La hembra de lince ibérico que murió en el coto Castellar de Santiago, propiedad de Medem, había nacido en cautividad y liberada por el proyecto Life + Iberlince en diciembre de 2010. Más de medio año estuvo en libertad hasta que en agosto de 2011 cayó en una trampa para predadores no autorizada que había colocada dentro del coto, en la finca Barranco de la Gomera.
Según ha publicado Lanza Digital, durante el juicio celebrado hace un año, el acusado defendió que no actuó «deforma dolosa», ya que «no sabía que hubiese linces en la zona», por lo que reclamó la sentencia en el Juzgado de los Penal de Ciudad Real.
En la fallo de la Audiencia Nacional, que ha publicado Lanza Digital, considera que «el juzgado no ha incurrido en error de valoración de la prueba ni en infracción de ningún precepto, y declara que los hechos probados en la primera sentencia son correctos».
El plan de caza que había en 2011 no autorizaba a la colocación de estas cajas destinadas a atrapar a los predadores de las perdices, como los zorros. En esta finca había 10 cajas trampa y el titular las mantuvo. Siete de ellas estaba en una zona donde habitan linces ibéricos y águilas imperiales. En una de ellas cayó Grazalema el 16 de agosto de 2011 y murió por un golpe de calor tras estar varias horas expuesta a las altas temperaturas que había en esas fechas
Denunciado por Ecologistas y Junta
El condenado por un delito contra la fauna fue denunciado por Ecologistas en Acción como acusación popular y por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha como acusación particular.