CCOO ha advertido este jueves de que denunciará, ante los órganos judiciales o administrativos que proceda, los protocolos ante situaciones de riesgo de los agentes medioambientales de la región que la Consejería de Medio Ambiente ha «impuesto, con el respaldo de UGT y el rechazo del resto de sindicatos (CCOO, CSIF y STAS)», denucian.
En nota de prensa, CCOO ha tildado los documentos firmados de «supuestos protocolos» y ha señalado que «incumplen los reiterados requerimientos de la Inspección de Trabajo sobre prevención de riesgos laborales«.
Ha criticado que la Consejería llevó al comité sectorial de seguridad y salud, celebrado el 8 de febrero, un «ramillete de procedimientos de trabajo» que CCOO cree que no pueden considerarse como protocolos de seguridad, al tratarse de «un compendio de recomendaciones y consejos, algunos de ellos copiados de forma literal de páginas web«.
Para CCOO, estos procedimientos son una «cortina de humo» para «aparentar, pero a la vez eludir y posponer una vez más», el cumplimiento los requerimientos sucesivos emitidos por la Inspección de Trabajo, que ha instado a la Administración a adoptar medidas preventivas para salvaguardar la seguridad de los agentes medioambientales establecidas en la evaluación de riesgos realizada en 2011.
El coordinador regional del Sector Autonómico del sindicato, Ramón González, ha recordado que a raíz del requerimiento de 2016, la Consejería contrató a una empresa privada para que elaborara los protocolos, pero este trabajo se «ocultó» a los delegados de prevención hasta que en noviembre de 2017 la Inspección obligó a la Consejería a facilitárselos.
Los documentos elaborados por la empresa fueron anulados por la Consejería con el paso de los meses, a pesar de que habían sido objeto de negociación con los representantes de los trabajadores y, en la última reunión, la Consejería solo presentó dos artículos del protocolo y el resto del texto original se quedó fuera por decisión «unilateral» de la Administración, ha criticado González.
Además, CCOO ha alertado de que los «supuestos» protocolos incluyen numerosos «despropósitos» como avalar actuaciones tan peligrosas como identificar a personas armadas por un único agente, solo y desarmado; o trabajar en solitario en zonas sin emisora ni cobertura de teléfono.