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jueves, 21 de noviembre de 2024
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La candidata del PSOE a la Alcaldía de Ciudad Real, Pilar Zamora, en el mar.
Elecciones en Ciudad Real - 30 abril 2023 - Ciudad Real

Pilar Zamora fue alcaldesa de Ciudad Real desde el año 2015 hasta el 2021. Ahora, esta abogada, de 52 años, vuelve a presentarse como candidata del PSOE a la Alcaldía de Ciudad Real. Una decisión que llegó tras un «viaje de reflexión» a la playa, porque el mar es su lugar preferido, donde es capaz de parar «la ebullición» de su cabeza.

Es licenciada en Derecho por la Universidad de Castilla-La Mancha, lo que lleva con mucho orgullo. Exactamente, formó parte de la primera promoción de esta carrera universitaria. Su vida está marcada por ello, porque Pilar no podría haberse ido a estudiar a otro lugar: «Siempre digo que me dedico a la política porque una decisión política cambio mi vida, que fue la de traer la UCLM a Ciudad Real».


Este contenido forma parte del Especial Elecciones ENCLM, donde intentamos conocer en profundidad a los candidatos a las elecciones municipales y autonómicas en Castilla-La Mancha del 28M, en este caso de Ciudad Real. 

El esfuerzo de una estudiante ejemplar y la pesca con su padre

Las raíces de Pilar están llenas de humildad y trabajo. Una infancia con muy buenas enseñanzas, así es como lo recuerda ella. Sus padres, madre trabajadora de la limpieza y su padre en el campo, le enseñaron a ver lo que cuestan las cosas. Reconoce que ellos se dejaron media vida trabajando para que ella pudiera estudiar. El esfuerzo y honestidad ha sido lo que más aprendió de ellos.

Pilar sonríe al recordar los momentos de su niñez: jugando con sus vecinos en su casa de la calle Morería, era una niña de jugar en la calle y de relacionarse mucho. También con sus dos hermanas, con las que lleva quince meses con una, y ocho años con otra.

Pero si algo recuerda con especial emoción son los momentos que compartía con su padre. En especial, cuando compartía una de sus mayores aficiones, la pesca. Ella se considera defensoras de los animales y entre risas, nos cuenta como un día, después de pasar todo el día pescando, acabo vaciando el cubo al río para devolver a los peces al río… «Compartí momentos maravillosos».

También, Pilar fue una estudiante ejemplar. El hecho de que su madre se levantara cada mañana a las 06:00 horas a limpiar para ella pudiera estudiar, le hizo tener ese sentido de la responsabilidad. Zamora admite que era de «coger muchos apuntes» e incluso se ríe al contar como mucho estudiantes le pedían sus «apuntes en sucio».

El mar, su refugio y el deporte, una de sus pasiones 

Pilar es amante de los viajes, pero reconoce que es muy mala en los trayectos: «soy como los niños chicos: siempre pregunto si falta mucho o si podemos parar».  Entre sus sitios más especiales para viajar está la ciudad italiana de Florencia, es su «ciudad de los sueños«. Le encanta pasear por sus calles, es algo que «no puedo explicar», nos dice.

¿Su viaje más emocionante? Su luna de miel. Fue la primera ocasión en la que montó en avión, y lo hizo con destino a Noruega. Sin embargo, este viajo estuvo marcado por uno de los hechos más impactantes de los últimos años, los atentados del 11 de septiembre. Pilar estaba en este viaje cuando ocurrió todo y el miedo estuvo. «Nunca he visto en un avión tanto silencio durante todo el vuelo, fue una sensación muy rara».

Uno de los lugares más significativos para Pilar es el mar. Allí es donde su cabeza dejar de estar en «ebullición», es lo único que hace que su cabeza frene y donde puede tomar decisiones. Así es como apostó por volver a presentarse como candidata, frente al mar. Fue un «viaje de reflexión» para tomar la decisión que ella considera «acertada» porque «no podría ver la política municipal desde un banquillo».

El deporte es otra de sus pasiones. Le encanta salir a correr o pasear… el deporte en todas sus facetas. Pilar fue diagnosticada de cáncer de mama, algo que hizo que tuviera que dejar de lado esta afición, pero cuando superó la enfermedad, volvió con más fuerza que nunca y participó en la Carrera de la Mujer, una carrera que hizo sola y la primera que Pilar terminaba después de mucho tiempo.

La recuerda corriendo con mucha fuerza y con una sonrisa: «Me apasiona el deporte y volver a correr, fue un momento importantísimo». Ahora, Zamora también va al gimnasio siempre que puede.

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Pilar en la primera carrera que terminaba después de superar la enfermedad.

Familiar, un nuevo amor: su perro, y de tradiciones, la Pandorga

Pilar se considera una mujer muy familiar, de compartir momentos con familia y amigos. En este sentido, nos confiesa que en cuanto tiene tiempo organiza una comida por menos de nada. «Mi marido dice que cuando viene de viaje y ve toda una calle llena de coches, piensa: ¿Qué ha liado esta?, porque enseguida tengo algo».

Pero… desde hace muy poquito tiempo, tiene otra prioridad más en su vida y en su corazón: Korin, su perrito de cuatro meses, del que está completamente enamorada.

Las tradiciones son otra parte indispensable de su vida. Pilar recuerda la Pandorga con mucho sentimiento. «He vivido la Pandorga siempre, con mis padres en el Prado, viendo los bailes», admite Zamora, al tiempo que, asegura que cuando se inaugura esta fiesta ciudadrealeña en la Plaza Mayor, es uno de los momentos en los que se pone más nerviosa. Ese día «me tiemblan las piernas».

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Pilar vestida de manchega en la Pandorga.

La Semana Santa, otra de sus pasiones y por ello, debajo de un varal, es otro de sus lugares más importantes. Ha sido costalera de la Virgen de la Misericordia y formó parte de la primera cuadrilla mixta. Ella considera que ir debajo de un varal supuso una oportunidad para reivindicar el papel de la mujer en Semana Santa, algo que fue «muy difícil» porque «recibíamos todo tipo de malas palabras». También, la Romería de Alarcos… otra de sus mayores tradiciones.

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Pilar debajo de un varal en la Romería de Alarcos.

Escapadas secretas a Madrid, volar en Ala Delta… una mujer de locuras 

Sencilla, trabajadora, honesta, sincera, en definitiva «una mujer de verdad», así se define Pilar Zamora. Ella tiene marcada una frase de su padre: «es preferible enfadados, qué engañados». Pero es una persona que reconoce alguno de sus defectos y la impaciencia es uno de ellos. «Yo no sé qué significa la paciencia, esa palabra la leo en el diccionario, pero no va conmigo». Pero asegura que tiene a su lado a personas que la frenan y le dicen: «vamos a calmarnos».

Se podría decir que Pilar, también, es una mujer de locuras. Con tan solo 18 años empezó a salir con el que ahora es su marido. Y desde muy joven, hacía escapadas secretas hasta Madrid para poder verle. Las risas salen cuando recuerda como se tapaba la cara con un periódico mientras estaba en la estación del Ave de Ciudad Real para que nadie pudiera reconocerla. Llegaba a su casa por la noche y su madre le decía: «Hija mía, qué cansada vienes de tanto estudiar». Qué momentos tan especiales…

Otra de sus mayores locuras fue volar en Ala Delta. A raíz de sufrir la enfermedad, Pilar empezó a plantearse todo aquello que quería hacer, pero que por miedo nunca había hecho, porque «un día vas al médico y tu vida cambia, decidí que no me iba a quedar sin hacerlo». Hasta los Pirineos se fue… Allí experimentó una de las experiencias más únicas y emocionantes: la sensación de volar.

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La primera vez que Pilar sale a la calle son su pañuelo durante la enfermedad.

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