La Fiscalía ha archivado las diligencias de investigación abiertas a raíz de una denuncia presentada por UGT contra los responsables de extinguir el incendio forestal ocurrido los días 28 a 30 de junio en los términos municipales de madrileños Cadalso de los Vidrios y Cenicientos y Almorox (Toledo).
«Ninguna orden arriesgó la vida de los retenes en el incendio de Almorox»
En el decreto de archivo la Fiscalía concluye que «realmente no existió una orden emitida por algunas de las personas denunciadas -las que ejercieron de cadena de mando- que pusiera en grave riesgo a los retenes forestales».
Añade que «en todo caso hay que tener en cuenta que los servicios de extinción de incendios se encuentran constituidos por profesionales preparados y conscientes de los riesgos en el ejercicio de su profesión».
«Aunque tienen en cuenta en todo lo debido la materia de prevención de riesgos, formando parte de su actividad la normativa al respecto, lo cierto es que es imposible prever todas las situaciones con las que se pueden encontrar, debiendo en ocasiones adoptar decisiones ante situaciones imprevistas, siendo la profesionalidad y buen hacer las que guían su actuación», precisa.
UGT: «Grave peligro…»
El sindicato denunció el «grave» peligro para la vida e integridad física que se originó pasadas las diez de la noche del 28 de junio en el término municipal de Navalcarnero a raíz de la orden de un mando relativa a la necesidad de que replegaran posiciones hacia una zona segura debido a las condiciones adversas del incendio en esos momentos.
Añadía que una hora más tarde llegaron al lugar dos técnicos forestales, quienes por el contrario consideraron que era necesario evitar que el incendio saltara la carretera y por ello ordenaron a los medios personados que procedieran a cortar la vegetación y a realizar tendidos de manguera.
La Fiscalía señala que en este incendio forestal, «el mayor ocurrido en la Comunidad de Madrid en los últimos 40 años», se cumplieron todas las previsiones contenidas en el procedimiento de actuación llevado a cabo por los responsables de extinción.
Aclara que en el plan se definían los puestos de los máximos responsables en la dirección y la gestión de la extinción» pero «lo cierto es que ninguno de ellos en el momento concreto de los hechos denunciados se encontraba en el lugar ni dieron ni contravinieron orden alguna».
La Fiscalía destaca que «al producirse un imprevisto cambio de viento y consiguientemente de la dirección del fuego la mayor parte de los integrantes de la extinción abandonó el lugar en vehículos salvo los retenes que se encontraban a unos 150 metros más alejados, quienes se agruparon en una viña que había sido previamente regada como medida de seguridad hasta que pudieron salir de allí».