La organización agraria Asaja ha reclamado hoy a las administraciones que actúen «de forma urgente» en Villalba del Rey (Cuenca), donde son intransitables decenas de caminos, tras las recientes tormentas, lo que impide acceder a las parcelas donde hay que realizar tareas agrícolas.
SOS de Villalba del Rey
Así, Asaja de Cuenca ha pedido coordinación a la Subdelegación del Gobierno, la Dirección Provincial de Agricultura de la Junta, la Diputación, la Confederación Hidrográfica del Tajo y el Ayuntamiento de Villalba de Rey para ejecutar actuaciones cuanto antes.
La organización agraria ha recordado que la fuerte tromba de agua que descargó entre 55 y 90 litros en la tarde del pasado viernes en Villalba del Rey ha dejado importantes daños en cultivos como el girasol, olivar, almendro y tierras de labor, pero también en infraestructuras como caminos, regueras, cauces y cunetas.
[ze_summary text=»80 kilómetros de caminos de tierra y grava han quedado intransitables»]80 kilómetros de caminos de tierra y grava han quedado intransitables[/ze_summary]Ahora, la principal preocupación de los agricultores se centra en la situación de unos 80 kilómetros de caminos de tierra y grava que han quedado intransitables, según Asaja, que recuerda que se acerca la época de recoger el girasol y los agricultores temen las dificultades que puedan tener las cosechadoras para acceder a las parcelas.
De igual forma, en pocas semanas habrá que preparar la tierra para la siembra y el mal estado de los caminos, que puede agravarse con la llegada de las lluvias de otoño, complica la situación.
Por todo ello, Asaja ha instado a las administraciones responsables a que pongan en marcha un plan urgente de arreglo de caminos que permita la circulación de la maquinaria agrícola.
Además también solicita la limpieza de regueras entre parcelas, cauces y cunetas que han quedado anegadas tras el arrastre de tierras provocado por la tromba de agua.
El girasol es el cultivo más afectado en el término municipal, en el que hay 1.500 hectáreas sembradas, aunque también se ha visto afectado el olivar en un pueblo con 7.000 hectáreas de labor, según Asaja.