Los alcaldes del PP de los municipios ribereños de los pantanos de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, han reclamado al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, agua e inversiones.
Durante la reunión de la junta directiva de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, celebrada en Garcinarro (Cuenca), los alcaldes de Pareja, Javier del Río; Buendía, Desamparados Sierra; Cañaveruelas, Gregorio Villamil; y Huete, Fernando Romero, han exigido al presidente regional soluciones para paliar la situación que atraviesan los embalses de la cabecera del Tajo y los pueblos ribereños.
«Queremos las inversiones necesarias»
En un comunicado remitido por el PP, los responsables municipales han reclamado al presidente autonómico soluciones, pero también «las inversiones necesarias, que no llegan» por parte de la Junta de Comunidades para paliar las carencias de la zona, especialmente en materia de infraestructuras, entre ellas, depuración de aguas y abastecimiento a poblaciones.
Por ello, han exigido al presidente regional un «compromiso real» para garantizar agua suficiente en Entrepeñas y Buendía y han advertido: «No queremos otra vez palabras huecas, sino soluciones a un grave problema».
[ze_summary text=»Queremos que Page trabaje por el Pacto Nacional del Agua»]Queremos que Page trabaje por el Pacto Nacional del Agua[/ze_summary]«Queremos que Page trabaje por el Pacto Nacional del Agua que, nuevamente, está impulsando el Gobierno del Partido Popular. Los alcaldes venimos reclamando esta medida porque es la única forma de resolver este problema: creando puentes y no rompiéndolos. La solución solo se consigue llegando a acuerdos. No queremos guerras del agua sino acuerdos», han afirmado.
Los alcaldes han responsabilizado a Page de «haber conseguido muy poco en materia de agua desde que llegó al Gobierno hace dos años» y han asegurado que «lo único que se recuerda en la comarca sobre los gobiernos socialistas en materia hídrica es que no han aportado nada, solo que acabaron con el trasvase del Ebro, que había sido aprobado y contaba con financiación europea».