El hombre acusado de asesinar a sus padres en su casa de Brihuega, en mayo de 2022, ha asegurado ante el tribunal del jurado que lo juzga en la Audiencia Provincial de Guadalajara que no los mató conscientemente, sino que lo hizo bajo los efectos de las drogas, porque pensó «que eran monstruos».
Afirma que no lo hizo de forma premeditada
En la primera jornada de la vista oral, que se ha iniciado este miércoles, el procesado ha contestado las preguntas que le han hecho todas las partes y ha admitido que mató a sus padres, aunque no lo hizo de forma premeditada, al tiempo que ha reconocido sus adicciones y enfermedades mentales.
A.C.S., que tiene 32 años, ha relatado ante el tribunal que fue a la cocina a comer queso y que fue entonces cuando vio a su padre «como un monstruo», por lo que lo hirió en el cuello con un cuchillo, lo mismo que hizo después con su madre a la que también vio como un monstruo.
«No tenía cojones para reconocer que los había matado yo»
Preguntado por qué simuló un robo y limpió el cuchillo y se puso guantes, ha declarado: «No tenía cojones para reconocer que los había matado yo» y ha afirmado que así se lo dijo a su padrino, tras los hechos, y luego a la Policía.
Sin embargo, la fiscal no ha compartido el relato del procesado sino que éste, con las manos enguantadas y empuñando un cuchillo de cocina, fue hacia su padre cuando su progenitor dormía, por lo que no tuvo opción alguna de tratar de repeler el ataque.
Asimismo, ha apuntado que para acabar con su vida, le asestó una puñalada en el cuello que le afectó de lleno la yugular, aunque la víctima despertó y pudo pedir auxilio y al dormitorio donde se encontraba su esposa, aunque se desplomó en el umbral y falleció.
Piden 16 años de prisión por dos delitos de asesinato
Seguidamente, A.C.S. se acercó a su madre, que al oír a su marido se había levantado de la cama y acercado a la puerta del dormitorio y, sin darle posibilidad de defenderse y con ánimo de acabar con su vida, le clavó cinco veces el cuchillo a nivel del tórax derecho y dos puñaladas en la zona del cuello, que le ocasionaron la muerte, según ha apuntado la representante del ministerio público.
Por ello, considera al procesado autor de dos delitos de asesinato por los que pide 16 años de prisión por cada uno de ellos por la concurrencia de la circunstancia atenuante de actuar bajo los efectos de sustancias estupefacientes y la agravante de parentesco.
«Se encontraba en plenas facultades»
Tampoco ha dado credibilidad a la declaración del procesado la acusación particular, que representa a la hermana del acusado e hija de los fallecidos, que ha incidido en la imputabilidad del acusado, porque entiende que «se encontraba en plenas facultades» cuando cometió los hechos.
Por lo tanto, la acusación particular ha considerado que no hay circunstancias atenuantes, sino que fueron dos asesinatos premeditados motivados «por la venganza y la codicia», por lo que pide que sea condenado a 25 años de prisión por cada uno de ellos.
Diagnosticado de bipolaridad y esquizofrenia
También ha argumentado que los rastros de cocaína que aparecieron en las analíticas que se le hicieron al encausado podrían corresponder a días anteriores, y que en todo caso no afectó a su actuación, al igual que no lo hizo su enfermedad mental, ya que está diagnosticado de bipolaridad y de esquizofrenia, que se estaba tratando.
Por su parte, la defensa del procesado ha pedido la nulidad del informe forense, que no se ha admitido, y ha advertido que se vulnera el derecho a la defensa al no admitir informes psiquiáticos y psicológicos como pruebas.
Según la defensa, estos informes acreditan la dilatada y convulsa evolución de enfermedades mentales del acusado que justifican que éste actuó fruto de uno de los brotes psicóticos que ya anteriormente había sufrido.