El acusado de asesinar a un hombre de 29 años a machetazos en marzo de 2023 en Toledo se ha acogido a su derecho a no declarar, durante la primera sesión del juicio con jurado popular que se celebra desde este lunes en la Audiencia provincial de Toledo.
Tras dos horas de elección del jurado popular -compuesto por seis mujeres y tres hombres- y los informes iniciales de cada una de las partes -Fiscalía, acusación particular y defensa-, el procesado, que se enfrenta a una pena de 23 años de prisión por asesinato solicitada por la fiscal y 25 años por la acusación particular, se ha negado a declarar, pero su letrado ha dejado ver por donde va su defensa: no se acuerda e iba bebido y drogado.
De manera previa, la fiscal ha mantenido lo recogido en su escrito de acusación, que víctima y acusado salieron juntos de un local de ocio nocturno del barrio de Santa María de Benquerencia, junto a un amigo de la víctima que es el testigo, y que la víctima sufrió un «brutal apuñalamiento» del acusado que «sabía lo que hacía y hacía lo que quería» porque no tenía ninguna merma en sus facultades.
En este sentido, la fiscal ha afirmado que «si propinas 12 puñaladas en zonas donde hay órganos vitales, sabes que le vas a quitar la vida a esa persona», al tiempo que ha puesto el foco en dos pruebas que para la representante del Ministerio Fiscal son fundamentales y se verán en los próximos días: el testimonio del amigo de la víctima testigo de los hechos y la autopsia del cadáver que «acredita que le cosió a puñaladas».
Además, ha remarcado que el acusado ha ido tres veces a declarar ante el juez, en la primera no quiso hacerlo, en la segunda tampoco aunque dijo que había sufrido un ictus de forma anterior a los hechos, y en la tercera también añadió que ese día iba muy bebido y drogado.
Sin embargo, la fiscal ha sostenido que no precisó atención médica tras la detención ni dijo que había bebido o consumido muchas sustancias estupefacientes; y que, en cualquier caso, «no puede ser una excusa para perpetrar un delito», ha recalcado.
La acusación particular ve ensañamiento y alevosía
Por su parte, la acusación particular, que representa a la familia de la víctima -padres y hermano-, ha hecho un relato similar de los hechos pero ha elevado la petición de pena para el acusado a 25 años de prisión, porque cree que hubo ensañamiento y alevosía, por el número de puñaladas y por atacar a la víctima por la espalda y, por tanto, indefenso.
Mientras tanto, la defensa del procesado ha negado que sean ciertas las consideraciones que recogen los escritos de las acusaciones, «más allá del dramatismo», ni que su defendido asestara puñaladas de forma repetida.
Pero sobre todo, el abogado defensor ha incidido en que el acusado no recordaba nada cuando fue detenido y que no tenía encima ningún machete y, de hecho, no existe constancia alguna del arma homicida; así como que colaboró con la Policía y que era consumidor habitual de drogas y alcohol, hasta el punto de que hace seis meses ha comenzado terapia en la cárcel para deshabituarse.
Por todo ello, ha pedido la libre absolución por existir dudas sobre la autoría del delito, por no haber aparecido el arma y porque, además, de madrugada y en el barrio del Polígono de Toledo se ha preguntado cómo es posible que nadie se diera cuenta si los hechos ocurrieron como relatan.