A Ana Lozano del Campo (Guadalajara, 22-2-1991), atleta de media distancia, la han marcado las lesiones y una patología que la ha llevado al quirófano (síndrome de Haglund, lesión en un hueso del pie), interrumpiendo su carrera, de tal forma que ahora mismo sigue su puesta a punto para el retorno a la competición. Licenciada en biología, combina el deporte con el trabajo. Campeona de España en 5.000 metros, quiere reverdecer viejos laureles.
La atleta guadalajareña, de 32 años, es otra de las deportistas que conforman el serial de entrevistas titulado «Referentes del deporte femenino en CLM», que promociona la historia de algunas de nuestras más destacadas deportistas en varias modalidades y con ello los valores de igualdad en la sociedad y en el deporte, así como los que conlleva en sí misma la actividad deportiva de sacrificio, superación y trabajo en equipo.
¿Cuáles son los que consideras hitos de tu trayectoria, lo que ha marcado el camino hasta llegar a tu situación actual?
Lo que me ha llevado hasta aquí es lo mucho que me gusta el atletismo y la constancia. No destaqué de joven. Empecé a tener resultados más destacados cuando cambié de entrenador, en 2014. Así, en 2015 logré mi primera medalla nacional. En 2017 lo conseguí todo: campeona de España, internacional varias veces, fui a mundiales de cross y pista; también gané la Copa de Europa por naciones y en 2018 obtuve un bronce en los Juegos Mediterráneos, en los 5.000 metros.
¿Cómo se llega a este nivel? ¿Talento, preparación, ayudas…?
Es multifactorial. Hay que tener un talento de base pero si no se trabaja, no se llega a ningún sitio. En la élite se ve a gente que, sin ser la más talentosa, por el trabajo y la salud ha llegado a un nivel muy alto. Este deporte premia la constancia, también la que te permite la salud. Es una mezcla de talento, trabajo, suerte y apoyo. Esto último es porque el atletismo es muy precario y resulta muy difícil vivir de ello
¿Qué no se conoce de tu deporte?
A la gente que está fuera del deporte le cuesta comprender la dedicación que supone ser atleta profesional. Como yo no vivo en un entorno deportivo (como en un CAR), a mi familia y amigos, aunque se alegran por mí, les cuesta entender que tenga que quedarme a descansar en casa, cuidar mucho la alimentación, renunciar a muchas cosas (aunque no me guste la palabra por la connotación negativa y yo he elegido esto). Para llegar a la élite no basta con trabajar duro dos horas al día sino cuidarte las 24 horas.
¿Y de ti que te gustaría que se supiera?
En mis redes sociales solo muestro mi faceta de deportista. Se sabe que estudié biología pero menos que me gusta viajar, salir al campo, los conciertos, vivir una vida aventurera que, siendo deportista, no se puede llevar porque te tienes que quedar en casa, cuidándote.
¿Los objetivos más inmediatos que tienes?
Conseguir continuidad. No me puedo plantear aún competiciones a corto plazo. Llevo poco tiempo entrenando y tengo mucho trabajo que acumular. El objetivo es no lesionarme. Llevo una racha de muchas lesiones y así no hay manera de lograr un estado de forma, es imposible.
En cuanto a ayudas, ¿qué necesitáis para seguir avanzando?
Yo ya tengo un trabajo y eso me da libertad. No me siento atada a unos resultados deportivos. También soy consciente de que ser atleta es una opción personal y por tanto nadie está obligado a ayudarme. Cierto es que si en un país se quiere tener un equipo nacional fuerte, los deportistas necesitan ayuda, por eso son importantes pero tienen que recibirlas quienes las merecen. Yo ahora mismo no espero tener ayudas económicas; cuando las he merecido, las he tenido, pero ahora no me corresponden.
¿El momento más importante de tu carrera?
Dos o tres. Mi primera internacionalidad, en el Europeo en pista cubierta en 2017, porque me creía capaz de semejante cosa; fue un punto de inflexión. También haber llegado a un Mundial de pista en Londres, en la misma temporada. Fue un hito muy grande. Nunca he vuelto a tener ese estado de forma, por las lesiones.
¿El momento más importante de tu vida?
No sabría decirte.
¿Quién es o quiénes son tus referentes deportivos?
Nunca he tenido referentes a nivel mundial, nunca he sido de empapelarme las paredes con personas a las que he seguido, porque siempre he seguido más de cerca a mis iguales. Como yo tardé tanto en despuntar, mis referentes eran chicas de mi edad que estaban más arriba que yo. Las admiraba; ahora se han convertido en rivales, amigas, y eso es muy bonito.
¿Cuál es tu lema o la filosofía que te guía en tu trayectoria vital y deportiva?
No quiero ser de las personas que buscan excusas o el contexto para explicar lo que les pasa. Me gusta responsabilizarme y seguir adelante a pesar de las circunstancias porque eso dice mucho de ti. Es una manera de no tirar la toalla aunque quieras porque puede estar esperándote algo bueno a largo plazo. Existe una frase que me gusta mucho: ‘Hay que tener sueños grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen’.
¿Alguna manía o superstición?
No, no tengo.
En tu opinión, ¿cómo está el deporte femenino hoy en Castilla-La Mancha?
Sigo poco otros deportes. En cuanto a atletismo, está muy bien ya que hay muchas atletas castellanomanchegas en lo más alto, desde el fondo hasta la velocidad. Están yendo a los mundiales, a los Juegos… prometen mucho. Me hace mucha ilusión porque las conozco desde siempre.
En materia de igualdad en el deporte en general y en el tuyo específicamente, ¿qué crees que es aquello en lo que más se ha avanzado y qué queda por hacer?
Los logros conseguidos en el fútbol, por ejemplo, no se aplican a nuestro deporte. A nivel nacional las mujeres del fútbol, al luchar por sus derechos laborales, han conseguido un hito, pero en atletismo es algo a lo que no se puede aspirar porque no somos un deporte profesional ni hay convenio laboral. Sin embargo el atletismo es bastante igualitario, compiten hombres y mujeres en el mismo sitio, pero queda mucho por aplicar en materia de entrenamiento porque, si nuestros cuerpos son diferentes, fisiológicamente también respondemos de forma distinta al entrenamiento.
El ejemplo es la menstruación, es un ciclo hormonal que cambia nuestras capacidades, rendimiento, sensaciones. Hasta hace poco se asumía como normal que las deportistas de alto rendimiento perdieran la regla como una consecuencia natural del entrenamiento, y eso no es así. Es un problema silenciado muy, muy extendido que les lleva a frenar su desarrollo deportivo porque perder la menstruación conlleva a largo plazo lesiones muy serias en todo el organismo. Se decía que era normal y no lo es. Hay que aceptar que hay un problema porque sigue sucediendo con mucha frecuencia y abordarlo para que deje de suceder porque nos estamos perdiendo a muchas atletas que se quedan en el camino por un problema que tiene solución.
Cuando no estés en la élite, ¿cómo imaginas tu vida? ¿En el deporte, fuera de él, algún proyecto…?
No sé a qué me dedicaré, pero seguiré teniendo una vida activa en contacto con la naturaleza de alguna manera, de forma profesional o en mi tiempo libre
Si un día fueras ministra de Deportes, ¿cuál sería tu primera decisión?
No sería fácil de aplicar, pero trabajaría para que la práctica deportiva estuviera más presente en la vida de toda la ciudadanía. No sería simple porque lo primero que debería hacer sería coordinarme con otros ministerios. Me gustaría abordar cosas relacionadas con el urbanismo, la manera en que están diseñadas las ciudades, que nuestro entorno nos obligue a movernos más para ser personas activas, eso también tendría repercusión en el deporte nacional porque la idea es que todo el mundo practique deporte, que no solo sea una profesión para algunos.
Esta es la serie completa de entrevistas
Isabel Fernández: «He empeorado, los médicos me han dicho que este será mi último Mundial»
María Espinosa: «No hay una explicación racional para la decisión de que el kárate no sea olímpico»
Arantza Toledo: «En igualdad se ha avanzado, aunque siguen faltando cosas por hacer»