El 2020, como en todos los ámbitos, ha sido un año difícil para el mundo de la cultura. En marzo la actividad se vio paralizada por la pandemia, también los teatros, los cines, los conciertos… Tiempo después la «nueva normalidad» trajo otra manera de hacer cultura, algo que no ha evitado que en Castilla-La Mancha se haya inaugurado un nuevo museo.
Recientemente, el pasado 19 de diciembre, abría en la ciudad de Cuenca la segunda sede del Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (Corpo), un acto al que asistieron el presidente de la región, Emiliano García-Page, y el propio Roberto Polo, artífice de esta apuesta por lo contemporáneo.
Nuevos espacios, nombres propios…
El nuevo espacio, emplazado en la iglesia de Santa Cruz, se suma en la capital conquense a la Fundación Antonio Pérez, al Espacio Torner, a la Casa Zavala y al Museo de Arte Abstracto Español, conformando un gran círculo dedicado al arte. Precisamente, la colección pretende establecer un paralelismo entre los artistas que impulsaron en Cuenca el Museo de Arte Abstracto en 1959 y sus coetáneos europeos y americanos.
Junto a la hoz del río Huécar ya cuelgan obras de pintores como John Atkinson Grimshaw, Félicien Rops, Alexandre Séon, Joseph Granié y Edgar Degas. Una obra en tinta china sobre papel de Don Quijote y Sancho Panza, de Pablo Ruiz Picasso, y «El soldado», un óleo sobre lienzo del francés Eugène Delacroix, llaman la atención muy cerca de la entrada a esta antigua iglesia.
En 2020 otros museos también fueron noticia, en este caso, por celebrar sus respectivos aniversarios. El Museo del Ejército de Toledo festejó sus 10 años con la exposición temporal «10 años en Toledo, cerca de ti, cerca de todos», donde se reunieron las actividades realizadas durante esta primera década del centro.
A lo largo de los últimos 10 años el museo ha contabilizado un total de 4.500 visitas de grupos (200.000 visitantes), 2.000 actividades escolares (50.000 alumnos) y 1.300 actividades durante los fines de semana (40.000 asistentes), datos que hablan por sí solos de la cercanía de esta institución cultural con el público.
Anualmente cruzan sus puertas una media de 300.000 visitantes para conocer la riqueza de su exposición permanente, elemento fundamental de un museo que quiere con ella mostrar la historia del Ejército como parte inseparable de la historia de España, las aportaciones de toda índole del Ejército a la sociedad y potenciar la cultura de defensa.
Y los nombres propios de la cultura fueron…
El año que ahora termina despidió al gran cineasta José Luis Cuerda, fallecido a los 72 años en su casa de Madrid. Los reconocimientos no tardaron en llegar para el autor de títulos como «La lengua de las mariposas», «Amanece que no es poco» o «El bosque animado». Tanto es así que días después de su muerte el Gobierno central le concedía a título póstumo la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, un galardón que premia a personas físicas y jurídicas y a entidades tanto españolas como extranjeras que se han distinguido por los méritos contraídos en los campos de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia y la investigación o que han prestado servicios destacados en cualquiera de ellos en España o en el ámbito internacional.
Otro castellano-manchego, y también cineasta, protagonizó la actualidad de 2020. «Dolor y gloria», de Pedro Almodóvar, fue nominada al Oscar a Mejor Película Extranjera en la 92 edición de estos galardones. Aunque finalmente no se llevó la estatuilla, fue la tercera vez que una película dirigida por el cineasta manchego optaba al Oscar en esta categoría, un premio que consiguió en 1999 por «Todo sobre mi madre» y para el que fue candidato en 1988 con «Mujeres al borde de un ataque de nervios».
Puy du fou continuó encarando su ambicioso proyecto
Después de meses cerrado al público a causa del estado de alarma, Puy du Fou regresó el 17 de julio con su «Sueño de Toledo», en un espectáculo dedicado a los sanitarios, a los que dio «las gracias por cuidarnos», una cita que fue la mayor o una de las mayores concentraciones de gente en Castilla-La Mancha desde el inicio de la pandemia, pero en la que se respetaron las distancias de seguridad -con butaca vacía entre cada espectador- y con todas las personas con la mascarilla puesta.
El 2020 fue un año para seguir preparando su ambicioso proyecto, aquel con el que quiere ofrecer cuatro grandes espectáculos de día que, junto a «El sueño de Toledo», permitirán una entrada de 14.000 personas una vez que el Covid deje de limitar el aforo.
Las máquinas volvieron al recinto para preparar los nuevos escenarios que albergarán estos espectáculos históricos, con el habitual despliegue de imaginación, tecnología, escenografía, coreografías y música de calidad, marca de la casa para embriagar a cada espectador hasta transportarle a los momentos más brillantes de la historia de España y sus protagonistas.
El telón volvió a subirse en el Festival de Almagro
En julio, y a pesar de todas las dudas motivadas por la crisis sanitaria, finalmente se pudo celebrar la 43 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, en esta ocasión con la participación de 26 compañías teatrales y con aforo reducido, aunque con un escrupuloso respeto por las medidas de seguridad.
La Compañía Nacional de Teatro Clásico continuó siendo la columna vertebral del certamen que este año contó con la Comunidad Valenciana como región invitada. La Compañía Nacional de Teatro Clásico apostó por su versión más joven con el estreno de «En otro reino extraño», a partir de textos de Lope de Vega; y por «Alma y palabra», recital poético, que se vio con público por primera vez, a partir de textos de San Juan de la Cruz con dramaturgia de José Carlos Plaza e interpretación de Adriana Ozores y Lluís Homar, quien, además, firma la dirección.
Almagro acogió seis estrenos, cuatro de ellos absolutos.
La cultura, más presente que nunca en la red
El confinamiento y las limitaciones de aforo llevaron a los autores y promotores a reinventar la cultura. Internet se convirtió en la gran aliada para que los castellano-manchegos no dejasen de disfrutar de ella. Durante el confinamiento se sucedieron las propuestas a través de la red.
Es el caso de las 29 obras de compañías de teatro de Castila-La Mancha que estuvieron disponibles en Youtube con motivo del Día Mundial del Teatro o del mensaje de esperanza y reflexión que enviaron conjuntamente, usando la música como modo de expresión, el violinista y director de orquesta Javier Ulises Illán y el pianista Hernán Milla.
Además, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes decidió poner a disposición de todos los ciudadanos un acceso abierto a eBiblio Castilla-La Mancha, un servicio de la Red de Bibliotecas regional en el que anteriormente era necesario solicitar, de forma presencial, la tarjeta de usuario de la red.
Esta decisión se tomó dadas las circunstancias excepcionales provocadas por el coronavirus. Otra de las iniciativas fue la de la Asociación Apolo, que organizó el festival «Toledo desde tu casa», en el que participaron 10 artistas relacionados con la capital regional.
Una vez pasado el confinamiento, las citas que todos los años llenan la agenda cultural de la región se resistieron a echar el cierre. En este sentido, festivales como el Festival Internacional de Cine Social, CiBRA, Abycine o la Feria de Artes Escénicas y Musicales de Castilla-La Mancha apostaron por encontrar nuevas fórmulas y ofrecer los trabajos de manera virtual.
Pero la cultura también reclamó una mayor protección para el sector ante la situación originada por la pandemia. En mayo la Plataforma de Afectados de Castilla-La Mancha de la industria del espectáculo y los eventos realizaba un manifiesto en el que solicitaba medidas para ayudar al sector, como proteger e impulsar a los autónomos, apostar por aplazar y no cancelar los eventos ya programados, bonificaciones en el Régimen Especial de los Artistas, pagos a 30 días y partidas concretas que sirviesen de estímulo para el sector.