A través de las manos de Carmen del Olmo, una piel de oveja se convierte en un bolso de coloridos estampados y de carácter único. Del Olmo es una artesana de la piel con más de 20 años de experiencia en su su taller de Valdeavellano (Guadalajara), tratando de continuar con su «artesanía contemporánea, fresca, colorista». Ella es una Maestra Artesana, un diploma expedido por Castilla-La Mancha que reconoce el trabajo diario de hombres y mujeres que, como Del Olmo, dedican su vida a los oficios tradicionales.
El círculo grabado en la piel: el secreto de Del Olmo
Su andadura arrancó en 2001, con un taller al que no le fueron bien las cosas. «Después de dos años es cuando me doy cuenta de que mi taller no funciona, tenía una producción muy pequeña y no sabía valorar mi trabajo, las cuentas no salían y pensé, voy a cambiar de piel y pintarla a ver que sale», recuerda la marroquinera. En aquel 2003, Del Olmo consiguió ‘cuadrar su propio círculo’: los lunares, las circunferencias grabadas en los bolsos, sumado a los coloridos estampados en la piel, fueron su «seña de identidad». «Los estampados empezaron a fluir». La artesana encontró su esencia, eso que le permitía destacar.
«Cuando yo empecé a pintar la piel no era muy común ver los bolsos de colores», admite con honestidad la artesana. Ahora, cada mes, Del Olmo busca una inspiración diferente que cuelga en su Instagram y sus creaciones han llegado hasta el prestigioso The Barnes Collection, en Philadelphia (EE.UU).
La artesanía en el siglo XXI: «No hay relevo generacional»
El oficio artesano, manual, hecho con mimo y originalidad, continúa siendo un pilar en el que sustentar buena parte de los secretos de Castilla-La Mancha. Esa tradición manual no está exenta de problemas en un 2023 dominado por las macrofactorías y la economía de escala. «En el siglo XXI quedan pocos, la forja, la alfarería, los boteros de botas de vino, los carpinteros, no se me ocurren más, pero del resto de oficios hay objetos en todos los sitios que proporcionan el uso cotidiano con una diferencia de precio muy grande, fabricas de todo tipo…», reflexiona Del Olmo. La globalización nos acerca a todo, pero nos aleja de las esencias.
La marroquinera es una de las elegidas como Maestra Artesana, un reconocimiento de la Junta de Castilla-La Mancha que premia a quienes continúan con los oficios tradicionales. Este reconocimiento es un empujón para continuar con su taller y sus creaciones. «Un trabajo de mucha soledad», dice. Sin embargo, la artesanía regional necesita nuevos jóvenes que se incorporen a la tradición con su apuesta innovadora. «No hay relevo generacional», explica Del Olmo, que echa en falta esa sucesión tan necesaria.
Otra de las reivindicaciones de Del Olmo es, precisamente, reconocer a los artesanos con un IVA reducido. «No es fácil, la artesanía tributa al 21% de IVA. No somos fábricas, nuestra producción es muy pequeña y el sector necesita un cambio fiscal», recalca Del Olmo, mostrando que la guerra por los precios bajos dificulta vender sus piezas al precio que merecen.
Carmen del Olmo trabajando en su taller.
Farcama, una oportunidad para Del Olmo
El trabajo de Carmen del Olmo se muestra en las ferias. Estará en la próxima edición de la Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha (Farcama), una cita a la que ha acudido cada año desde 2003, a excepción del año en el que la exposición se trasladó al Alcázar. «Estoy muy contenta con el nuevo emplazamiento del parque de la Vega estas tres últimas ediciones», dice Del Olmo, a la vez que reflexiona: «Hay que ver si la feria soporta tanta cantidad de talleres para que todos nos vayamos contentos».
El próximo 10 de octubre, Farcama abrirá las puertas de los oficios artesanos al público. Una oportunidad para admirar a artesanas que, como Del Olmo, han hecho del trabajo manual su proyecto de vida. Del Olmo estará presente con sus coloridos estampados y su piel trabajada centímetro a centímetro. La artesanía contemporánea de esta marroquinera se abrirá paso, junto a los más de 200 creadores de todos los puntos de España y del mundo. «Aquí seguimos, porque la artesanía está más viva que nunca».
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