La Audiencia Provincial de Ciudad Real juzgará el próximo miércoles a un hombre que se enfrenta a la pena de seis años de cárcel por haber abusado de una joven con limitaciones psíquicas y psicológicas en Puertollano (Ciudad Real).
La joven sufría un trastorno bipolar
Según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal, el acusado era amigo del padre de la víctima y por ello conocía a su hija, que padecía un trastorno bipolar por el que estaba siendo tratada con una medicación potente incompatible con el consumo de alcohol, hecho éste que el padre había dado a conocer al procesado.
A pesar de la advertencia, reiterada también por parte de la víctima, el acusado, que las semanas previas a los hechos había intercambiado mensajes de whatshapp con la víctima, se encontró con ella para ayudarla a recomponer la relación personal con su padre, momento en que ella le advirtió expresamente que no debían tomar cervezas.
La invitó a tomar alcohol y…
Sobre las dos de la tarde del 15 de junio de 2020 se reunieron, pero lejos de atender la petición de la víctima de no tomar alcohol, el procesado empezó a pedir cervezas, consciente del efecto que el alcohol producía en ella, tal y como había podido comprobar en días anteriores.
Sin embargo, explica el fiscal, guiado ya por la idea de que si bebía podría hacer con ella cuanto quisiera, incluso mantener relaciones sexuales, la invitó a consumir alcohol hasta que ella se empezó a encontrar mareada y pidió volver a casa.
En ese momento, el procesado le sugirió que para que no la regañara su madre podían ir a su casa y, una vez en la vivienda, el acusado comenzó a tocarla, sin que la víctima tuviera capacidad de reacción debido a su estado de semiinconsciencia, tras lo cual abusó de ella.
Unos días después, la joven acudió a la Seguridad Social, a cuyo médico de urgencias relató los hechos, que este denunció a la policía.
Alejamiento a no menos de 200 metros
Mediante un auto posterior se acordó el alejamiento del procesado de la víctima a no menos de 200 metros, en cualquier lugar donde se encuentre, así como de acercarse a su domicilio, a su lugar de estudio y a cualquier otro que sea frecuentado por ella, y la prohibición de comunicarse.
Los hechos son constitutivos de un delito de abuso sexual, por lo que la fiscalía mantiene que procede imponer al procesado la pena de seis años de prisión, y mantener las medidas cautelares de protección a la víctima por un tiempo de 10 años.