamente desde que nació el niño. El Tribunal Supremo ha fallado a su favor, pero claro, la madre biológica tiene su derecho de recurrir. Ésa es la discriminación más horrorosa que estamos viviendo.
¿Cuáles son ahora mismo sus reivindicaciones?
Principalmente, la homofobia, que existe, y que en muchas ocasiones la gente tiene interiorizada como algo normal. Que depende de qué insulto utilicen, si te lo tomas a bien, pues piensan: no ves, si al final lo es. Te dicen «bollera» o «maricón», o me pongo en la pared cada vez que viene y nos reímos pues… Y si nos enfadamos, porque a mí no me gusta que me llamen «bollera», es que somos muy susceptibles. Entonces… Eso siempre pasa, en general se nos cataloga como un sector muy susceptible de la sociedad. Yo he escuchado conversaciones en el autobús que… ¡Te puedes horrorizar!
¿Casarías a dos personas del mismo sexo?
¡Por supuesto! Ja, ja, ja… ¡Por supuesto!
¿Messi o Cristiano Ronaldo?
¡Ayyyy…! ¡Cristiano Ronaldo! ¡Que soy del Real Madrid! Ja, ja, ja…
¿Tiene algún parado en su familia o entre sus amigos? ¿Ha podido hacer algo por ellos?
Mi hermano. Pero es muy difícil hacer algo.
Si fuera juez, policía, banquero, abogado, cerrajero, funcionario de Justicia… ¿Intervendría en un desahucio u objetaría?
Objetaría.
¿Cuál ha sido su mayor locura por amor?
Uffff… Ja, ja, ja… ¡Hace tiempo ya! Tuve que pagar 80 euros de taxi porque perdí el autobús de vuelta. Sí, sí, sí… Trabajaba al día siguiente y no tenía más remedio que regresar a Toledo desde un pueblo de Ciudad Real.
¿Cuántos idiomas habla?
Español y un poquito de inglés.
Si mañana le tocara la lotería…
Pues me compraría una casa y ayudaría a mi familia.
Si fuera presidenta del Gobierno de España, lo primero que haría sería…
Reunirme con las asociaciones y con la gente de la calle. Para escucharlos.
¿Existen los extraterrestres?
Pues… Yo creo que sí, pero no son los muñequitos esos verdes que siempre nos han contado. Ja, ja, ja… Yo creo que son pequeñas moléculas que…
¿Por cuál de estas situaciones pasaría para ganarse la vida? Uno, posar en top-less o hacer un desnudo integral para una revista; dos, posar para el calendario Pirelli; o tres, atender un teléfono erótico.
Atender un teléfono erótico. ¡Me da mucha vergüenza posar! Sí, sí, sí… En el teléfono no me verían, ¡las otras dos opciones no por vergüenza!
¿Actuaría en una película porno?
¡No! No es mi ámbito… No, no…
¿Monarquía o República?
Me gustaría que nos dejaran decidir.
¿Se ha pegado con alguien alguna vez?
Sí, sí, sí… Pero de chiquitita. ¡Hay que guardar las formas! Y de pequeña, pues depende, me pegaban y pegaba yo… ¡Había veces que me lanzaba yo la primera!
¿Ha recibido propuestas sexuales de un hombre?
Sí. Nada, pues lo típico… La respuesta ésa de que si me gustan las mujeres es porque no he encontrado un hombre en condiciones… ¿Cómo te quedas?
¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?
Pues… ¡No, no me atrevo! Sí que los hay, ¡pero no me atrevo! La verdad es que soy muy clásica, ¡qué le voy a hacer! Quizás en momentos puntuales… Ja, ja, ja…