José Javier Gómez Cavero, abogado que ejerce la defensa de Sergio Morate, para quien piden 48 años de cárcel por los presuntos asesinatos de Laura del Hoyo y Marina Okarinska, ha negado las acusaciones hacia su cliente, «al menos cómo están redactados», y ha explicado que desde el principio se le culpó y después solo se ha intentado probar esta teoria porque no quedaba más posibilidad. Es decir, ha asegurado que la Policía y los investigadores del caso se dedicaron a «completar el puzzle» aunque les faltaran «piezas».
«Si no me cuadran las piezas del puzzle y falta algunas, las recorto o me las invento para que cuadren», ha aseverado. Y ha explicado que en los cuatro registros del domicilio de Cuenca en el que se supuestamente se produjeron los hechos el 6 de agosto de 2015 no se encontró ninguna prueba de ADN que culpara a Morate, ni tampoco en la inspección de los vehículos.
En este sentido, ha recordado que «nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario». Ha recordado el famoso crimen de Cuenca y ha pedido que nadie pase más de 40 años en las cárcel «sin ser el culpable».
La defensa argumenta que el 6 de agosto, día en el que murieron Laura y Marina, se puede comprobar en las llamadas telefónicas registradas desde las 10:50 de la mañana hasta las 17:31 que Morate se mostraba contrario a que Marina visitase su casa.
Ha explicado que Sergio confiaba en que pasado un tiempo volvería con Marina y desconocía que había contraído matrimonio. Además, en la lectura del escrito de la defensa, explica que adelantó su viaje a Rumanía para ser el padrino del hijo de su amigo porque necesitaba un tiempo para reflexionar sobre su relación, todo ello, supuestamente, antes de que Laura y Marina fuesen asesinadas.
Añade que Morate y Okarinska había pasado unos días juntos en Valencia y Teruel, ya que el perro que le regaló ella tenía que ser operado y le acompañó.
El fiscal dice que Morate creía que Marina era su «propiedad privada»
Por su parte, la fiscal Cristina Moruno también ha hecho una exposición de su escrito de acusación. En ella ha subrayado que tratará de determinar mediante pruebas testificales, tanto que Morate y Okaryska mantuvieron una relación, como que esta era de «control» y sumisión», y que poco menos que el acusado creía que Marina era su «propiedad privada», ha asegurado la fiscal.
Para demostrar este agravante de género, se tendrá en cuenta la sentencia por detención ilegal a la anterior novia de Morate y por la que ya fue condenado, además del testimonio de algunas amigas de Marina.
También intentarán probar que la coartada de Morate es falsa.
«Alevosía» y «abuso de superioridad»
El Ministerio defiende que la muerta de Marina tiene un «agravante de alevosía» y la de Laura de «abuso de superioridad». Moruno ha explicado que tratarán de probar, a través de la «prueba pericial» de la autopsia forense, que la muerte de Marina fue tras golpearla en la parte posterior de la cabeza y ponerle una brida en el cuello. Por ese motivo piden que haya un agravante de «alevosía».
En el caso de Laura, Moruno ha indicado que se vio en una situación «de la que no pudo salir». Por ello expone que hay un «abuso de superioridad», lo que también implica «un agravante».
El derecho a la reparación del daño a las familias «no se podrá hacer nunca», pero por ello piden hasta 510.000 euros en indemnizaciones» por las muertes de las chicas que estaban «en plena juventud».
Indemnizaciones que según Marta Bermejo, la letrada de la familia de Marina, ha dicho que jamás podrán suplir de ningún modo el dolor que están sufriendo».
Además, ha afirmado que no se trata de un «delincuente novato» y ha hecho mención a los delitos de amenazas, detención ilegal de su expareja y otro de pornografía infantil.
Por su parte, el abogado de la familia de Laura del Hoyo, Luis Felipe Valero, ha aseverado que también existe un agravante de alevosía en el caso de Laura porque tampoco tuvo posibilidad de «defenderse». Afirma que van a probar de «forma más que acreditada los dos asesinatos, no queda otra forma que hacerlo», porque «es cierto que no hay más posibilidad que la de que Sergio Morate mató a Laura y Marina».
La muerte de Laura, según el letrado, era la «única posibilidad» que tenía Morate de que no describiesen que había matado a Marina, y ha puntualizado que solo tenía los preparativos listos para dos personas.
Como conclusión, ha hecho mención al comunicado que hizo la familia de Morate Garcés tras conocer la noticia de las muertes y ha pedido que también se tenga en cuenca de cara al veredicto que haga el jurado popular.
Antes de que la defensa hiciese su exposición, ha intervenido Antonio Navarro, abogado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, quien ha indicado que también existen «razones de género, de discriminación por genero», porque Morate se creía «superior a la personas con las que estás tratando», una actitud que ha tachado como de «desprecio y machista» y que se daba «en esa relación».
«Acreditaremos, y no nos va a resultar difícil, que él fue infiel en su relación, que hubo malo tratos, amenazas» y que Marina «se fue a Ucrania para huir del agobio y que él fue detrás de ella».