«Un bote, dos botes, de Quinto el que no bote», «que viva la lucha de la clase obres, «basta ya de represión sindical» y «absolución» han sido los cánticos con los que ha sido recibido el exvicepresidente de Coca-Cola, Marcos de Quinto, en el juicio en Cuenca por el escrache que hicieron miembros de la plataforma «Coca-Cola en lucha» en 2017 a las puertas de la Catedral de Cuenca, donde se casaba el que también ha sido diputado por Ciudadanos en el Congreso. De Quinto pide para los tres manifestantes cuatro años de cárcel por un delito de coacciones.
«Ni fue autorizado, ni pacífico»
«Que sigan, llevan así desde 2014», ha expresado a su llegada de Quinto, quien ha llegado acompañado por su mujer, Ángela de la Riva, la cual también fue protagonista el día de la boda, no solo por ser la novia, sino por salir a la puerta a lanzar un beso a los manifestantes que estaban allí increpando a los asistentes a la celebración.
El también expresidente de Coca-Cola Iberia ha expresado, en declaraciones a los periodistas a las puertas del juzgado, que «si hay gente sentada en el banquillo no es por hacer una manifestación autorizada y pacífica».
«La Policía no relató ningún incidente aquel día»
Los manifestantes, en buena parte trabajadores de la planta de Fuenlabrada que fue cerrada y que tendrán que ser ubicados en una planta nueva a 60 kilómetros de esta en los próximos dos años, se han desplazado hasta Cuenca «para apoyar a los tres compañeros que fueron denunciados por el expresidente de Coca-Cola y uno de los causantes de ERE, del despido de 1.200 personas en España», según explica a encastillalamancha.es el presidente del comité de empresa, Daniel Andrés.
Tiene permiso para realizar esta concentración de hoy en Cuenca, a pesar de la restricción para que no haya grupos de más de 10 personas que está vigente en Castilla-La Mancha. En este caso la autorización era para no superar las 25 personas por grupo, por ello estaba divididos en varias partes de la avenida donde están los juzgados.
El miembro de «Coca-Cola en lucha» espera «que se haga justicia y que los compañeros salgan absueltos, porque el día de la boda vinimos a concentrarnos única u exclusivamente para que se cumpliera la sentencia del ERE (que fue anulado), que no se estaba cumpliendo».
Sobre las penas de cuatro años de cárcel que pide de Quinto para los tres imputados por aquel escrache, Andrés ha criticado al expresidente de Coca-Cola Iberia y exvicepresidente de la compañía multinacional diciendo que «todo el mundo sabe de Quinto es un charlatán y él puede pedir lo que quiera, nosotros creemos que tienen que ser absueltos, puesto que los compañeros estaban concentrándose pacíficamente en una manifestación solicitada y adjudicada por la subdelegación del Gobierno, en la cual la Policía no relató ningún incidente aquel día y por ello confiamos en la justicia».
Minutos después de la entrada en el Juzgado de los Penal número 1 de Cuenca del ahora colaborador del programa de Risto Mejide en Cuatro, han hecho lo propio los tres encausados, apoyados por cánticos como «basta ya de represión sindical» o «a por ellos, oe».
En el escrito de la Fiscalía que acusa a estas tres personas se expone: «Micrófono en mano y con aparatos de megafonía de gran potencia, los tres hicieron consignas de insultos y cantaron contra los contrayentes y los invitados con expresiones como ‘hijos de puta, malparidos’, ‘los corruptos están dentro'».
Después, durante todo el enlace, «continuaron los acusados con frases como ‘terrorista’ o ‘estamos dispuesto a todo, hemos venido a joderte la boda y el resultado nos da igual’.
«Acoso mafioso-sindical»
El propio de Quinto esta semana ha relatado en sus redes sociales los episodios de «acoso» que asegura viene sufriendo desde 2014. En un hilo de Twitter explicaba que «desde enero de 2014 llevo sufriendo el acoso de un grupo mafioso-sindical que sabe de sobra que yo nunca he sido parte del litigio que utilizaron para alcanzar el estrellato mediático que ahora añoran. Me han insultado, me han amenazado, llenaron de pegatinas mi urbanización».
«En 2017 hicieron un escrache en mi boda, insultando y amenazando a mis invitados, llegando a golpear el coche en el que iba», comentó sobre los ocurrido en 2017.
«Estos valientes que insultan a mujeres, en grupo y borrachos (llegaron a Cuenca por la mañana y no pararon de beber hasta la tarde) no suelen ser tan fieros cuando entran en el juzgado. Tampoco cuando están uno a uno y cara a cara. Cobardes…», calentaba el ambiente de Quinto el pasado lunes también en Twitter.