El Juzgado de Instrucción número 4 de Talavera ha procesado a un sacerdote –J.L.G.M.- por presuntamente abusar sexualmente de una menor durante cuatro años, tal y como ha adelantado El País.
Los hechos denunciados ocurrieron entre 2010 y 2014. El párroco procesado comenzó a citar a la víctima en la iglesia de San Ildefonso para abusar de ella, diciendo que era lo que «Dios quería». La joven declaró ante la justicia que el cura también la agredió físicamente (denunció que había intentado violarla mientras que le practicaba un exorcismo), pero la magistrada no le imputa el delito de agresión sexual. Todavía no se conoce la fecha de la vista oral del juicio.
Director espiritual de un colegio donde estudiaba la víctima
El cura ya no ejerce en la parroquia San Ildefonso de Talavera, donde estaba destinado desde 2009. El Arzobispado de Toledo abrió un proceso canónico contra él, le prohibió que diera misa y los trasladó al Convento de Santiago Apóstol de Toledo como capellán, tal y como recoge El País.
El sacerdote era el director espiritual de un colegio religioso de Talavera donde estudiaba la víctima. Lo hechos denunciados ocurrían cada dos semanas en la citada iglesia, donde se habría producido los tocamientos y las violaciones.
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fue el día en el que la chica ahora de 22 años declaró en el Juzgado de Instrucción Número 4 de Talavera. Allí narró cómo se habrían producido los hechos, indicando que conoció al párroco en el Camino de Santiago y que iba al despacho parroquial a hacer tratamiento espiritual porque estaba pasando unos duros momentos por la separación de sus padres.
Contó que el cura abusó sexualmente de ella, la amenazó y maltrató física y psicológicamente. “Me decía que era un regalo de Dios“, relató la víctima. “Me llamaba puta. Me decía que no valía nada, que nadie me iba a creer y que me mataba si lo contaba”, aseveró.
Las chica comenzó a tener problemas psicológicos desde el año de los abusos
La denunciante comenzó a sufrir problemas de anorexia y a tener tendencias suicidas desde el mismo año que comenzaron los supuestos abusos. Hasta 12 veces intentó quitarse la vida la joven en aquel tiempo. El informe clínico que iba junto a la querella especificaba que tanto el trastorno alimenticio como las ideas suicidas eran producto de un síndrome postraumático que fue originado por episodios “terroríficos, impactantes o peligrosos” que llevaron a bloquear su mente.
Tras confesar los abusos, los psiquiatras le recomendaron que escribiese lo que había vivido para así poder recordarlo. Lo relató en inglés y posteriormente lo denunció.
El abogado del cura le preguntó a la víctima si la querella la había interpuesto producto de los celos hacia su madre por mantener una relación sentimental con el párroco, algo que la víctima negó.
La madre llevó a la víctima a casa del cura para hacerle un exorcismo
Ante la juez encargada de la instrucción la denunciante explicó que su madre la llevó hasta casa del sacerdote para que, junto con otro cura, le practicaran un exorcismo. Creían que tenía “un demonio dentro” y por eso tenía las tendencias suicidas. Al día siguiente volvió a la parroquia para otra sesión de exorcismo y en esta ocasión el cura habría violado y agredido a la víctima, aunque como se decía, esa es solo la versión de la víctima, ya que la magistrada no ha procesado al cura por agresión sexual.