Carlos Velázquez, alcalde de Seseña, repasó cómo fueron las dramáticas primeras horas en una entrevista realiza por Mar G. Illán. Contó la angustia que vivieron intentando buscar maquinaria pesada con la que poder hacer un cortafuegos y en la intentona hicieron saltar la alarma de una nave de Ferrovial para que de ese modo les abriesen. Además, recuerda la llamada en la que le dijeron: «Carlos, han prendido las ruedas», lo salía de su asombro…
“Estuvimos toda la noche intentando conseguir maquinaria pesada para poder hacer cortafuegos”
¿Qué pasaba por su cabeza el día que se produjo el incendio?
Pues estaba muy preocupado, muy preocupado. Estaba trabajando con los bomberos, porque al ser una de las primeras personas civiles que llegó al incendio, a las 1.45 de la madrugada, cuando la primera llamada al 112 entró a las 1.17 y al ser el alcalde, pues te pones a organizar y a disposición de los bomberos. Estuvimos toda la noche intentando conseguir maquinaria pesada para poder hacer cortafuegos y montones en las ruedas. Los primeros momentos fueron muy delicados, el fuego no estaba controlado todavía, seguía creciendo…
[ze_summary text=»¡Han prendido las ruedas, Carlos! Y yo dije, no puede ser; ¿estás de broma…? ¡No, no, no!, me contestó él; no es coña, ¡son las ruedas!»]¡Han prendido las ruedas, Carlos! Y yo dije, no puede ser; ¿estás de broma…? ¡No, no, no!, me contestó él; no es coña, ¡son las ruedas![/ze_summary]
¿Quién te llamó para avisarte del incendio?
El concejal de Seguridad, Carlos Muñoz, el que siempre me llama para estas cosas. Es una persona con unos hábitos muy ordenados y le gusta acostarse antes de las 12 de la noche y madrugar bastante, cuando me llama más allá de las 12 de la noche es porque sucede algo…
“carlos, han prendido las ruedas… ¿es broma? no es coña, ¡son las ruedas!”
No es para dar buenas noticias, vamos… Y, ¿qué te dice el concejal de Seguridad?
¡Han prendido las ruedas, Carlos! Y yo dije, no puede ser; ¿estás de broma…? ¡No, no, no!, me contestó él; no es coña, ¡son las ruedas!. Le dije que se viniera a por mí, no estaba aún acostado, me puse un chándal lo primero que pillé, con una sudadera, que es lo que salgo, porque estuve 48 o 50 horas con esa indumentaria. Y me fui para allá sin saber cuándo iba a volver, le dije a mi mujer que, desde luego, esa noche no me esperara. Recogimos a unos bomberos que nos encontramos y no sabían como acceder, me subí con el responsable de Protección Civil de Seseña y ya nos dirigimos a la planta de neumáticos.
Supongo que cuando oíste eso de “Carlos, han prendido las ruedas”, se te encogió el alma.
Sí… Sí… Sí…
¿Te hiciste idea en ese momento inicial de la dimensión que iba a tener el incendio, que estaba comenzando a gestarse una catástrofe?
Sí, sí, sí; por supuesto. Sabía que esto era un antes y un después en la historia de Seseña. De hecho, había hablado de ello hacía muy poquito en las Cortes de Castilla-La Mancha. Había hablado yo, como muchas personas, de que esto podía suceder. Desde que en febrero se resolvió el contrato con la empresa que gestionaba los neumáticos, informamos a ambas comunidades autónomas de que aquello quedaba sin seguridad por las noches y que nosotros manteníamos la seguridad por las mañanas.
¿Con policías locales?
No, era una empresa privada de seguridad. Sabíamos que podía pasar y cuando sucede pues…
¿Se abre el mundo ante tus pies…?
Sí, sí, sí…
¿Cuál fue tu primera llamada para pedir ayuda?
Tengo pantallazos en el móvil de las llamadas que hice aquella noche, porque fueron muchas y variadas. Cuando llego me encuentro a unos 18 o 20 bomberos que no podían trabajar, prácticamente de brazos cruzados.
¿Por qué?
Porque no podían acceder hacia la zona donde se había provocado el fuego, ni por los caminos exteriores, ni por los interiores de la parcela, ni por los existentes en Seseña o Valdemoro, porque había llovido durante 10 días y el terreno estaba totalmente impracticable. Y una de las primeras llamadas que hice fue al responsable de la extinción de incendios del Consorcio Provincial, Pedro Antonio Ruiz, que ya se estaba preparando para venir para Seseña. Recuerdo que llamé a Guardia Civil de Seseña, al delegado del Gobierno y al subdelegado, ambos me lo cogieron y sobre todo el delegado del Gobierno es el que estuvo toda la noche conmigo pegado al teléfono. Llamé al delegado de la Junta, no tenía el teléfono de los consejeros, no me pudo atender y luego ya me puse sobre todo a intentar hablar con empresas del municipio que tuvieran maquinaria pesada y por suerte en Seseña hay varias.
“Hicimos saltar la alarma en Ferrovial para que nos abrieran y nos dejaran maquinaria pesada”
¿Se las pudo localizar?
Hablamos con dos, que voy a decir los nombres, porque hay que agradecerles la colaboración y que aquella noche estuvieron dando el callo. Son Asfaltos Vicálvaro y Maquinaria Ángel Fernández. También agradezco el trabajo de Ferrovial, que tiene una planta en Seseña, y nos presentamos porque sabemos que tienen maquinaria pesada. Tocamos el claxon, hicimos sonar las sirenas del vehículo, hasta que salió el vigilante de seguridad, porque metimos las manos entre las puertas para que saltara la alarma. Me identifiqué y le dije que necesitábamos que nos ayudaran, llamó al responsable de la planta, que por suerte vivía en Valdemoro, nos cogió el teléfono y estaba aquí en media hora tratando de organizar el traslado de las máquinas, que son bulldozer, a uno de ellos hubo que echarle 1.000 litros de gasolina y no se arranca de manera sencilla. Pero a partir de las 4.30-5 de la madrugada ya teníamos aquí una maquinaria muy importante, que si hubiera dado tiempo a traerla antes se hubiera podido controlar mucho mejor y mucho antes el incendio y el daño hubiera sido mucho menor. Hay que hacer una reflexión sobre los medios de que disponemos, porque una maquinaria de esas es fundamental en este tipo de incendios.
Supongo que a esas horas los vecinos del Quiñón ya se habrían despertado y habría empezado el pánico y la ansiedad. Y empezó otro problema, dar información y ayudar a mantener la calma a miles de personas.
Sí gestionar toda la información. Entre las 6 y las 7 de la madrugada la gente empezó a enterarse y recurrir al 112 y a través de las redes sociales se constató una evidencia, que esto había salido ardiendo. Y una vez que se activó el nivel 1 del Platecam a las 7 de la mañana, a partir de ese momento es la Dirección General de Emergencias la que gestiona todo, montaron el puesto de mando avanzado y empezamos a tener reuniones de coordinación con el Cecop en Toledo.
[ze_summary text=»A las 6 me llamaron los consejeros de Administraciones Públicas y Medio Ambiente, me dijeron que venían y me mostraron su apoyo»]