El año 2018 ha venido marcado por importantes exposiciones que han colocado a la región en el epicentro cultural del país. La primera de ellas quedaba inaugurada en Talavera el 21 de septiembre. «aTempora Talavera. Seis mil años de cerámica en Castilla-La Mancha» está considerada la muestra de más relevancia llevada a cabo en la ciudad, una cita que se prolongará hasta finales de marzo de 2019 en lugar de hasta el 27 de enero, como estaba previsto inicialmente.
En ella el arte del barro es el protagonista de una iniciativa promovida por la Junta de Comunidades -a través de la Fundación Impulsa Castilla-La Mancha- y en la que colaboran diversas instituciones y entidades como la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Talavera y la Fundación San Prudencio. Un total de 1.200 piezas, 200 restauradas para la ocasión, ofrecen una visión muy amplia de la cerámica producida en Castilla-La Mancha o presente en la comunidad, subrayando la relevancia de esta artesanía como fuente de expresión artística, como elemento de uso doméstico e industria generadora de riqueza, y también como elemento clave en la promoción turística y cultural del territorio.
«aTempora Talavera» está distribuida en cuatro sedes: la antigua iglesia de Santa Catalina (San Prudencio); el Museo Ruiz de Luna; el antiguo Hospital de la Misericordia, recuperado para ser el Centro Cultural Rafael Morales; y el claustro de la colegiata de Santa María La Mayor, la Colegial.
[ze_gallery_info id=»274859″ ]Esta muestra dará el relevo a una segunda exposición sobre cerámica -en este caso sobre cerámica popular- que se celebrará en la ciudad -en la iglesia de Santa Catalina- hasta mayo de 2019, dos actuaciones con las que se pretende que, tras admitir su candidatura, la cerámica de Talavera y El Puente del Arzobispo sean incluidas por la Unesco en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Bill Viola, de Nueva York a Cuenca
Si en 2016 la exposición «La poética de la libertad» -con obras de Weiwei, Luis Feito, Martín Chirino, Rafael Canogar, Antonio Saura, Fernando Zóbel y Gustavo Torner– puso a Cuenca en la agenda cultural, el neoyorquino Bill Viola y su muestra «Vía mística» vuelven a situar a la ciudad en el panorama nacional.
Hasta el 24 de febrero de 2019 y desde el 18 de octubre de 2018, la Escuela de Arte Cruz Novillo, el Museo de Arte Abstracto Español, las iglesias de San Andrés y San Miguel y el Museo de la Semana Santa de Cuenca acogen un conjunto artístico que hace alusión a la espiritualidad de la ciudad.
16 son las obras expuestas, una especie de «trances» en los que quedarse contemplando las composiciones en vídeo para terminar empapándose con su esencia. Porque para Viola el arte es «el proceso de intentar despertar el alma, porque vivimos en un mundo industrializado y acelerado que prefiere que el alma permanezca dormida». En Cuenca se podrán ver algunas de sus obras más famosas. Como su serie «Mártires» de «Tierra, Aire, Fuego y Agua», realizada en 2014; o «Shanon» y «Madison» (2013), dos vídeos de alta definición en bucle que muestran a dos jóvenes sumergidos en un estanque, que estarán en el Museo de Arte Abstracto. También se expondrá «Fire Woman» (Mujer de Fuego), de 2005, una impresionante pantalla de casi seis metros de alto que ocupa el retablo de la iglesia; y «La ascensión de Tristán 2005 (El sonido de una montaña bajo una cascada)».
No solo estarán estas obras producidas en el siglo XXI. También habrá obras clásicas del artista: «El estanque reflectante», de 1977-1979; «El Saludo», de 1995; o «El Mensajero», de 1996. Completan la muestra «El quinteto de los silenciosos», «No dicho (Plata y oro)», «Cuatro manos», «Surgimiento» y «Observancia».
Viola alcanzó fama mundial por explorar el mundo de la imagen en movimiento, pero dando tintes clásicos a sus obras en vídeo, una fascinante reinterpretación del lenguaje artístico clásico. La humanidad destaca en sus creaciones y en ellas se parte de las preguntas básicas que se hace el ser humano. La vida, la muerte, el paso del tiempo y nuestra percepción del mismo son las cuestiones sobre las que invita a reflexionar, tomando un cariz importante en la muestra conquense todo aquello que evoca la ciudad.
Roberto Polo, la gran apuesta de CLM por el arte contemporáneo
En 2018 se dieron los pasos definitivos para definir la llegada y puesta en valor de la colección de arte contemporáneo de Roberto Polo a Castilla-La Mancha, cerca de 500 obras de los siglos XIX, XX y XXI pertenecientes a este mecenas que se podrán ver en el Museo Santa Fe de Toledo y en la Casa Zavala de Cuenca a partir de finales de marzo de 2019.
Un primer lote de obras de arte contiene trabajos de pintores, escultores, fotógrafos y diseñadores de las vanguardias históricas del centro, este y norte de Europa y de Estados Unidos, autores como Oskar Schlemmer, Georges Vantongerloo, Laszlo Moholy-Nagy, Wassily Kandinsky, Hermann Max Pechstein o Honoré Daumier.
A finales de 2018 se conocía que a los fondos donados por Roberto Polo se sumarán otras 30 obras de su colección, obras de Toulouse-Lautrec, Delacroix, Degas o Moreau. Igualmente el pintor toledano Rafael Canogar, uno de los principales representantes del arte abstracto, decidió donar uno de sus cuadros a la Fundación Colección Roberto Polo para que se exponga en el Museo de Santa Fe de Toledo.
Roberto Polo desciende de una familia gallega emigrada a Cuba que llegó a ser propietaria de la compañía Polotanque, dedicada a la construcción de tanques de acero para refinerías de petróleo y a la construcción de infraestructuras. Artista, historiador, filósofo, filántropo, coleccionista y marchante de arte, fue socio mayoritario de la casa de subastas Sotheby’s. Sus obras de pintura, escultura y fotografía están consideradas uno de los mayores exponentes de las vanguardias europeas y estadounidenses.
En este enlace puedes ver una amplia galería fotográfica sobre Atémpora en Talavera