La Audiencia Provincial de Ciudad Real juzgará el próximo martes a M.M.H., padre de una menor para el que el fiscal pide una pena de 11 años de prisión por un delito de abuso sexual. Según el escrito de acusación, los hechos tuvieron lugar en el año 2013 después de que el acusado y su mujer decidieran separarse.
Tras el proceso de separación, relata el fiscal en su escrito, la hija decidió irse a vivir con su padre, alternado periodos que vivía con él de forma continuada en la vivienda que tenía alquilada en Malagón (Ciudad Real), con otros en que residía también con la madre cuando el acusado realizaba viajes conduciendo un camión en su actividad laboral.
Según el fiscal, el acusado de abuso sexual obrando con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, y aprovechando la proximidad de la menor que convivía con él, teniendo en cuenta la ausencia de otras personas en el domicilio, comenzó a idear la posibilidad de mantener contactos sexuales con ella.
Los primeros de estos contactos de abuso sexual comenzaron en el domicilio de los abuelos paternos, cuando el acusado, que estaba en ropa interior, colocaba un billete en sus calzoncillos y le dijo a su hija que si quería los 10 euros tenía que tocársela a lo que se negó la menor.
En otra ocasión, añade el escrito, en un viaje en que la menor le acompañó, cuando ambos pernoctaban en el interior del camión puso en una televisión portátil una película de contenido pornográfico.
El acusado siguió incitando a la menor con actitudes sexuales cada vez mas explícitas, de modo que cuando ambos se encontraban en la vivienda de Malagón veía en presencia de la menor películas de contenido pornográfico y se masturbaba delante de la misma, pasando posteriormente a realizar tocamientos a la menor por debajo de la ropa en el pecho y los genitales, e incitando a la misma a que le tocara e, incluso, le realizara una felación.
Los hechos descritos se remontan a principios del mes de marzo de 2013, que continuaron hasta que en el mes de mayo de ese año la menor decidió contar lo ocurrido a su madre, que acabó interponiendo la correspondiente denuncia.
Desde entonces, existe una orden de alejamiento del padre con respecto a la menor y, ahora, el fiscal pide para él la pena de once años de prisión por estos hechos