«La situación más terrible que he vivido fue en Mauritania, en el desierto del Sahara, tras la salida forzada de España, cuando vi la casi imposibilidad de sobrevivir en la banda del Sahel sin agricultura, sin agua, con temperaturas de hasta 50 grados, con las noches frías, sin nada que echarse a la boca… ¡Cómo se puede sobrevivir en ese mundo!». Lo ha contado Carmelo Angulo, presidente de Unicef Comité Español, durante el desayuno informativo «Espacio Reservado» que ha organizado encastillalamancha.es, en el que ha contado el Estudio sobre la Infancia en Castilla-La Mancha, y que ha contado con el patrocinio de la Fundación Caja Rural CLM y El Corte Inglés.
Angulo se ha referido a las dos situaciones más dramáticas que ha vivido a lo largo de su vida cuando se lo ha preguntado Mar G. Illán, directora de este periódico.
La primera es la que han leído; la segunda, «cuando coordiné la ayuda humanitaria del huracán Mitch en América Latina, con avalanchas de lluvia y lodo, barrios desplomándose, el agua se llevaba los autobuses con la gente dentro… Fue terrible».
Carmelo Angulo: «355 millones de niños viven en lugares insostenibles»
El presidente de Unicef Comité Español ha ofrecido datos estremecedores, entre ellos que «355 millones de niños viven en lugares insostenibles». Y si además son niñas, «la situación es todavía peor, porque las mujeres tienen un plus de vulnerabilidad, no son respetadas y viven situaciones de sometimiento muy duras».
Pero, a la vez, hay situaciones duras que, aunque suene raro, le han generado esperanzas. Y lo ha explicado de la siguiente forma:
«Por ejemplo, en Haití la gente canta, tiene esperanza, no se va de sus países porque les da la gana venirse a Alemania. En Siria la educación y la Universidad eran gratuitas, los que vienen como refugiados a Europa están mucho más cualificados de lo que lo estaban nuestros abuelos (cuando tuvieron que emigrar). Estoy convencido de que la gente quiere vivir, de salir adelante, de cantar, de jugar… Y desde Unicef se le da trascendencia para que el niño o la niña pueda volver a jugar, a conectarse con la vida».
Para terminar, Carmelo Angulo ha lanzado un reto a las más de 200 personas presentes en el «Espacio Reservado», donde había representación de todas las instituciones: «Pido que nos juntemos dentro de dos años con la revisión de este informe para que al menos podamos decir que estamos en el camino del objetivo», que no es otro que en 2030 no haya ni un niño ni una niña pobre o excluido socialmente en Castilla-La Mancha.