Marian T., el principal acusado de estrangular a José María S.G. en su casa después de que éste no quisiera darle la droga que allí guardaba, ha negado hoy en el juicio que ese día, el 4 de octubre de 2020, estuviera en la citada vivienda de San Pablo de los Montes (en la provincia de Toledo), «no estuve ese día en la casa, sí cuatro o cinco días o una semana antes».
Piden 15 años de cárcel para el principal acusado y 9 para los otros dos
Aunque sí estuvo en San Pablo, como también han atestiguado sus dos compañeros en el banquillo.
Los tres se han limitado a contestar sólo a las preguntas de sus abogados durante el juicio con jurado (compuesto por 3 mujeres y 6 hombres, los 9 titulares; más 2 suplentes, un hombre y una mujer) que ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial de Toledo.
Según la Fiscalía, en su relato de conclusiones provisionales, los tres acusados acabaron con la vida de José María para robarle sustancias estupefacientes, y pide 15 años de cárcel para uno de ellos por supuesto homicidio (Marian, el supuesto autor) y 9 años de cárcel para los otros dos como supuestos cómplices.
El 4 de octubre de 2020…
Hechos que tuvieron lugar sobre las 21.30 horas del 4 de octubre de 2020, cuando los tres acusados, sabedores de que la víctima tenía en su casa sustancias estupefacientes como marihuana porque en ocasiones habían ido a comprar, se pusieron de acuerdo para ir al domicilio del ahora fallecido y sustraer lo que hubiera, aunque para ello tuvieran que usar la violencia.
El segundo en declarar ha sido Jesús M, quien ha confirmado que ese día se fueron los tres de Sonseca a San Pablo de los Montes, pero una vez allí «yo me quedé en el coche comiendo unas gominolas, ellos se fueron y me dijeron que esperara. Pero no sé dónde fueron, yo no me bajé del coche en ningún momento y no vi dónde iban. Estuve como unos 15 minutos y cuando regresaron nos fuimos al pueblo (a Retuerta del Bullaque) y me enteré de lo que había pasado al día siguiente».
Respecto a por qué vendió el coche días después, ha señalado que «me hacía falta el dinero y lo eché a la chatarra». Según el fiscal, «quiso deshacerse del coche y el 14 de octubre lo entregó en un taller de Gálvez a cambio de 200 euros».
«Me desperté en un pueblo que no conocía»
El tercero y último en declarar ha sido Alberto J., el más joven de los tres, quien en el momento de los hechos tenía 18 años. El día de autos, ha contado, «fui a Sonseca a pedir dinero a mi madre y abuelos, porque consumía marihuana todos los días. Ya en el coche los tres, me dormí, como siempre hago. Creía que íbamos a Retuerta del Bullaque, como siempre, pero me desperté en un pueblo que no conocía (San Pablo de los Montes), y uno de ellos me dijo que me bajara y me quedara debajo de unos pinos, a unos 200 metros de donde ellos pararon».
Ha señalado que no sabe «dónde aparcaron el coche, sí vi a dos personas de tez oscura junto a Marian, uno flaquito y otro más ancho, quienes me vieron y se dieron la vuelta. Al rato me gritaron ¡vamos, vamos, vamos…!, Marian salió sin nada y corriendo, me monté en el coche y nos fuimos para Retuerta. Pero nadie me contó nada, me enteré al día siguiente de lo que había pasado, que habían matado a una persona». Alberto ha recalcado que tenía una relación de amistad con los otros dos, y que por edad era el niño, «y el niño es el que siempre paga los platos rotos, el que siempre pringa… Cuando hemos ido a matar venados me tocaba ir a por ellos».
La versión del fiscal y de la acusación, totalmente diferente
La versión del fiscal y de la acusación particular es completamente diferente, «según un plan preconcebido, Jesús se quedó en el coche, Alberto vigilaba fuera de él por si llegaba alguien y Marian se introducía en la casa porque conocía a José María de haberle suministrado drogas en ocasiones anteriores». Una vez allí y ante la negativa de entregarle la droga, «le propinó varios golpes en la cabeza, cayendo José María al suelo, pero Marian se puso sobre su costado izquierdo y le apretó fuertemente del cuello estrangulándolo hasta que murió por asfixia».
A partir de ese momento «salió de la casa y al grito de vámonos, vámonos… se metieron en el coche y se marcharon de San Pablo a Retuerta, que está a unos 25 kilómetros». Los otros dos supieron lo ocurrido en el interior del coche, afirma el fiscal…
El juicio continuará mañana a las 10 de la mañana, con la declaración de testigos y peritos.