La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete ha condenado a seis meses de prisión a un acusado de un delito de abusos sexuales, al que se le ha tenido en cuenta como eximente la embriaguez en el momento de los hechos, cuando ambos mantuvieron sexo.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, recoge como hechos probados que desde el mes de julio de 2015 el acusado mantenía una relación de amistad con la víctima.
Se conocieron por medio de una amiga común y comenzaron a hablar a través de las redes sociales y poco a poco su relación de amistad se fue haciendo más estrecha.
Finalmente acordaron quedar para celebrar el fin de año en casa de un amigo, si bien retrasaron la cita hasta el 2 de enero, cuando llegaron a la vivienda los dos sobre las 18.00 horas.
La víctima se encontró mal tras beber chupitos de ron
Una vez en la casa empezaron a tomar chupitos de ron y estuvieron hablando durante buen rato; entonces la víctima le dijo al acusado que se empezaba a encontrar mal y que se tomaran el último chupito en la cama, donde empezaron a darse abrazos y besos y llegaron a tener sexo oral.
En un momento dado, la víctima comenzó a encontrarse muy mal, llegando incluso a vomitar y a perder el conocimiento y cayendo al suelo, por lo que el acusado asustado llamó a dos amigos suyos para que le ayudaran.
Entre todos la llevaron a la ducha para limpiarla y para que se despejara, y el acusado, que también había bebido mucho, también se duchó a continuación, y después se acostó en la misma cama en la que estaba la víctima, con la que había practicado sexo.
«La víctima no fue consciente de lo que estaba sucediendo»
Los amigos esperaron en el salón dándoles tiempo a ver si la chica mejoraba. Acudieron a la habitación para preguntar y el acusado les dijo que se fueran, que ya la llevaba él a su casa, y estos, que oyeron gemidos de la joven, se marcharon.
Una vez se fueron los amigos, el acusado mantuvo relaciones sexuales con la víctima, aunque no se completaron a causa de la ingesta de alcohol de ambos.
Al cabo de un rato, y dado el estado en el que se encontraba la joven, el acusado llamó a una ambulancia, ayudó a la chica a vestirse y fueron trasladados al Hospital General de Albacete, donde ésta fue tratada de síntomas de intoxicación etílica.
La sentencia argumenta que, por la ingesta de los chupitos de ron, la víctima no fue consciente en ningún momento de lo que estaba sucediendo y, por lo tanto, no consintió las relaciones sexuales mantenidas.