Entrar en la clausura del convento de Santo Domingo el Antiguo, en Toledo, no está al alcance de cualquiera. Ver su humilde pero imponente Biblioteca ya merece la pena, con ejemplares de hace unos cuantos siglos; y si ya nos metemos en harina, nunca mejor dicho, con esos dulces que hacen las propias monjas y que solo con mirarlos te los comerías uno detrás de otro… Y si a todo ello pensamos que ahí estuvo El Greco, “y está”, según las 10 monjas que viven el día a día, “digan lo que digan…”.
Pues eso, que allí nos citó Milagros Tolón, alcaldesa de Toledo, para la guía «Farcama, mejor con Vino de CLM», elaborada por encastillalamancha.es, “porque sí, Toledo tiene muchísima riqueza patrimonial y tenemos unos conventos que son una maravilla, no solo desde el punto de vista arquitectónico, sino sobre todo por lo que hay dentro… Y lo que hay dentro es esto, lo que hacen nuestras monjas (hay 10 en estos momentos, a cada cual más amable) durante todo el año, algo tan especial como es el mazapán toledano, que precisamente nació en un convento cisterciense”.
Milagros Tolón invita a todo el mundo a que vayan y prueben lo que hacen las monjas
[ze_gallery_info id=»338069″ ]Y ojo, “no solo en Navidad, también se puede comprar en cualquier época del año, porque es lo que les ayuda a mantener el convento. Y yo quería ponerlo en valor, pero no solo porque sea el mazapán, sino por el gran mazapán que hacen. Por eso invito a todo el mundo a que vengan y prueben lo que hacen estas monjas. También sus pastas, que son las que se dan en Carnaval durante el Entierro de la Sardina… O esa anguila tan toledana…”.
Esa anguila que un día vivía en el río Tajo y que los confiteros aún la recuerdan…
Por cierto, que también se pueden comprar pizzas hechas por las monjas previo encargo.
Junto a ella, la abadesa del convento, un encanto de persona, quien se mostró “muy agradecida a la alcaldesa por ayudarnos. Nuestra misión es ora et labora. Tenemos un alma, que es lo principal, y un cuerpo que tenemos que alimentar y es el soporte de nuestra alma, para que cuando llegue el momento de encontrarnos con el Padre Dios le podamos decir que hemos cumplido con nuestra misión, que no solo es rezar, sino también trabajar, la vida de comunidad de cada día, la fraternidad que tiene que haber entre nosotras…”.
Sí, usted también puede acercarse a Santo Domingo el Antiguo y degustar sus dulces artesanos realizados con tanto cariño; o sus pizzas sin igual… Y además visitar su excepcional Museo, con la cripta del Greco, “donde están sus restos –nos recuerda una de las hermanas-, digan lo que digan…”.
Acérquese, le aseguro que no le defraudará…