La Audiencia Provincial de Toledo acoge este miércoles y jueves un juicio contra cuatro acusados de un delito de robo con violencia en casa habitada, otro de lesiones y otro de detención ilegal, para los que la fiscal pide 10 años de prisión para cada uno de ellos.
Según el escrito de acusación de la fiscal, consultado por Efe, en concreto ha solicitado cinco años de cárcel por el delito de robo con violencia, otros dos años por lesiones y otros tres años por detención ilegal, así como una indemnización de más de 7.200 euros a la víctima por las lesiones causadas y las secuelas derivadas del estrés postraumático.
Los hechos se remontan al 20 de abril de 2021, cuando los cuatro procesados, de mutuo acuerdo y de forma coordinada, llegaron sobre las 14:30 horas en un vehículo a la localidad de El Carpio de Tajo y aparcaron en una calle cercana a la vivienda de la víctima, de 76 años.
Se hicieron pasar por amigos de su nieto
Dos de ellos se bajaron del coche y se dirigieron a la casa, donde se hicieron pasar por amigos de su nieto para ganarse su confianza y le dijeron que iban a por huevos porque sabían que tenía gallinas.
La víctima les dejó pasar a la vivienda y una vez dentro le dijeron que eran policías y la lanzaron contra un sillón y después contra el suelo, donde la amordazaron con una sábana y la ataron manos y pies con cinturones, mientras le exigían bajo amenazas de cortarle una oreja, pincharla y quemarle la casa, que les diera todo lo que tuviese de valor.
La víctima, diagnosticada de síndrome cardíaco, estrés…
Tras encontrar algunas joyas (una cadena de oro con la estampa de una virgen y la leyenda ‘Ronda Carpio de Tajo’, unos gemelos y un pisacorbatas de oro) y 90 euros, la dejaron allí maniatada y amordazada, si bien pudo soltarse al poco tiempo de marcharse de su casa los acusados, que cogieron el vehículo donde les esperaban los otros dos acusados.
Poco después fueron sorprendidos por la Guardia Civil, cuyos agentes encontraron debajo del asiento del copiloto una bandolera negra que contenía las joyas sustraídas y el dinero en efectivo.
Como consecuencia de los hechos descritos, la víctima sufrió lesiones consistentes en erosiones en ambas muñecas y fue diagnostica del Síndrome de Tako Tsubo (un síndrome cardíaco agudo), así como secuelas derivadas del estrés postraumático.