fbpx
lunes, 7 de abril de 2025
Emilio Manuel Fernández, fiscal general de Castilla-La Mancha. Foto: Rebeca Arango.
Emilio Manuel Fernández, fiscal general de Castilla-La Mancha. Foto: Rebeca Arango.
Albacete - 06 abril 2025

Emilio Fernández García es el Fiscal Superior de la Fiscalía de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, tiene bajo su responsabilidad a los 89 integrantes del Ministerio Fiscal en la región y, aunque parece una gran cifra, es claramente insuficiente cuando se repasa el trabajo, las carencias en medios técnicos y humanos y la complejidad de la delincuencia en un mundo globalizado, que se mueve en la red y donde hay que atender un territorio heterogéneo de más de 80.000 kilómetros cuadrados.

Sin duda, entre sus mayores preocupaciones están los delitos que se comenten sobre menores. De ellos hablamos en la entrevista que encastillalamancha.es ha mantenido con el fiscal superior de CLM y de la que les adelantamos lo tratado sobre infancia y adolescencia, una cuestión que merece la visibilización para la concienciación de toda la sociedad.


La ciberdelincuencia crece y con ella, los delitos sobre menores, imagino…

Los delitos más graves son los cometidos sobre menores. Y aquí hay un poco de todo: los acosos escolares a través de la red, generalmente Instagram y WhatsApp, a través de los grupos de los colegios, ya sean entre iguales -niño sobre niños o adolescente sobre adolescente-, o un depredador que capta a un menor. Aquí hay una cifra enorme, porque el campo de actuación de estos sujetos es muy grande y es muy fácil que un niño que entra en una plataforma de juegos y alguien le dice “me llamo Margarita y tengo 14 años”, lo crea; pero a lo mejor es Alberto y tiene 41. A veces estos casos se descubren de rebote; hemos visto casos de una víctima, normalmente niña, que es objeto de un acoso por un depredador sexual y cuando sale a relucir porque lo ven los padres o la niña lo cuenta -muy pocas veces-, y la Policía entra a investigar ese soporte informático se descubre, tirando del hilo, que esa misma situación le pasa a 50 o a 100. Pero no es fácil y no digamos ya si la investigación lleva a países que no colaboran con la Policía sino todo lo contrario.

También tenemos en la ciberdelincuencia la creación de perfiles falsos y la usurpación de identidad, un problema gigantesco. La Fiscalía General del Estado lleva 10 años pidiendo que sea delito usurpar la identidad de otra persona y no lo es. La víctima, es decir la persona a la que le han usurpado la identidad, muchas veces porque ha mandado una foto de su DNI en “milanuncios” porque estaba interesada en comprar algo, puede verse denunciada en 15 o 20 sitios de todo el territorio nacional. Otro delito grave es la distribución de pornografía infantil, en la que también vemos un crecimiento muy grande y que ahora se produce en grupos de WhatsApp.

Además, la edad de engancharse a la pornografía cada vez es más baja, ya se da en niños de 9 o 10 años.

Ese es otro problema muy grave también.

En general, han crecido los delitos contra la libertad sexual, especialmente los que tienen como víctimas a las mujeres.

Sí. Chocamos con una realidad que vamos a decir que es una hipersexualización de la delincuencia a las que no son ajenas las agresiones sexuales a mujeres. También hay una cifra negra, pero menor que en otras modalidades delictivas, aunque ciertamente los delitos contra la libertad sexual se incrementan año tras año.

¿Qué se puede hacer?

Es muy difícil dar una solución efectiva.

«Normalmente la agresión sexual a un menor es a una niña»

De hecho, datos muy preocupantes de la última memoria eran que dos de cada tres delitos en Castilla-La Mancha eran contra la libertad sexual y especialmente alarmante era las cifras en menores, algo que sé que le preocupa especialmente. ¿Sigue la misma situación?

Realmente sigue igual y tendré que volver a llamar la atención. No es un problema exclusivo de Castilla-La Mancha, sino de todo el Estado, pero lo cierto es que tenemos una infancia y una adolescencia desprotegidas; por muchos factores. Las agresiones sexuales físicas que tienen lugar en domicilios, muchas veces por personas del círculo familiar, son una realidad. No es un niño que va solo por la calle y un desconocido le hace objeto de una agresión sexual.

«Las agresiones sexuales físicas que tienen lugar en domicilios, muchas veces por personas del círculo familiar, son una realidad«

Hablamos de niños y niñas agredidos justo en el círculo que les tiene que proteger.

Claro, el entorno familia. Es llamativo: lo apreciamos en las salas civil o penal, donde vienen las apelaciones contra las sentencias de las audiencias y vemos que uno de cada tres es un delito contra la libertad sexual es contra un menor, normalmente de sexo femenino. Es muy frecuente. Como lo es también la desprotección de los menores en la red. Hace poco veíamos cómo la Comunidad de Madrid prohibía las tabletas en los centros… Se está produciendo una digitalización precoz… Me parece un disparate que el regalo estrella a un niño en la Comunión, incluso antes, es un smartphone. Le abrimos el mundo a un territorio desconocido, muy peligroso y en el que los padres no realizan ningún control, muchas veces porque ni siquiera es posible. El uso de dispositivos digitales tiene que ser muy prudente en las familias y en los centros de enseñanza.

¿Es partidario de medidas coercitivas de ese tipo como parte de la solución?

No sé si la medida es coercitiva. Ya dije el año pasado que no era aconsejable que los niños y adolescentes -hablo de 15 años para abajo- vayan al colegio con el móvil, no da ningún beneficio, solo dificultades y problemas: de acoso, de posibilidad de captación de los menores… Ahora mismo la situación está descontrolada. Tenemos el problema de acceso a contenidos no solo inadecuados sino incluso delictivos, de la creación de los perfiles para menores y al menor usuario como un objeto de acoso y de cualquier barbaridad que se nos pueda ocurrir por parte de otras personas.

¿Alguna recomendación que cree que habría que tener en cuenta?

Lo esencial es la educación en la familia, es lo básico; pero no es fácil, porque hoy nuestra sociedad gira en torno a lo digital. Hay un predominio tan alto de las redes sociales, la desinformación y las noticias falsas, que ha logrado absorber a gran parte de la población. Es lo que ven, es lo que creen, lo que asimilan y lo que cuentan. Un padre que le da a su hijo un smartphone tiene que controlar el tiempo de uso, dónde se mete el menor, con quién interactúa, a qué horas, si está conectado de madrugada y utiliza las aplicaciones para cosas que no se deben, como insultar a su compañero de colegio. Y, a partir e aquí… El colegio tiene también una responsabilidad en las horas lectivas en el control de lo que se hace con los dispositivos.

«Un padre que le da a su hijo un smartphone tiene que controlar el tiempo de uso, dónde se mete el menor, con quién interactúa, a qué horas…La situación de los menores en la red está descontrolada»

https://youtu.be/09T7iDjcj7Q

Mar G. Illán

Mar G. Illán

Periodista talaverana de nacimiento y corazón, casi toda mi carrera periodística ha sido en mi amada Toledo, cuna profesional y muralla. Militante del periodismo local y regional, licenciada en Ciencias de la Información, rama de Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, periodista política durante más de tres décadas y entrevistadora semanal (más de 1.000 entrevistas publicadas). Directora de ECOS desde 1995 y de encastiillamancha.es desde su aparición, con el mismo equipo de ECOS, en 2011, también pasé por ABC y El Día de Toledo. Escribí “Juan Ramón Amores, un idilio con la vida (un desafío contra la ELA), y coautora y codirectora de libros editados por ECOS como «Alimentos de Castilla-La Mancha», «100 encantos en Castilla-La Mancha», o «Diccionario enciclopédico de la Provincia de Toledo», entre otros.

Redes sociales:

(Visited 249 times, 134 visits today)