Se trata de la medida «estrella», tal y como ha indicado el Gobierno de CLM en una nota de prensa, para la supervivencia de la ganadería extensiva, la que usa los pastizales para alimentar a los animales. A la línea de apoyo se le ha denominado la «oveja bombera» y trata de ayudar a los ganaderos de ovino y caprino que pasten en los montes de Castilla-La Mancha, cuya labor además contribuye a la prevención de incendios forestales.
El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha manifestado que la ayuda pertenece al compromiso del Ejecutivo de Page de preservar la ganadería extensiva, porque es «responsable del mantenimiento del territorio y el medio ambiente, a través del pastoreo».
Un máximo de 123 euros por hectárea
La línea de la «oveja bombera» se engloba en un paquete de medidas para la supervivencia de este tipo de ganadería, que en total cuenta con 50 millones de euros, los cuales podrían beneficiar hasta a 1.700 empresarios ganaderos, en la mayoría de oveja manchega.
Pero la línea que se detalla, y que ha recibido este peculiar nombre, cuenta con unas cuantías de hasta 123 euros por hectárea. A ella se podrán sumar aquellos pastores que la soliciten y se comprometan con el proyecto de prevención en 2018.
El Plan Estratégico en Defensa de la Ganadería Extensiva supone «el mayor esfuerzo inversor dirigido a estos ganaderos que se haya hecho nunca en la región», ha asegurado Arroyo, y es que en él se incluye otra línea destinada al apoyo a las razas autóctonas en peligro de extinción y el fomento de razas autóctonas. La Consejería también prevé la subvención para el apoyo del bienestar animal en ovino y caprino en extensivo, «una ayuda única que se convocará en febrero coincidiendo con la solicitud de las ayudas de la PAC». Por último, también se contemplan ayudas para prevenir y paliar daños por ataques de lobos y buitres, ya en marcha, para compatibilizar la actividad económica y la preservación de la biodiversidad.
Martínez Arroyo ha insistido en que «es muy relevante que nos conciencemos como sociedad de lo importante que es que estos señores sigan aquí, que no se vayan, porque el futuro de la región y el futuro de nuestros pueblos pasan por actividades como el pastoreo por la que les debemos mucho como sociedad».
El consejero ha hecho este anuncio ante un grupo de ganaderos que representas a las familias de una docena de pueblos de la Serranía de Cuenca y del Valle de Alcudia. Martínez Arroyo ha estado acompañado del director general de Política Forestal y Espacios Naturales, Rafael Cubero; la directora general de Agricultura y Ganadería, Cruz Ponce Isla; el alcalde de Vega del Codorno, Rodrigo Molina; la diputada regional de Cuenca, Carmen Torralba y el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Joaquín Cuadrado.
Los efectos de la sequía en los pastos
La sequía sigue golpeando y los ganados también se resienten. La falta de lluvias hace que no hayan crecido apenas hierbas con las que se puedan alimentar los animales. El consejero también se ha acordado de este problema y ha transmitido al Gobierno de España la «necesitad de contar con las Comunidades Autónomas en la política de agua, una asignatura pendiente desde el inicio de la democracia en nuestro país, en los últimos 40 años».
«Detrás de nosotros y de lo que pide el Gobierno regional en defensa de sus habitantes, hay 140.000 agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha, que saben mejor que nadie, que el futuro de la región pasa por el acceso al agua», ha explicado Martínez Arroyo.