La Presidencia del tribunal que este miércoles ha empezado a juzgar en la Audiencia Provincial de Toledo a un varón que intentó matar en Méntrida al padre de su pareja ha decidido suspender la vista, después de que el representante del Ministerio Fiscal así lo solicitará, alegando que la no asistencia de uno de los testigos citados, en aislamiento por un caso cercano positivo de Covid-19, impedía el correcto desarrollo de la vista.
Según ha detallado el fiscal, para este miércoles estaban citados tres agentes de la Guardia Civil que participaron en los hechos. Dos de ellos llevaron a cabo la práctica de la detención del procesado y otro la inspección ocular.
«Dicho agente había participado en la detención y en la vista de este miércoles se iban a discutir las manifestaciones, con reconocimiento o no de los hechos, que había realizado el procesado y su supuesta ingesta etílica y de drogas. Lógicamente es necesario contar con todos los testigos propuestos y que la sala había admitido. Puede ser favorable como testimonio incriminatorio», ha defendido el fiscal.
Pese a que el letrado de la defensa no se ha mostrado de acuerdo en suspender el juicio, pues ha considerado que las declaraciones del otro agente de la Guardia Civil serían suficientes, el presidente del tribunal ha accedido a la petición del fiscal, al considerar que lo que cuente el referido agente puede ser una prueba relevante.
De ahí, y tras cotejar con las agendas tanto del fiscal como del abogado defensor, que haya fijado la celebración de una nueva vista para el 11 de noviembre.
Los hechos que se juzgan
Los hechos que este miércoles han empezado a juzgarse en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo se remontan al 11 de diciembre de 2018 cuando el procesado, J.N.H., tras saltarse la orden de alejamiento que se le había impuesto respecto de su compañera sentimental por un delito de violencia de género, se personó en el domicilio situado en Méntrida en el que ella residía.
Al llegar al domicilio, los padres de la pareja se despertaron tras escuchar ladrar a los perros. El padre bajó al salón para ver qué sucedía y se encontró al acusado, con el que empezó a discutir. Fue entonces cuando el agresor le asestó una puñalada en el abdomen con un cuchillo de grandes dimensiones con un movimiento penetrante y después deslizante.
A consecuencia de estos hechos, el hombre sufrió herida inciso contusa no penetrante en hemiabdomen izquierdo de seis centímetros, necesitando para su curación, además de una primera asistencia facultativa, tratamiento médico consistente en cierre de aponeurosis con puntos sueltos de vicryl 2.0 y tejido subcutáneo con vicryl 3.0 y posterior retirada, invirtiendo en su curación 20 días, de los que 7 días estuvo impedido para el desempeño de sus ocupaciones habituales.
Por estos hechos, el fiscal entiende que incurrió en un delito de homicidio en grado de tentativa, por el cual pide nueve años de cárcel; y en un segundo delito de quebrantamiento de medida cautelar, por el que se pide un año más de prisión.