Los agricultores de Novés (Toledo) han pedido a través de la organización Asaja que se tomen medidas para frenar a los cazadores furtivos que desde hace meses están ocasionando daños en las parcelas del municipio. Aseguran que la actitud de los furtivos es cada vez más complicada y que estos ponen trabas para evitar la denuncia.
Los agricultores se quejan de que los todoterrenos usados por los furtivos irrumpen a gran velocidad en las parcelas estropeando las siembras y que además ocultan la matrícula para evitar que puedan denunciarles. Aseguran también que su actitud es cada vez más agresiva y que ya no actúan solo los fines de semana sino cualquier día y a plena luz.
El daño se extiende a localidades cercanas como Villamiel y ha puesto también en alerta a los titulares de cotos de caza y a cazadores con licencia. Los vecinos se abstienen de denunciar por temor a las represalias que puedan sufrir.
El Ayuntamiento de Novés ha transmitido la inquietud general que se vive en el municipio ya que además se han producido robos en algunas viviendas. Sobre los cultivos ha informado de una pérdida casi total de la siembra en algunas parcelas. Donde también se ha notado un aumento de la actividad ilegal es en el robo de galgos.
Pide más seguridad ante la falta de Policía Local
El clima de inseguridad se acentúa teniendo en cuenta que ni Novés ni los municipios de alrededor cuentan con Policía Local. Esto significa que la Guardia Civil de Fuensalida tiene que cubrir un área amplia. Por ello Asaja ha pedido a la Subdelegación del Gobierno de Castilla-La Mancha que se refuerce el cuerpo de la Guardia Civil y se intensifique la vigilancia en toda la comarca.